DÍA 23: Flight

104 6 0
                                    

-demonios Lance no te puedes quedar como un granjero toda tu maldita vida cuando amas pilotar lo que sea que vuele- grito Keith a un muy sorprendido Lance

Y es que Keith había estado visitando constantemente a Lance en su granja, sabía que el moreno desde que se unieron a Voltron anhelaba regresar a su casa, con su familia, y tener una vida tranquila...pero también había visto lo mucho que amaba volar, cuanto lo disfrutaba y lo bien que lo hacía.

Así que un día harto de que Lance se quedara melancólico viendo el tiempo pasar decidió decirle todo lo que hace tiempo llevaba pensando, y no solo porque amaba con todo su corazón a ese moreno, no lo así solo por eso, lo hacía porque no quería ver como su talento se desperdiciaba y de paso tuviera una vida triste.

Había hasta hecho un trato con el mismo demonio –alias Griffin- para que le prestara su nave un rato, se la había prestado con la condición de que dejaran que Kinkade gravara a Hunk haciendo algo de comida.

Y ahora ahí estaba, frente al moreno bajo un enorme árbol rodeado por las flores alteanas, intentado hacer entrar en razón a Lance y saliera de su zona de confort de nuevo.

-mira, sé que anhelabas regresar por tu familia pero ahora ya la tienes de vuelta, no hay Galras locos intentado destruir la tierra y puedes volver a volar, por favor- Keith se arrodillo a donde Lance estaba sentado- no desperdicies tu talento para volar- Keith tomo la mano del moreno y lo vio a los ojos

Lance suspiro y alzo su cabeza al cielo, viendo como estaba despejado, sin nubes y un agradable sol que no te rostizaba, tenía que darle untos al mitad Galra por lo que le había dicho, realmente había dado en el clavo y ya hasta sus padres habían hablado con el sobre seguir su vida, no solo quedarse en la granja, volver a Garrison, con sus compañeros.

Keith al notar pensativo a su amor platónico no dudo en parase, cargarlo como costal de papas y correr hacia la nave de Griffin y subirlo como piloto, el corrió y se sentó en la parte de atrás rezando a todos los dioses que conocía para que no lo regañara.

Pero contrario a eso Lance sonrió y arranco la nave, no tardaron en despegar haciendo suspirar a Keith y disfrutar el vuelo. Al estar en el aire Lance solo podía sonreír y volar, hacia piruetas, baja y subía la velocidad oyendo a veces los jadeos de sorpresa de su compañero de vuelo, casi lo sentía aferrarse al asiento por la velocidad.

Al atardecer Lance no dudo en mostrarle algo especial a Keith, al atardecer ya había bastantes nubes por lo que voló hacia arriba de ellas, dejando ver un atardecer naranja y algo rosa, Keith sonrió y no pudo evitar poner una de sus manos en el hombro de Lance, habría querido abrazarlo o tomar su mano pero no se podía, aunque Lance entendió lo que quería por lo que tomo la mano de Keith volando solo con la otra.

Cuando el cielo empezó a volverse obscuro bajo de las nubes encontrado los últimos tonos del atardecer, solo bastaron unos minutos mas para que volvieran arriba de las nubes encontrando el cielo estrellado, ese cielo que tantas veces habían visto desde fuera de su planeta.

-es hermoso- sonrió Keith sin poder dejar de ver las estrellas

-amaba hacer esto con Red, amo volar Keith- sonrió el moreno quien aun sostenía la mano del otro entre la suya

-vuelve a hacerlo, apuesto a que los Holt estarán encantados de hacerte una nave especial para ti, Iverson y Shiro estarán vueltos locos con tan buen piloto- soltó sin medir la cantidad de cumplidos

-si sigues con los cumplidos empezare a sospechar que no eres Keith- bromeo el moreno

Entre platicas y bromas regresaron a Garrison a entregar la nave, Griffin ya los esperaba para asegurarse que su nave estuviera en buenas condiciones, Lance se burló un poco de eso y después de que Keith casi arrastrara al moreno afuera se quedaron viendo como las nubes empezaban a esparcirse y se dejaba ver la luna.

-gracias Keith- sonrió el moreno quien ya empezaba a planear como volver a Garrison

-solo espero que también le digas a Pidge que me haga una nave, no puedo utilizar las de la espada de Marmora por siempre- sonrió poniendo su mano en el hombro del otro chico

Pidge no se tardó nada en construirles unas naves con ayuda de su hermano, le había dicho a su madre que se encargara de pintarlas una de rojo y la otra de negro pero la señora Holt había visto cómo veía Keith al moreno, así que tomo un morado metalizado y pinto las dos así.

Cuando los ex paladines fueron a recoger sus naves se sorprendieron, Pidge iba a regañara su madre pero al ver que a sus amigos no les molestaba para nada se resistió.

KlancemberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora