Desvarío

Parte 5.

El loco se da cuenta de su mente retorcida cuando puede ver la causa desde cierta distancia. Pero, por muy cuerdo que te creas analizando aquello que ya superaste, amigo mio, siempre hay una razón.
Otra cosa de la que soy consciente es que, no somos capaces de analizarnos de la misma forma en que analizamos a los demás. En este punto, debes pensar que sí, hay algo mal en mi cabeza. Pero, ¿y en la tuya? ¿no reconoces algo de mi en ti? Me lees y te soy familiar, no hace falta que te detengas en los detalles. Acá no somos sanos. Desvarías tu también. Si quieres, yo exploto por ambos.

Ella me volvió loco. Y, como mencioné, no me di cuenta hasta pasar cierto largo tiempo. No la amé. No me enamoró. Dudo aún si la quise. Pero había algo, aún hay algo. Quizá fue exactamente eso. No pude amarla. No me pude enamorar. ¡Y que mujer! Loca. Pero loca de verdad. He conocido cantidad de personas, pero como ella... Era capaz de trasmitir algo que ninguna otra persona puede. Tenia su cuerpo desnudo, abrazado a mi. Frágil y serena. Reía y me protegía. No tienen idea de lo que escuchaba. Ahí estaba pero... cuánto muro que la rodeaba. La conozco tanto que sé que no la puedo conocer entera, solo lo que me permita. Me hace sentir impotente y demasiado libre. No puedo tenerla. No puedo. Se me escapa, ella escapa de todo. Bastante solitaria, mucho mas que yo. La diferencia es que en sus ojos, veía tanto sufrimiento, pero a la vez aceptación. Que mina rara. Me amaba noches enteras; eramos uno solo, un eterno, almas en éxtasis, en serio, lo sentía; y al otro día, o de un segundo a otro, desaparecía, algo en su ser se vaciaba. Y no podía fingir. Me hubiera encantado si solo supiera mentir. Pero ella, tan transparente. No podía contra eso. Que disfrute, me decía; pero yo, incapaz de entregarme completo porque no me aseguraba nada. Me volvió loco. Y estoy, cuando ella quiera. Porque necesita su tiempo. A mi envuelve, pero trato de controlarme. Y buscar por otro lado. Y distraerme. No se que voy a hacer cuando me deje. Porque pasan días, y si no me habla, yo la extraño. En cierto tiempo va a dejar de contestarme. No me va a necesitar. Es mas, dudo que alguna vez me necesite, quizá le soy una especie de distracción. Lindos recuerdos pero no, no la amo. Aun así me gusta y en serio va a dolerme. Cuando se canse y encuentre otros sentires. Cuando otro hombre loco y libre si la ame. Cuando la vea paseando con él, de su mano, y bebiendo, y riendo de sus ocurrencias, sus comentarios e indecencias. Si, vas a ser feliz y voy brindar por vos, sonriendo. Pero, amigo, como va a dolerme.
Porque no se trata de ella, es ley que se aplica a todas mis parejas. Entonces, se trata de mí.