Capitulo 14

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Andrei POV

Siempre, desde niño un lugar que he odiado es el hospital, hace años fue en un maldito hospital donde mi tía Sole cerró sus ojos, encerrada dentro de cuatro paredes, donde a pesar de estar rodeada de personas que pasaban pendientes de ella, fue donde más sola se sintió. Soy consciente de que el reloj avanza, de que llevo horas en la misma posición, en que no sollozo, simplemente siento mis manos mojadas por las lagrimas, al igual que mi mentón. 

— Andrei... Hijo— susurró alguien a mi lado mientras me tomaba el hombro, no alcé la cabeza, no era la voz que necesitaba oír ahora mismo— ¿Por qué no vas a casa?.. Dijeron que nos avisarán a penas lo atiendan— dijo Ernesto agachándose a mi lado, moví mis ojos en su dirección y negué

— No me voy a mover de acá.. Quiero estar solo— susurré a penas con la voz temblorosa, podía ver mis manos llenas de sangre aún, podía sentir el aroma a óxido en mis dedos, cerré los ojos con fuerza golpeándome la nuca contra la pared

— No vas a ganar nada haciéndote daño así.. ¿Quieres un café?.. No tendremos noticias de los médicos al menos hasta que lo estabilicen— dijo y yo volví a negar, sentí de nuevo la rabia nacer desde mi estómago y gruñí escondiendo el rostro entre mis manos mientras tiraba de mi cabello— Andrei tienes que estar tranquilo.. Hernán se pondrá bien, él es fuerte— dijo su representante a mi lado, yo simplemente negué

— No entiendes.. Si Hernán está ahí es por mi culpa, porque yo no fui más valiente y duro con él.. Yo.. Yo no debí dejar que se acercara.. — susurré ahogado contra mis manos temblorosas— Si simplemente hubiera sido más firme, habría creído en mi.. Habría desistido de todo.. Pero no puedo, no puedo simplemente dejarlo— sollocé negando de nuevo, sentí sus brazos envolverme y no peleé por soltarme, quizás un poco de presión a mi alrededor haría que me mantuviera de una pieza

— ¿Qué fue lo que pasó?.. Sabes que puedes decirme lo que quieras— dijo acariciándome el cabello, quizás tenía razón y él podía hacer algo por mi miserable existencia, las puertas dobles se abrieron interrumpiendo cualquier pensamiento, me solté de sus brazos y me puse de pie de un salto

— ¿Son familiares de Hernán?— preguntó el doctor luego de quitarse la mascarilla, asentí y me limpié los ojos con el dorso de la mano, él simplemente suspiró— Voy a ser sincero con ustedes.. La condición de Hernán es complicada.. La bala del abdomen perforó cerca de su hígado y ha perdido mucha sangre, no hemos logrado controlar la hemorragia

— ¿Y qué están esperando para operarlo?.. ¡Hagan algo!— dije dándole un empujón, Ernesto me tomó de la cintura haciéndome a un lado, me quedé de espaldas a ellos mientras maldecía todo, incluso a mí mismo

  — Podemos estabilizarlo y es necesario que lo operemos para que saquemos las balas de su cuerpo, el tema es que debemos primero sacarle unos rayos para saber el lugar exacto donde están, y tenemos dos con más complicaciones.. La del abdomen, porque si la extraemos simplemente con pinza, puede causar un daño mayor, y la del muslo, porque está alojada justo a una capa del tendón— oí que el doctor decía, Ernesto jadeó porque hasta yo entendía el porqué estaban dudando tanto de todo, negué girándome a mirarlo nuevamente, cerré las manos en puños para tratar de controlar mi ira

— Haga la mierda que sea.. Pero entréguemelo a salvo.. Por favor— susurré con los labios temblorosos, el doctor suspiró mirándome antes de dirigirse a Ernesto

— Vamos a necesitar transfusiones de sangre.. Y que alguien se responsabilice.. Nosotros haremos lo posible, pero.. Sinceramente las cosas no están fáciles para él—   comentó encogiéndose de hombros y haciendo una mueca, el aludido asintió con firmeza y luego me miró, yo simplemente sollocé de nuevo antes de darle la espalda, sabía que era egoísta de mi parte, pero así fuera bueno o malo, yo necesitaba a Hernán conmigo de nuevo, no me importaba nada más.

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