Mi primer te quiero

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No se por donde empezar, tal vez porque nunca supe cuando comenzó todo lo nuestro, sólo sé que al principio me daba miedo estar tan cerca tuyo, me avergonzaba de mi misma, es que tenes que entender que nunca me entró en la cabeza como alguien como vos se fijó en mi.
Jamás lo habia intentando con nadie por miedo, pero por vos olvidé eso.
Lo ironico es que ambos pensabamos lo mismo, nos sentiamos tan insuficientes el uno para el otro, que siempre dábamos hasta lo ultimo que nos quedaba del día.

Ha pasado el tiempo, y sigues siendo esa corriente eléctrica que me paraliza. Y no sabes cómo me duele que de tanto querernos, ahora nuestros caminos estén tan distanciados, porque ni un atajo en común tenemos.

Ultimamente has aparecido con frecuancia en mi mente, los recuerdos no me sueltan y aun me sostengo de tu "estoy enamorado de vos".
Se me hace imposible no culparnos, a mi por caprichosa inestable, que nunca supo lo que quiso, y a ti por desatento egocéntrico que me quería pero no sabía cómo; pero yo soy la que más lamenta, porque te solté cuando las cosas comenzaban a complicarse, cuando más nos queríamos, decidí decirte adiós.
Y es la desicion que más lamento hasta el día de hoy.

Me he dado cuenta que puedo superar lo que sea, a cualquiera pero a vos jamás te voy a poder dejar ir, eres ese amor que me enseñó tanto de todo que ahora sé querer y sólo quiero quererte de nuevo, hacerte saber que he cambiado y que no me quiero rendir con nadie y mucho menos con lo nuestro.
Si sólo creyeras que he intentado dejar de recordarnos...

Y perdón, por haberme cagado tanto en lo nuestro, estaba aprendiendo a querer. Te solté porque pensaba que tu querer me lastimaba, cuando en realidad sólo no aceptaba el querer ajeno. Perdón, pero la verdad es que lo nuestro siempre nos dejó con sabor de querer más el uno del otro.
Mi parte más inocente aún cree que en un cierto tiempo podremos ser. Porque podré conocer las personas que quiera, pero nadie que me abrace como vos, podré estar con alguien más, pero ya no seré la misma. Te robaste mi parte más atenta, más dulce, más detallista, mi parte más inocente. Y digo robar porque no me nace ser cariñosa, ni dar caricias, ni pensar en alguien como lo hacía contigo. Y cada vez que lo intento, apareces vos agarrándome la cara y diciendo "te quiero" .

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