love shot [paused]

prólogo

El frío se hacía presente en cada rincón de la habitación y, la pequeña frazada no evitaba que también invadiera su cuerpo. Se movió hacia un lado de la cama esperando encontrar calor, pero de nuevo sintió el balde de agua fría caer sobre él, al estirar su brazo se dio cuenta que él ya no se encontraba más a su lado. Un escalofrío recorrió su cuerpo, su respiración se detuvo y mordió su labio para evitar soltar un sollozo.

Empezaba el invierno y eso le hacía recordarlo más. Se había ido hace un mes atrás y recién hacía unos días por fin lo había aceptado, pero tardaría en acostumbrarse al frío y soledad que había dejado tanto en su casa como en su vida. Días como estos, cuando el frío calaba hasta los huesos, le hacían extrañarlo más y recordar lo solo que estaba.

Cerró sus ojos. ¿Qué sentido tiene seguir?

Repetía esa pregunta todos los días antes de levantarse de la cama y sobrevivir el día a día en el mundo, aunque ahora su vida ya no se hallase en peligro había deudas que pagar y un estómago que llenar. Mentiría si dijera que no extrañaba la adrenalina de traer un arma en mano y disparar; inclusive extrañaba el montarse en la moto y no preocuparse por no chocar, sino que solo se encargaba de abrazar fuerte la cintura de él y observar la ciudad mientras el viento golpeaba su rostro y despeinaba su cabello.

Recordando eso, tomó el arma bajo su colchón y se apuntó justo en la cabeza. Los momentos felices con Jaehyun aparecían en su mente como si de una película se tratase, las lágrimas rodaban por sus mejillas y le quitó el seguro.

— Solo quiero estar contigo.

Posicionó su dedo sobre el gatillo sin hacer presión, y miró por última vez su habitación, aquella fue testigo de cada caricia y beso de los dos. Volvió a cerrar sus ojos y sollozó, esta vez su mente trajo el recuerdo del disparo que le había quitado la vida a su amor. Recordaba muy bien la figura que había disparado en contra de él, y su sangre se llenó de coraje; quería hacerlo sufrir y que le suplicara por su muerte, quería que pagara por haber matado a Jaehyun.

Eso fue lo que detonó su coraje, se sentó de golpe en su cama y miró su arma, no podía irse aún. Jimin pudo haber muerto también en ese tiroteo pero no fue así; aún seguía vivo y con ganas de vengarse, no solo por la muerte de su familia sino también por la de Jaehyun.