Capítulo 52

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–Y bien señor Canela ¿cual es el motivo por el que faltó el primer día de clases?– Me cuestionó el director Evans mientras cerraba la puerta de su oficina y tomaba asiento en su escritorio, justo frente a mí –El primer día de clases es sumamente importante en nuestra institución ya que es cuando se le entrega su nuevo horario y los maestros le explican lo que les esperara durante el semestre– Me informó brevemente –Ademas, esté es su último año aquí y si llega a tener demasiadas faltas no lo beneficiará para encontrar una buena universidad.

–Eso no es problema, no pienso ir a la universidad– Contesté sin mucho interés.

–Tal vez debería de hablar primero con un consejero estudiantil antes de tomar una decisión– Sugirió y yo me negué.

–No voy a cambiar de parecer solo por ir a hablar con un tonto consejero que te llena la cabeza de estupidas ilusiones sobre un "futuro perfecto"– Me puse de pie –Es hora del almuerzo– Dije para después salir de la oficina del director.

Caminé por los corredores de la escuela dispuesto a ir a la cafetería. Era hora de dejar de evitar a todos, en especial a ____. Y la mejor manera de hacerlo era fingiendo que ese beso no se había significado nada para mí así como para ella.

Entré a la cafetería llevando mi vista a la mesa en donde nos solíamos juntar el semestre pasado y pude ver a ____, Diego y Mar. Tomé mi almuerzo y después me dirigí hacía ellos dejando caer mi bandeja sobre la mesa para obtener la atención de todos, aunque a mí sólo me importara la de ____.

–¡Sabía que eras tú!– Gritó ella poniéndose rápidamente de pie y me abrazó fuertemente. No quería corresponder su abrazo pero me fue inevitable y la abracé cerrando mis ojos, disfrutando cada segundo de ese abrazo.

–¿Se puede saber donde demonios te metiste? Nos tenías a todos muy preocupados– Escuché a Diego reprocharme. En contra de mi voluntad me alejé de los brazos de ____ y busqué la excusa perfecta, no quería que ____ supiera lo que había hecho estas vacaciones.

–Sólo quería un tiempo para mí, sin teléfonos celulares ni personas que me conocieran– Comenté ligeramente tomando asiento justo a un lado de ____.

–Debería de estar molesta contigo por haber desaparecido así, pero te extrañé tanto que sólo por eso te perdono– Me dijo dulcemente mientras daba una mordida a una manzana.

Así que por lo menos me había extrañado.

Trataba de evitar tener una conversación con ___, pero ella solamente se la pasaba haciéndome una pregunta tras otra, por lo que mejor decidí inventar que tenía que hablar con Diego sobre las clases que me había perdido el día de ayer.

Ambos nos levantamos de la mesa y caminamos fuera de la cafetería, y en cuanto estuvimos por completo fuera de esta, Diego comenzó a interrogarme.

–Mierda Jos ¿Donde carajo te metiste?

–Me robe a mi hermano y nos fuimos todo este tiempo fuera de la ciudad.

–¿Que hiciste que?– Me miró sorprendido.

–No tenía otra alternativa, mi ti.. ese señor con el que vive no lo dejo ir por las buenas así que me lleve por las malas– Me excuse y Diego comenzó a negar con la cabeza.

–Pero Jos eso esta mal ¿que no dijiste que lucharías por su custodia? Esto solo te traerá más problemas.

–Lo sé Diego pero además renuncié a mi trabajo– Agregué.

–Amigo eres un desastre– Me dijo Diego golpeando mi hombro –¿Y? ¿Que hay sobre el tema de ____? ¿Aun te gusta?

–Es imposible que me deje de gustar tan rápido, estoy jodido Diego.

–Es que si tan solo le dijeras lo que sientes, podría jurar que ella te correspondería– Insistió –No sabes lo desesperada que estuvo ayer por saber de ti.

–Seguro sólo quería encontrarme para seguir con su maldito plan de darle celos a Bryan– Me quejé molesto.

–Lo dudó mucho, ni siquiera ha mencionado a Bryan– Sostuvo él –Jos, díselo.

–¡Que no!– Grité frustrado –____ nunca va a saber lo que siento.

–¿Que sientes de que?– Me paralice al escuchar su voz detrás de mí. Di media vuelta y ahí estaba ella con el ceño fruncido esperando una respuesta. Mierda –Jos– Tragué saliva.

–Jos tiene un pequeño dolor de estómago y no quería que te enteraras porque con lo dramática que eres, era probable que lo obligaras a ir a la enfermería y no quiere perderse más clases ¿verdad Jos?– Miré a Diego con alivio, si que me había salvado de esta situación que no estaba sabiendo como manejar.

–Eh..si, si, era eso– Me encargué de decir y forcé una sonrisa.

–Bien, pero si ese dolor empeora deberas ir a la enfermería ¿si?– Asentí –Muéstrame tu horario, quiero ver si con todo este movimiento de clases que hicieron seguimos estando juntos en las mismas clases.

Saque el horario que me había dado Evans el cual simplemente me había encargado de doblar y guardar en el bolsillo de mi pantalón sin antes haberlo visto. Se lo entregué a ____ y ella lo analizó una y otra vez.

–Mmh no, no estamos más juntos en literatura– Hizo una mueca y me entregó de vuelva aquella hoja –Pero te veo en la salida– Me dijo dándose la vuelta para alejarse, era hora de volver a clases.

»•••«

Caminaba hacía mi motocicleta cuando sentí unos brazos rodearme impidiendo que siguiera caminando. Miré sobre mi hombro y pude distinguir a ____.

–¿Quieres hacer algo hoy?– Me preguntó rodeándome para quedar frente a mí

–¿Bryan nos esta viendo o por que te comportas así?– Pregunté mirando hacía todas partes tratando de encontrar a Bryan pero no lo veía por ningún lado.

–¿Que? Claro que no, simplemente quiero hacer algo contigo, estuvimos tanto tiempo sin vernos que estoy segura que tienes muchas cosas que contarme.

–En realidad no– Respondí sin muchos ánimos.

–Ay vamos– Se recargó en mi motocicleta una vez que llegamos hasta esta –¿De nuevo el Jos amargado?– Levantó una ceja.

–Escucha ____, no he tenido un buen día, ni una buena semana, es más ni siquiera tengo una buena vida, así que lo único que quiero hacer ahora es irme a mi casa y..

–¿Y que? ¿Y deprimirte por lo "horrible que es tu vida"? Jos sabes que puedes decirme lo que sea, ¿verdad?

–Si, lo sé, pero hoy no ____, por favor– Pedí un poco más calmado.

–Bien, pero mañana no te vas a escapar de mi, ¿quedo aclaro?– Asentí y me trepé en mi motocicleta –Descansa, se nota que te hace falta– Fue lo último que la escuché decir antes de colocarme mi casco e irme.

Tenías Que Ser Tú » J.C. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora