The Summer Comes With A Cat | Showki 🌸 Changkyun

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A pesar del frío que le calaba hasta los huesos, Changkyun siempre pensó que el invierno era la estación más linda del año. Podía jugar con la nieve y moldear muñecos con ella. Intentar atrapar los pequeños copos con la lengua e incluso hacer angeles con su cuerpo.

Esta temporada no era la excepción, de hecho, le parecía mucho más bonita porque finalmente estaba en un hogar en el que no le obligaban a hacer trabajos duros o sucios. En el que no tenía miedo de decir algo o de siquiera querer mirar caricaturas en la televisión.

Al principio HyunWoo se había mostrado arisco y un poco frío, pero un par de miraditas por parte de KiHyun bastaron para que su temperamento volviera a ser tranquilo y noble. Le agradaban, no sabía hasta cuando se terminaría su estadía en aquella casa, pero igual se sentía agradecido.

Hacía cosas que nunca había hecho, o al menos no porque él quisiera. Hasta el momento y sin razón alguna, disfrutaba ir al supermercado junto con KiHyun y HyunWoo. Unos meses atrás, cuando solía vivir con la familia Moore, era obligado a ir a comprar unas cuantas latas de comida y cerveza, pues el señor de la casa era un alcoholico miserable que golpeaba a su mujer —que por cierto no era para nada dulce y su aliento apestaba a cigarrillos— y solamente tenían a los niños que servicios infantiles les referían por los cheques.

Ahora, podía ir sentado en el cochesito bebiendo algún cubito con zumo de naranja o comiendo algún caramelo. HyunWoo le contaba cosas fantásticas acerca de lo que cocinaban en su restaurante y como era manejado este, lo emocionado que lo ponía saber que los críticos le daban buenas reseñas y lo bien que le quedaba el risotto. Incluso alguna vez le contó sobre sus viajes en el extranjero y como descubrió su vocación. KiHyun no era diferente, le contaba sobre su lucha política y lo mucho que detestaba las injusticias. De hecho, entendía porque es que ellos estaban tan enamorados y la verdad era que, según ChangKyun, eran completamente distintos.

Por su parte, HyunWoo era reservado y de cierta manera dulce, había ocupado la mayor parte de su juventud viajando y descubriendo nuevos sabores. Pintando su mundo de exquisitez global y elegante simpleza, él era como el jazz. Mientas que KiHyun, gozaba de un alma rebelde y obstinada. Desde que era un universitario se había mostrado interesado por problemáticas sociales y políticas, había ido de manifestación en manifestación persiguiendo alguna causa o intentando crear justicia social; el era como el rock psicodélico de los años sesenta. No había manera de encajarlos, pero igual eran hermosos a su manera... esperaba algún día saber cómo es que habían terminado juntos.

Una soleada, pero fría mañana de diciembre, HyunWoo —o Shownu, como de vez en cuando solía llamarlo KiHyun— se encontraba preparando panqueques para el desayuno. Nada fuera de lo normal, salvo que no se encontraba vestido con algún pijama o su filipina perfectamente blanca para ir al trabajo. De hecho, estaba vestido con unos pantalones deportivos negros y una sudadera blanca con algunos detalles en rojo. El punto medio, significaba qué tal vez no iría al trabajo, le entusiasmó pensar en ello, pues sabía que muy probablemente harían algo juntos, lo que fuera estaría bien.

KiHyun bajo las escaleras con su celular el mano, y al igual que Shownu, estaba vestido de un manera nada formal. Unos jeans de mezclilla claros, un suéter negro y listo. KiHyun sonrió alejando su vista del aparato y dirigiendo completamente su atención a él, dio un beso en su frente y dijo buenos días, Kyunie. Después se dirigió a su pareja y le dio un beso en los labios, uno que duro lo justo para decirle lo mucho que lo había extrañado por la mañana y aún así no volver las cosas incomodas frente a ChangKyun.

Sentados los tres en la mesa, HyunWoo le decía la importancia que tenía que comenzara la escuela cuanto antes y KiHyun asentía aún tomando un sorbo de su café y aunque llegó un momento en la plática en el que comenzaron una pequeña disputa sobre si la educación pública o la privada era mejor, el timbre de la puerta principal sonó.