Roca, papel, tíjame ya!

capítulo3

Capítulo 3: Ajedrez

Rock terminó su ducha de la tarde para encontrar su teléfono brillando con un nuevo correo de voz. Se secó el pelo con la toalla y apretó el botón. La voz de Balalaika llenó la habitación.

" Soy yo ", dijo, y Rock la imaginó recostada, con un cigarro cubano en la mano. "Recibí su mensaje. Bien hecho en las traducciones, les hemos estado dando un buen uso".

Ya podía verla triangulando los datos, buscando informantes y cabos sueltos que amenazaban el flujo de heroína a través del sudeste asiático. Hotel Moscú nunca fue lento; Rock había oído hablar de tres nuevas explosiones en la ciudad desde que entregó los documentos hace una semana.

Hubo una breve pausa en la grabación, luego Balalaika se aclaró la garganta y continuó: "Sin embargo, hay algunas cosas que me gustaría preguntarle en persona. Estaré en el Hotel Marigold esta noche, llámame. cuando escuches esto ". Su voz se apagó de repente.

Marigold Hotel? Bueno, sería un buen cambio de la sofocante y estresante oficina de ella. Había dejado de tratar de adivinar qué estanterías eran puertas y qué libros escondían una pistola furtiva. Además, Revy le había dicho que a Balalaika no le importaba hacer ejecuciones allí, lo que lo hacía realmente sospechoso de las "manchas de café".

Rock se vistió antes de volver a llamar, dándose cuenta demasiado tarde de que había llamado a la oficina. El sargento de Balalaika recogió.

"Ella ya ha regresado al hotel", dijo Boris, con tono de gran paciencia. "Te enviaré un auto y le diré que vienes". Rock pudo escuchar una continua confusión de papeles sobre la línea. Aparentemente, algunos días 'segundo al mando' significaba 'secretario'. Dio las gracias a Boris por el ascensor y se dispuso a esperar.

Apenas eran las seis en punto cuando un sedán plateado se detuvo en el bordillo. Rock se dejó caer en el asiento trasero, cuidando de no arrugar su única chaqueta. Estaba agradecido de errar en el lado de demasiado atestado, ya que el automóvil atravesó el tráfico por la noche para dejarlo salir frente a un edificio con una elaborada fachada británica, con paneles de mármol veteado.

Balalaika no estaba cerca de la recepción. En su lugar, un hombre delgado llamado Lagransky lo llevó más allá de los botones y los hombres de negocios directamente al restaurante, un espacio exuberante y alfombrado que contenía elegantes mesas forjadas y su clientela igualmente delicada. Claramente, Roanapurr tenía un lado derechode la ciudad después de todo.

Rock se sentó, desconcertado por todo el lujo hasta que Balalaika golpeó la mesa frente a él.

"¿Quieres una bebida para empezar?" preguntó ella, sonriendo levemente.

Rock parpadeó. Balalaika se había quitado su traje afilado y se puso un traje de terciopelo negro, atado detrás de su cuello. Era imposible bloquear el hecho de que su vestido de cóctel era un gran apoyo para su pecho. Rock enterró su rostro en la lista de vinos, antes de darse cuenta de lo que ella dijo.

"Um ... ¿Estoy comiendo? ¿Con usted?" preguntó.

Balalaika levantó su vaso vacío, convocando a un camarero a su lado. "Por supuesto, Rock", dijo suavemente. "¿Por qué si no te pido aquí?" Su vaso se llenó de inmediato con un líquido marrón oscuro, casi negro en la luz tenue.

El camarero hizo lo mismo por él, ya que Rock estaba demasiado aturdido para rechazarlo. "Pensé que era conveniente para ti, no me di cuenta de que interrumpiría tu cena ..."

"No seas tan educado", dijo ella. "Quería tratarte por un trabajo bien hecho". Balalaika se inclinó sobre la mesa con los ojos brillantes. Tuvo el desafortunado efecto de empujar todo por encima de su cuello, que no era lo suficientemente alto para empezar.