Capítulo 4

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...

Una vez que se terminó por dormir en los brazos de aquel esqueleto despertó después atado de su cuello y debajo de  una colchoneta algo sucia. Era el cuarto de aquel otro Sans, el desquiciado y maldito enfermo que lo mantenía ahí. ¿Habra dormido tanto que el otro volvió y lo dejo ahi? según Papyrus así era y ahora este venía a verlo a la habitación seguido cuando según le dijo no iba a ver si sus trampas cazaron algo de comida, intento hablar y pedirle ayuda a pero este tampoco le ayudo.

-NYEH TRANQUILO , MIENTRAS SEAS BUENO Y TE PORTES BIEN MI HERMANO NO SE ENOJARA, EL TE QUIERE MUCHO Y NO QUIERE LASTIMARTE...PERO SI DE VERDAD NO QUIERES ESTAR ATADO ¡MANTENLO ALEGRE! SANS NO A ESTADO TRANQUILO NUNCA HASTA QUE TU LLEGASTE...DE HECHO YA LOGRASTE GANAR SU CONFIANZA SOLO DEBES HACERLO DE NUEVO -

No entendía...el no lo entendía, ¿ganar su confianza de vuelta? Pero acaba de conocer este asqueroso lugar, el olor a sangre y putrefacción se olía por todos lados y era tan asqueroso que le daba ganas de vomitar, pero por lo menos el mayor de los humanos aún no a vuelto de su salida al bar y eso le tranquilizaba a la vez que le espantaba el hecho de que volvería en cualquier momento. Intento de todos los lodos de quitarse aquella cadena de el collar de metal que le quitaba la magia, pero se notaba que estaba cerrado con llave, podía tantear la cerradura del pequeño candado en cual lo mantenía unido a los eslabones.

Golpeó varias veces la unión que tenía la cadena con la pared hasta dolerle la mano y se rindió por unos minutos. La comida que le trajo Papyrus no se veía nada bien y su sabor era horrible...tenía miedo de este lugar, nunca había estado en un universo tan horrible como este y lo peor es que estaba indefenso. Se rasco la nuca sintiendo como le dolía aquella zona por tantas rasgadas suyas hasta que se quedó petrificado sintiendo endiduras en forma de dientes sobre sus huesos, no podía ser aquello.

Esto estaba volviendole loco de los nervios y se quedó ahí abrazándose a sus piernas tratando de calmar su respiración. ¿Por qué está gente lo trataba asi? Si el no les había hecho nada...

Justo al pensar eso escucho y sintió pasos aproximándose a la puerta, se hizo pequeño contra la pared y nervioso oculto un poco su rostro al ver que quien entro era aquel desgraciado que lo mantenía aquí y golpeó. No quiso verle así que no pudo ver aquella larga sonrisa dirigida a él.

El mayor tenía sus ropas levemente manchadas de sangre y mugre, cerró la puerta con cerrojo y se despojo de aquel gran abrigo caminando hasta su compañero de cuarto, cuando llegó cerca de él se arrodilló y apoyo una de sus grandes manos sobre el cráneo del otro que tembló al sentirle.

- ¿ya estás mejor?...¿ya calmaste ese asqueroso enojo tuyo?...-

Ante el silencio sonrió de vuelta acercándose más hasta estar sentado en frente de él y a la fuerza le separó los brazos para mirarle el rostro.

- callado te vez más bonito jejeje...mmh tienes suerte de que no te rompi algún hueso -

Soltó unas risas más al verle forcejear y gruñir molesto por su agarre, pero el otro era tan débil que fue fácil domarlo hasta dejarle echado en la cama y el ponerse entre sus piernas, puso las manos de este arriba de su cráneo y así lo tenía completamente a su merced, jalo de su pierna para pegarlo más a él y empezar a besarle las costillas y pecho aún estando cubiertas por la ropa pero el menor se desesperaba como loco disgustado con aquel trato, tanto que se movía como podía estando casi aplastado por aquel gigante. Pero extrañamente se sentía muy sofocante y hasta estaba reaccionando sin quererlo a esos constantes roses y besos que pasaron a ser lambidas que le calaban los huesos y erizaba su alma en exitación...se sentía tan asqueroso.

-¡Aléjate de mí! ¡Basta no quiero!-

- si quieres~ tu cuerpo me necesita después de estar tanto tiempo separados...-

- ¡¡Estás loco!! ¡¡¡Ayuda!!!-

Por tantos gritos el mayor no tubo de otra que callarlo con una mano por su grito de dolor.

-¿Que dije sobre gritar? Cállate o no seré nada gentil contigo estúpido-

El de colmillos asintió al otro intentando mantenerse callado a partir de ahora, la cara del otro daba terror absoluto y al tenerlo más de cerca esa pupila roja de magia le dejaba paralizado. Cerró las cuencas no queriendo ver qué le haría al sentir esas manos sobre el paseándose por sus huesos.

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Caníbal Reformacion +18 HorrorxFellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora