Hacen falta muchos golpes para romper un corazón que está enamorado.
Hacen falta muchos golpes para que los ojos dejen de mirar a través del corazón.
Pero cuando el corazón finalmente se quiebra ya no se puede volver a recomponer.
A partir de ahí solo queda la razón.
La razón que lleva a la desconfianza.
Pero de la desconfianza al odio solo hay un paso.
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Diario de una chica deprimida (segunda parte)
Short Story¿Qué pasa por tu mente cuando entras en depresión? Tienes 365 días para descubrirlo.