Casi imposible de odiar. [Orihara Izaya x Tú]

Una vez suya, suya siempre.

-¡Saldré un momento! -digo.
-¡Ve con cuidado! -Shinra se asoma por el pasillo -y si ves a Celty dile que la extraño.
-Si, si, lo haré -abro la puerta. -me voy.

Mi mente está un poco confusa después de lo sucedido ayer con Izaya, ese idiota de verdad no conoce los límites y por su puesto aunque los conociera no los respetaría. He decido ir por unos libros para leer y posiblemente pasar al restaurante de Simon como lo tenia planeado ayer.

-Supongo que iré primero donde Simon. -susurro.

Cuando voy caminando por la calle veo a Shizuo pelearse con algunos hombres, bueno, de todas formas es normal. Llego al restaurante y entro.

-¡Oh! Kishitani-san -dice Simon. -¿viene por algo de sushi?
-Te he dicho que me digas por mi nombre y si, vengo por eso.
-Claro, por favor siéntese.
-Gra-

Cuando me doy la vuelta veo a Kadota sentado solo, lo cual es extraño, ya que siempre está con los otros chicos.

-Me sentaré con Kadota ¿bien? -digo.
-Si.

Me acerco a él y me siento despacio, ya que noto que tiene sus ojos cerrados.

-¿No dormiste bien anoche? -digo.
-¡Ah! me, me asustaste.
-Lo siento.
-¿Qué haces por aquí?
-Pensé que era un buen día para... salir.
-Me agrada saber que aún no sabes como mentir.
-¿Qué? es cierto, además quería comprar unos libros.
-Claro, claro.
-Por cierto ¿y los demás?
-Erika y Walker , están comprando manga, ya sabes, Togusa en la camioneta durmiendo, supongo.
-Ya veo ¿sucedió algo interesante anoche que estas aquí casi dormido?

Simon llega con la bandeja con sushi y la pone sobre la mesita.

-Gracias, Simon. -digo.
-Un regalo de la casa.
-¿Eh? no, no, pagaré por el.
-Disfrútelo.
-Sim-

Se va sin que me deje insistir en pagar.

-Ahh..
-Respecto a tu pregunta..
-¿Si?
-Alguien le dio un rayón a la camioneta y.. ya sabes como se pone Togusa cuando hacen algo así.
-¿Lo dices en serio?
-Si.
-*risa* eso es.. un poco extremista ¿no crees?
-Ehh..

Comienzo a comer y le ofrezco un poco a Kadota.

-¿Y a ti? -dice.
-¿Yo? ¿yo qué?
-¿Pasó algo interesante que decidiste salir de tu guarida?
-Ya he dicho que pensé que el día estaba bonito.
-...
-¿Qué?
-Nada, no es nada.
-Mhh..
-Bueno, suerte con tus libros.
-¿Te vas?
-Si, supongo que estar aquí solo aumentarán mis ganas de dormir.
-¿Lo dices por mi?
-No, no, es solo que es muy cómodo... aquí. -Ah, es cierto.
-Bien, nos vemos.
-Saludos a los chicos.
-Si, si.

Kadota sale del restaurante y yo me quedo sola, de todas formas estoy un poco acostumbrada a estarlo.

-Kishitani-san. -dice Simon asomándose por la pared.
-...(N). -digo mirándole.
-¿Le gustó el sushi? ¿desea más?
-Está muy sabroso, pero no, estoy bien con esto.
-Su rostro luce... distinto.
-¿Eh?

Simon entra y se sienta frente a mi.

-Los ojos de las personas expresan cosas que las palabras no pueden. -dice.
-Lo sé, pero mi rostro está igual.
-Izaya.

Cuando pronuncia su nombre suelto mis palillos.

-¿I-Izaya? ¿que, que ocurre con él? -digo.
-Anoche estuvo por aquí, aunque es difícil verlo en él pero lucia algo distinto.
-¿Y.. que tiene que ver conmigo?
-Sus distintos son muy parecidos.
-¿Eh?
-...

Desde la cocina lo llaman diciendo que hay clientes, por lo que sé va sin antes darme una sonrisa, como diciendo "Está bien, no le diré a nadie".