Capítulo 57

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Me encontraba en una de las mesas de la cafetería. Tenía una bandeja con mi almuerzo frente a mí pero había perdido el apetito después de haber visto aquella escena donde ____ se besaba con Bryan en los pasillos, de seguro ya habían regresado.

Ya no había nada que pudiera hacer, ____ había decidido amarlo a él, no a mí.

–Hola Jos– Levanté mi mirada y me encontré con Mar –¿Puedo sentarme?– Me preguntó haciendo una mueca y me limité a asentir –¿Dónde están tus amigos?– Me preguntó mientras comenzaba a comer su ensalada.

–Alexis no vino y Diego no lo sé, discutí con él esta mañana– Hice una pausa –¿Y tus amigas?

–Chels está haciendo un proyecto con los nerds y bueno, también discutí con ____ hace un rato– Informó y pude notar como su mirada reflejaba tristeza al mencionar lo último.

–Déjame adivinar, fue por Bryan– Asintió un poco desconcertada.

–¿Tú..tú sabes acerca de ellos?– Me miró dudosa.

–Creó que fui el primero en enterarse.. para mi mala suerte– Confesé.

–Y supongo que es por eso que tú también te enojaste con ella ¿o me equivoco?– Solté un pesado suspiró y negué –Tú la quieres ¿verdad?– Reí levemente.

–¿Se nota mucho?

–En realidad, si– Rió conmigo –¿Se lo has dicho?

–Si, pero no le importó mucho que digamos– Hice una mueca –A ella sólo le importa..Bryan.

–Es que es una tonta al estar de nuevo con él– Resopló Mar –Yo la quiero cómo una hermana, y me duele que lo esté poniendo a él primero antes que a todos. Yo siempre he estado apoyándola en todo lo que hace, pero esta vez no puedo– Dijo triste –Pero ya la quiero ver llorando cuando Bryan le haga algo de nuevo.

–Esperemos que no sea así– Mar me miró con el ceño fruncido –Me refiero a que no me gustaría verla sufrir de nuevo por él, realmente estoy deseando que Bryan la valore está vez y sea el chico que ella merece.

–Oh Jos, eso es tan lindo– Sonrió –Quien diría que detrás de ese aspecto de bad boy, hay un chico con un gran corazón.

–Te juro que yo no era así– Declaré –Pero no se que fue lo que me hizo ____.

–Bueno, si sigues así pronto llegará una chica para ti. Te diría que yo, pero ya estoy interesada en alguien más.

–¿Diego?– Levanté una ceja y ella soltó una pequeña risa nerviosa.

–Puede ser– Pronunció bajando la mirada.

»•••«

Bajé de mi motocicleta pero está vez no iría a mi casa, sino a la de los Rinaldi. A Roberto le urgía verme, y no sabía realmente para que si se supone que lo de mi hermano ya era un caso perdido. De igual manera toqué el timbre y no pasó mucho cuando alguien me abrió la puerta.

–¿Que haces aquí?– Me preguntó ____ seriamente.

–Tranquila, vine a ver a tu padre– Aclaré.

–Bien– Se hizo a un lado para abrirme pasó a su hogar –Le dire que estás aquí– Dijo mientras comenzaba a subir los escalones.

–Gracias Barbie– Dije tomando asiento en el sillón.

–¿Cómo..cómo me dijiste?– Me preguntó con la mirada perdida en mí.

–Barbie– Repetí.

–Hacía.. mucho que no me decías así– Dijo apenas audible.

–¿En serio? No me había dado cuenta– Confesé –Pero si te molesta que lo haga, dejaré de llamarte as..

–No..no, está..está bien– Sonrió de lado y terminó de subir los escalones.

Unos cuantos minutos después, Roberto apareció apoyándose de un bastón, si que me había sorprendido al verlo así.

–Jos, pensé que ya no vendrías– Me dijo mientras bajaba las escaleras.

–Lamento venir tan tarde, pero primero llegué a comer algo antes de venir aquí– Informé poniéndome de pie.

–¿Pero por que hiciste eso? Si sabes que podías haber llegado a comer aquí– Me regañó.

–Gracias, pero no quería incomodar a ____.

–¿Incomodarla? ¿Por qué?– Preguntó confundido.

–Eh.. por..por nada– Contesté nervioso.

–Jos, ¿tú y mi hija están bien?– Me cuestionó.

–Si– Mentí y me sentí mal por hacerlo. Pero no podía decirle a Roberto que estaba enamorado de su hija y ella estaba molesta por haberme enamorado de ella.

Me hizo un seña para que lo siguiera y caminé detrás de él por casi toda la casa hasta que llegamos a una clase de despacho.

–¿Cómo vas con la escuela?– Tomó asiento y me invitó que hiciera lo mismo frente a él.

–Bien, o bueno, eso creo yo– Reí por lo bajo.

–Me alegra oír eso, porque de verdad necesitas terminar la escuela para que puedas tener la custodia de Jhonny.

–¿Qué? A pesar de lo que hice ¿aun tengo posibilidades de obtener su custodia?– Pregunté con cierta emoción.

–Claro que si Jos, el juez estudió el caso y comprendió que lo que hiciste fue por desesperación al no poder estar cerca de tu hermano, y bueno, pronto tendremos la fecha de la audiencia para definir la tutoría.

–Roberto, no..no sabes cuanto te agradezco esto, si yo llegara a recuperar a Jhonny sería la persona más feliz de la tierra– Dije sintiendo mis ojos arder, pero en verdad me emocionaba mucho el hecho de llegar a pensar que Jhonny y yo estaríamos viviendo bajo el mismo techo.

–Lo vas a recuperar Jos, ten por seguro que no voy a descansar hasta ver a ese pequeño viviendo contigo.

Roberto era simplemente una de las mejores personas que había en este mundo, y sentía una gran impotencia al saber por la enfermedad que estaba pasando. Personas cómo él sólo se merecían lo mejor de la vida, y no tener que estar lidiando con este tiempo de enfermedades terminales.

Me comenzó a orientar sobre las cosas que se vendrían de ahora en adelante. Tendría llamados de parte del juez el cual querrá hablar conmigo antes que nada. Después tendría que prepararme para cualquier cosa que se le fuera ocurrir hacer a mi tío, sabía que todo esto lo enfurecería mucho pero en verdad, no era algo que me preocupara. Por último, tenía que conseguir un auto, ya que mi motocicleta no era nada segura para llevar a un niño de 13 años.

Roberto se fue a descansar ya que mañana tendría una de sus quimioterapias, pero me dijo que podía quedarme el tiempo necesario mientras terminaba de leer todos aquellos papeles que me había dado. Leí aproximadamente unas 5 hojas hasta que me di cuenta que ya era realmente tarde. Tomé las que me faltaban para llevármelas a casa y salí del despacho.

–¿Ya te vas?– Me detuve cuando escuché su dulce voz detrás de mí.

–Si, tengo mucho que leer– Me giré y le mostré las hojas que llevaba entre mis manos. Ella sólo hizo una media sonrisa y después el ambiente comenzaba a tornarse muy incomodo –Eh.. por cierto, felicidades por haber vuelto con Bryan, conseguiste lo que querías.

–No he vuelto con él– Soltó entre dientes.

–¿Ah no?– Se formó una vaga sonrisa en mi rostro.

–No, pero eso no significa que no lo vaya a hacer algún día– Me dijo sin importarle el cómo me sentiría yo al escuchar eso.

Tenías Que Ser Tú » J.C. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora