Destinados.

CAPITULO 1

Me encontraba sola en la casa de mi mejor amiga, mirando la televisión, mientras ella compartía conmigo emocionada detalles sobre un chico que acababa de conocer gracias a amigos en común. Agos, con los ojos brillando de entusiasmo, revisaba su celular y me contaba con alegria.

— Es que, Jenny, no sabes lo lindo que es... — comentó — ¡Me habló, Jenny me habló!.

— Respóndele, Agos — le sugerí. Ya no me emocionaba mucho por este tipo de situaciones, ya que ella solía tener distintos enamorados cada semana. Estaba acostumbrada a sus efímeros romances.

— Igual, es lindo y todo, pero no quiero nada con él... Todavía no puedo superar del todo a Rafa — mencionó Agos.  

Ahí estaba, la sombra de Rafa, un chico que la había herido profundamente en distintos niveles y que seguía afectando sus emociones.

Agos, a pesar de recibir el interés genuino de otros chicos, parecía atrapada en un ciclo de ilusiones y desilusiones, incapaz de superar completamente su pasado con Rafa. La situación era compleja, y yo, acostumbrada a sus breves romances, no podía evitar sentir cierta resignación ante sus palabras.

— Mañana, para mi cumpleaños, va a venir y lo vas a conocer — dijo Agos mientras me tocaba la pierna.

Acepté con un asentimiento, pero un silencio cargado de emociones no expresadas se instaló entre nosotras mientras continuábamos mirando la televisión.

El silencio se interrumpió abruptamente con las palabras de Agos, provocando que la mire con atención.

— No sé si sabías que Rafa está en una relación... — mencionó Agos, dejando sus palabras suspendidas en el aire, creando una pausa cargada de suspenso. 

Suspiré tratando de encontrar las palabras adecuadas.

— Agos, lo siento mucho. Sé lo que sientes por él — intenté consolarla, rodeándola con mis brazos en un gesto de apoyo.

— No te preocupes, estoy bien. Quién sabe, tal vez mañana vea mis fotos con Franck — Agos respondió con una sonrisa forzada, tratando de restar importancia al dolor que estaba sintiendo. Sin embargo, su risa encerraba un matiz de amargura.

Fue entonces cuando una revelación impactante tomó forma en mi mente: Franck, el chico que había aparecido en nuestra conversación, era, de alguna manera, un anzuelo clave de Agos para pescar la atención de Rafa.

— No me digas que estás usando a este chico para darle celos — señalé, clavando mi mirada en la suya con preocupación.

— Jenny, no sabes cuánto extraño a Rafa y no encuentro formas de captar su atención. No me cuestiones, eres mi amiga, apóyame — me reclamó, sosteniendo mi mirada.

Aunque me preocupaba la dirección que estaba tomando todo esto, asentí en señal de comprensión. Agos estaba lidiando con sus propios sentimientos, y como amiga, mi papel era brindarle apoyo.

— Está bien, Agos. Solo espero que nadie termine con el corazón roto... 

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El despertar en el día del cumpleaños de Agos estaba llena de energía y entusiasmo.  La sorprendí  al gritarle "Felices 18" y  saltar de alegría. Su reacción fue la típica de Agos, esa mezcla de cariño escaso y un toque de sarcasmo mientras me empujaba juguetonamente.

Expresarle mi amor era una costumbre, me consideraba una persona bastante demostrativa y cariñosa, todo lo contrario a mi amiga, creo que por eso nos convertimos en mejores amigas.