El chico de nombre Abraham, y yo estuvimos hablando por un largo rato, parecía que Chantel había sido secuestrada pues no había regresado desde que la vi, qué gran amiga.
– ¿Podremos vernos después?– preguntó Abraham después de un breve silencio.
– Me encantaría pero...– paré en seco, las palabras se negaban a salir, él me había caído bien, pero no era fácil mi situación.
– ¿Qué sucede? ¿A caso tu esposo se molesta?– dijo de forma divertida.
– ¿Cómo lo sabes?– solté asustada.
– La sortija que llevas en el dedo, ¿te gusta seducir a los hombres?– apretó ambos labios entre sí, era claro que la situación le parecía divertida.
– ¿Qué? ¡Claro qué no!
Soltó la tan esperada carcajada, le conocía de horas y ya sentía que su risa era todo lo que necesitaba escuchar para estar bien.
– Es broma, tranquila.– sonrió – ¿No lo quieres verdad?
– ¿Eres algo así como un adivino? o me parece que me has estado investigando.
– Vamos no seas tonta– rió – No veo a tu esposo en la fiesta, o tú no lo quieres, o él está muy loco como para dejarte venir sola a una fiesta.
– He venido a escondidas.– confesé en casi un susurro, apenada porque lo supiera.Su boca formó un "Oh" pero jamás salió.
– ¿Y sí me cuentas la situación?– me miró con cierta ternura, sus ojos pesar de que no eran de un color extravagante, eran extremadamente hermosos un café único.
Pasamos hablando de mi famoso matrimonio, Abraham ponía atención a cualquier detalle y cuando tenía una duda lo preguntaba, era increíble poder por fin hablar con alguien de esto sin necesidad de juzgarme, él había tenido a una chica en su natal España, la cual quiso mucho y lo traicionó, parecía que aún le dolía recordarla y podía entenderlo.
Al poco rato Chantel apareció y se unió a la conversación, parecía que ya se conocían de hace tiempo, pues la familia Mateo y la familia Grey eran muy unidas.
– Chicos, me está encantando esta conversación.– dije riendo, pues peleaban por cual película de aliens era mejor.– Pero ya es casi el amanecer y tengo que regresar con mi hermana.
– ¿De verdad tienes que irte?– continuó Abraham levantándose del césped.
– Ese fue el trato para que viniera, su esposo es un idiota.– le siguió Chantel.
– Ha sido un placer conocerte Abraham, eres increíble.– confesé estrechando su mano.
– Volveremos a vernos Lucia.– sonrió viéndome a los ojos y apretó más mi mano con la suya.En ese momento fue imposible explicar la descarga eléctrica que me mando su contacto, tenía claro que lo acababa de conocer, no creía en el amor a primera vista, pero sí pudiera describir esa sensación en una sola palabra, le pondría su nombre.
No sé cuánto tiempo estuvimos mirándonos a los ojos, pero sí no hubiera sido por la tos falsa de Chantel, me hubiera quedado así todo el tiempo posible.– Te llevo a casa de tu hermana.– soltó Abraham y Chantel pegó un grito ahogado de sorpresa.
– No quiero ser grosera, pero Chantel ya ha quedado de llevarme.– sonreí con pena.
– No niña, recordé que tengo que quedarme aquí, porque...bueno porque... ya dale llévala Abe.– agregó Chantel.Sonreí, gracias por captar la indirecta amiga, pensé.
[...]
El camino a casa de Sky fue más corto de lo que creía, quizá fue por la plática que habíamos construido, ya había tenido conversaciones así con otras personas, pero quizá era más interesante porque era con Abraham.
Entre estarlo guiando por la ruta correcta y nuestra risas, no recordé que Oscar se encontraba estacionado afuera de la casa de Sky.– Abraham para!– dije alarmada y él frenó en seco.
– No me digas que he atropellado a un perrito, ¡no! ¡soy un mata perros!– chilló preocupado.
– No es eso tonto– reí– Esa es la camioneta de mi guarura, sí ve que he bajado de el coche le dirá a Rafael.
– Menos mal, ¿qué hacemos ahora? no se me ocurre nada.– bufó, pasando su mano por su cabellera.
– Ve y distráelo mientras yo salgo del coche, en cuanto llegue a aquellos matorrales estaré salvada, detrás de ellos está la puerta de la cocina.– solté.Sin una sola pregunta de su parte, bajó del auto y se dirigió a la camioneta negra que manejaba Oscar, tocó dos veces la ventanilla y vi como bajaba en respuesta, empecé a ver qué le hacía un par de preguntas, dios sabrá de qué y entonces con el pie vi la señal que me hizo de que me diera prisa.
Bajé lo más rápido que pude y corrí a los matorrales con toda la adrenalina que surgió en mi por el momento.Cuando logré entrar a la cocina me sentí como un animal de vuelta en su hábitat natural, subí con cuidado las escaleras y al llegar en mi cuarto lo cerré con seguro, me desmaquille y quite el vestido que llevaba puesto. Justo antes de quedarme dormida recibí un mensaje de un número desconocido.
Número Desconocido
Me gustó esto de ser chicos malos y huir de tu guarura, volvamos a repetirlo después, dulces sueños fugitiva casada.❤️– Un beso, el chico guapo de la fiesta.
Sonreí ante los recuerdos de la noche, y sin más caí en un profundo sueño.
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
5 votos y 3 comentarios para seguirla.🤭
ESTÁS LEYENDO
CONFIDENT - Abraham Mateo.
FanfictionUn amor confidencial. No hay salida. No hay oportunidad.