CAPITULO I

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Mi carrera ha avanzado muy rápido. Incluso me he graduado con una licenciatura en canto en la academia de música.

Tuve una función en el teatro de ópera de Budapest.
Interpretando La traviata.
También otro de mi sueño se hizo realidad.

Conocí a Diana Damrau, otra cantante de ópera increíble.
Y también a una de mis grandes inspiraciones Sarah Brightman.
Incluso tuve la oportunidad de comentarle acerca de Erik. O mejor conocido como El fantasma de la Ópera.
Ella de manera sarcástica e incrédula solo me dijo que era una historia.
Y bueno yo la convencía de que no era así.
Le recordé su historia basada en Gastón Leroux.
Pero ella continuaba incrédula.

Volví a casa con mi madre, después de mucho tiempo.
Ella me recibió con un enorme abrazo y con un banquete espectacular.

Había hecho espagueti bañado en mantequilla con brócoli.
Tortas de papá acompañada de lechuga y jitomate.
Y como postre un pastel de queso y también de frambuesa.

-¿Y dime cómo te fue?
-Muy bien mamá. Al fin todos mis sueños se están cumpliendo.
-Eso me alegra mucho mi cielo.
Estoy muy orgullosa.
-Gracias mamá.
-¿Y como ha estado Aarón?
-El anda ocupado. Pero mañana lo veré.
Regresare a París.
A la ópera Garnier.

-¿Te irás de nuevo?
-Si. Me necesitan de nuevo.
He aceptado el contrato.
¿Me acompañas?
-Esta vez no puedo linda. Mi hermana va a celebrar su aniversario. Y me pidio que la acompañará.
Ya sabes cómo es ella.
-Lo entiendo.
-Prometo que iré a verte.
-Si madre porfavor. Yo te daré el dinero para que me alcances.
-De acuerdo linda.
-Muchas gracias mamá.

Ambas nos a abrazamos muy fuerte.
-Te quiero mucho mi niña hermosa.
-Yo te amo mucho mamá.

Al día siguiente a las seis de la mañana arregle mis cosas.
Empaque todo lo necesario.

Desayuné café con leche y una rebanada de pan con miel.
Me despedí de mi madre.

Y fui hacia al aeropuerto, para mi suerte el Sr. André había comprado mi boleto unos días antes.

Una vez en el aeropuerto, aborde el avión.
El Sr. André se lució. Había comprado el boleto en primera clase.

Me sirvieron una copa de champagne. Pero yo lo rechaze. Por qué yo no bebo nada de alcohol.
Pero fueron muy amables, en especial una azafata llamada Andrea, que me cambio la copa de champagne por agua de naranja.

Y en una charola me sirvieron.
Sopa de papá, acompañado de un delicioso guisado.
Cordero con chícharos, papas y zanahorias.
Y en un tazón pequeño, hay de postre unas galletas rellenas de vainilla.

Una vez que termine de comer, use la pantalla que se encuentra frente mi asiento.

Hay varios anuncios publicitariso y entre ellos hay uno de la obra de Broadway de El fantasma de la Ópera.

Se muestran las fechas disponibles y los lugares que se presentaran.
Si supieran que el en verdad existe, no se lo creerían.
Gracias a él, esta obra fue posible, al igual que sus canciones. El fue la inspiración de Andrew Lloyd Webber.

En fin.

Dejo de usar el aparato.
Y aprovecho para dormir.

El ruido del teléfono, me despierta.
Es Aarón
-¿Si?
-Elizabeth ¿Cómo estás?
-Bien, ya voy para allá.
-Que bueno. Yo ya llegué aquí al teatro.
Estaba con el Sr. André y Firmin.
-Saludamelos de mi parte.
-Claro que si.
-Gracias.
-Te extraño mi amor.
-Igual yo.
-Deseo con ansias verte.
Te amo.
-Igual te amo.
-Nos vemos en un rato.
-Claro Aarón. Adiós
-Adios, Elizabeth.

Cuelgo el teléfono.
La azafata anuncia el descenso del avión.

Una vez que llegamos al aeropuerto de París, tomó mi equipaje.

Tomó un taxi y me lleva hacia al teatro.
Llegué ahí por la noche, a las ocho de la noche.

De nuevo aquí estoy.
Estar en el salón principal del teatro.
Pareciera como si fuera ayer cuando llegué aqui.

Aarón aparece, tan elegante como siempre
Con un traje gris y una corbata negra con puntos blancos.
Al verme, me recibe con un abrazo, cargándome girando y girando por el aire.
No deja de besarme por todo el rostro.
Me deja en el suelo sin dejarme de abrazar.
-Te extrañe mucho mi amor.
Demasiado.
-Yo igual Aarón.

Aarón besa mis labios.
Nos separamos y volvemos abrazarnos.

No puede ser...
Ahí está Erik.
Observandonos con esa mirada que irradia fuego dentro de sus ojos.
El desaparece entre la oscuridad del pasillo.

Aarón me ayuda a dejar mi equipaje en mi cuarto.
Por esta vez el y yo dormiremos separados.
Una vez que desempaque mi ropa prosigo a cambiarme.
Poniéndome una bata rosa muy delgada, las mangas llegan un poco abajo de los hombros dejando descubierto un poco la espalda , el cuello y un poco del pecho.
La bata cubre mis pies, incluso la arrastro al caminar.

Decidí no cenar.
Solo quería dormir.
A decir verdad me dormi a las nueve.
La mayoría de las veces me dormía a las once o doce de la noche.
Pero ahora, estaba cansada.
Creo que los asientos del avión no eran para nada cómodos.

Despierto.
Miró el reloj, son las cuatro de la mañana.
Todo está en silencio y oscuro.

Para mi sorpresa hay varios pétalos de rosas tiradas el suelo.
Formando un camino.

Me levanto de la cama y sigo el camino de pétalos.
Abro la puerta y el camino continua.

Miles y miles de pétalos comienzan aparecer cada vez más.
Estos me conducen hasta un pasillo con paredes forradas de papel con dibujos de notas e instrumentos.

Los pétalos llegan hasta una puerta de madera, y una vez dentro hay unas escaleras.
Al pasar la puerta la puerta se cierra dando un gran golpe.

Continuo bajando los escalones hasta que esté me conduce hasta las catacumbas.

He aqui otra vez.
El hogar de Erik.

Mi ángel de la música...

CON O SIN MÁSCARA... TE AMO   (PARTE II) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora