Casi imposible de odiar. [Orihara Izaya x Tú]

Acercame a ti.

Estoy parada frente al lavamanos, mirando el test de embarazado que está apoyado en una orilla de el, las dos rayas color rosa me mantienen con la mente en blanco, no pienso en nada y a la vez en todo.

-No -susurro. -por dios.

Salgo del impacto y me apoyo en la pared deslizandome por ella quedando sentada en el suelo, estiro mis piernas y cierro mis ojos. Sin pensarlo pongo mis manos sobre mi vientre, el miedo se disipa un poco al pensar en que en mi llevo el fruto del intenso y doloroso amor entre Izaya y yo,
suelto una risa entre lágrimas, nunca sospeche que esto llegaría en el momento en que decidí correr nuevamente de él.

Después de estar unos minutos pensando en que debo hacer, me pongo de pie y decido ir a casa, me hice el test aquí en el baño de un centro comercial, la ansiedad de salir de mi duda de una vez por todas me ganó, envuelto el test en un poco de papel higiénico y lo guardo en mi cartera, salgo para lavar mis manos.
Respiro profundo y salgo del baño, acomodo mi chaqueta y voy directo a las escaleras. Mis manos aún tiemblan, este nerviosismo me durara mucho tiempo, la ansiedad y el temor probablemente se tardaran en irse de mi mente pero a la vez siento como una sonrisa se marca en mi rostro.

-*suspiro* Debo decírselo. -susurro.

Tomo mi teléfono y voy al directorio de contactos, cuando llego a su número me congelo ¿que debería decir? más bien ¿cómo debería? yo corrí de él sin darle oportunidad de nada. Guardo mi teléfono al ver que llegue al final de la escalera, voy a una pequeña terraza y pido un jugo, mientras espero vuelvo a ver mi teléfono que quedo en contactos, en vez de llamar a Izaya decido llamar a Shinra y preguntar por él, tal como lo hice un par de veces cuando vine a estudiar aquí hace años. Marco su número y espero a que conteste.

-Por fin llamas.
-Si, lo siento.
-¿Cómo estás, todo está bien?
-S-si.. digo.. si.
-¿Eh? eso.. no suena muy seguro.
-No es nada.
-Bien.. como digas.
-Shinra ¿puedo preguntarte algo? más bien por alguien.
-Izaya.
-Si.
-Como me pediste que no te dijera nada sobre él, no pude contarte que desapareció hace unas semanas, nadie le ha visto.
-¿Que?
-Y en su casa no está, es más, está en venta.

El mesero deja sobre mi mesa el jugo que pedí, me quedo mirando vaso y la fruta que está puesta en una orilla.

-¿...(N), estás ahí?
-Si..
-Tu impresión me dice que no está contigo.
-No lo está.
-¿Segura que estás bien?
-Shinra.. necesito contarte algo importante.
-¿Que es, volverás?
-No, no es nada de eso y menos en este momento.
-¿Entonces? dime, me estás preocupando.
-Estoy embarazada.
-¿Eh?
-Lo descubrí hoy, llegue aquí embarazada.

Espero a que el silencio del otro lado haga ruido, por mientras tomo un sorbo del jugo.

-Y-yo.. -dice. -vaya..
-Mañana temprano iré al médico, quiero que sepas que.. lo tendré.
-Ya veo.. ¿qué hay sobre Izaya?
-Yo.. no lo sé.
-Debes pensar en ello.
-Si, bien.. Shinra, no le digas a nadie sobre mi estado.
-Creo que no podré estar tan en calma con esto.
-Shinra.
-Bien, bien, prometido.
-Gracias.
-Solo.. quiero que me hables más seguido ¿si?
-Oye.. estaré bien.
-Deberias de regresar a casa.
-Ya.. veremos, sólo quería contarte eso.
-Bien, gracias, creo..
-Tengo que colgar.
-Claro, hablaremos luego.
-Si, adiós.
-Adiós.