Keith y Lance se habían conocido cuando eran niños, había sido una reunión de reinos y sus padres los habían llevado, la reunión era en el castillo de los leones, hogar de Lance. Kroila era la madre de Keith y Texas su padre, Shiro era el tutor del pequeño príncipe y ese día lo había dejado suelto en el castillo.
El rey Alfor y la reina Melenor tenían a dos hijos, Allura y Lance, ese día Allura estaba enferma por lo que Lance pudo burlar fácilmente a los guardias y salir a recorrer el castillo, iba corriendo con su pequeña capa al aire cuando choco con algo o alguien.
-fíjate por donde vas- murmuro la persona
-perdón, fue culpa mía- Lance se sentó en el suelo viendo al niño frente a él, tenía la piel morada, orejas puntiagudas como las suyas, cabello negro, ojos morados y vestía como príncipe- me llamo Lance
-soy Keith, vengo con los Galra- Keith no podía dejar de ver al moreno frente a él, tenía unos hermosos ojos azules, y le quedaba muy bien el azul, sus marcas eran de un tono rojo como vino, le gustaba más que las marcas azules que había visto en el rey Alfor.
-yo vivo aquí- se levantó del suelo Lance
-¿También eres príncipe como yo?- pregunto inocentemente Keith
-sip, vamos a jugar- y con eso tomo la mano de Keith jalándolo a los jardines
Desde una ventana Coran veía a los pequeño príncipes jugar sonriendo al ver lo bien que se llevaban, esa no fue la única reunión en donde se vieron, las que le siguieron no podían dejar de jugar hasta que sus papas los regañaban.
Pero al cumplir 12 años, Keith dejo de ir, Lance se sintió muy triste, tanto que se encerró en su habitación tres días para llorar, no solo veía a Keith en las reuniones, a veces se comunicaban por cartas o acordaban verse en algún lugar intermedio a sus castillos.
Kroila no le había prohibido ir a ver a Lance totalmente, ni tampoco Shiro pero si habían hablado con el sobre que ya estaba comprometido con alguien y cuando cumpliera 20 años se le presentaría su pareja. Keith sabía que amaba pasar tiempo con Lance, estar con el moreno era como estar en su zona cero, un lugar donde nada exterior pasaba.
Ambos chicos habían aguantado su tristeza pero al cumplir 15 años Lance no pudo más, su padre le contó de su compromiso, el era un doncel por lo que podía tener hijos y el motivo por el cual no comprometió a su hermana era su delicada salud, a pesar de ser la mayor caía enferma muy fácilmente, ella odiaba eso porque quería aprender todo el castillo, como gobernar, o como ayudara su hermano pero la limitaba su salud.
Esa noche Lance escapo del castillo y se fue a refugiar a una cueva cerca del bosque donde siempre veía a Keith, ahí se derrumbó, lloró todo lo que no había llorado sin ocultar sus sollozos y pequeños gritos maldiciendo a todos. Empezó a llover gracias a su profunda conexión con ese elemento, su hermana era más de plantas y árboles, él era de agua.
La lluvia alerto a todos en el castillo de los leones y a Keith, el sabia la conexión de Lance con el agua por el que ver una lluvia torrencial en verano era raro, sin dudarlo salió montado en un deslizador que había construido había el castillo de los leones en donde encontró a todos buscando al príncipe.
-desde que dejaste de venir eta mal, muy al, hay días que ni se le ve en el castillo- informo Allura al ver al príncipe Galra llegar
-es mi culpa, creí que alejándome cesarían todos los sentimientos que tengo por el- enojado apretó sus puños hasta que se veían de un rosa casi blanco
-pero fue su decidieron salirse- dijo el rey desde la puerta- si sabes dónde puede estar te pido por favor que lo busques- pidió casi rogo Alfor tomando las manos del chico
