Sin título

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Mi querida Pitufa, ha pasado un tiempo desde la última vez que escribí. 

Lo único que tengo a la mano es un lápiz mordido que encontré en el fondo de una bolsa que creí perdida. Verás, en mi vida han pasado muchas cosas, ¿sabes?  Ese chico idiota intentó besarme. A veces me pregunto si estoy haciendo algo malo, porque no logro entender en qué momento le di alguna señal de que yo sentía atracción por él, o que acto fue mal interpretado. No tengo fama de ser una chica fácil, tú mejor que nadie sabe la relación larga y duradera que tuve con Seth, y el hecho de que Dylan se haya alejado de mí es algo que aún no entiendo del todo. Ayer Annie vino a verme, hablamos un poco, pero sentí una gran distancia entre nosotras, a pesar de que la tenía tan cerca. Dios, esto parece ser tan deprimente que hasta me doy pena. Pero venga ya, que siempre sale el sol al final de la tormenta, ¿o cómo era? 

Bien, aquí van las buenas noticias: 

1. De cierta forma, mis padres están prácticamente obligados a tener una buena relación gracias a la tragedia del accidente. Odio escribirlo, pero creo que estoy agradecida por ello. Discuten menos. 

2. Mi hermana es más sociable que antes, habla más y eso me da gusto como no tienes una idea. A veces la visito, aunque ella nunca logra verme. Me agrada que esté viviendo realmente su vida, como debería de hacerlo. 

Y bien, había un chico realmente lindo que me gustaba mucho, pero lo conocí y dejó de gustarme. Luego está otro que es mi amigo y gracias al cielo tiene una relación abierta con una chica que está igual de loca que él. 

* * * * * * * * * * *

Su risa siempre hace que me sienta un poco mejor. Pero lo que realmente me tiene como loca, es la ocurrencia y vitalidad que transmite todo su ser.

Es nuestra primera cita. Me siento una tonta por haber traído esto y escribir mientras espero. Pero me agrada, realmente me agrada. No siento las cosquillas, pero sí los nervios de algo nuevo que apenas empieza a crecer. 

Sin querer se me salió el agua por la nariz, no pude evitarlo, era eso o escupir la bebida en toda su cara jajaja. Me encanta reírme por cualquier cosa, y es que estar triste a estas alturas es algo demasiado absurdo, ¿no lo crees? 

Diablos, aquí viene, ya habrá otro momento para que te cuente lo de hoy. 

Gracias por estar Pitufa, bai. 

* * * * * * * * * * *

Estoy aburridaaaaa, duuuuuu, laaaaaa laaaaa laaaaaa. JAJAJAJAJAJA. 

Afuera hace un frío infernal, tengo los dedos congelados mientras escribo esto, y se supone que yo debería de estar haciendo mi tarea justo ahora, pero ñeeeee, al rato. Estoy disfrutando de no hacer nada. Además quiero escribir algo que recordé justo ahorita, es el tipo de cosas que me gustaría leer en otro momento, por el simple placer de recordar que pasó. 

Ese día estaba con mi hermana haciendo absolutamente nada, así que elegimos salir a caminar un rato para pasar el día juntas. Terminamos sentadas en la banca de un parque medio aburrido, pero había chicos entrenando para el partido de fútbol que habría algún día de alguna semana (eh, que no me culpes porque no me gusta el fútbol jiji). 

Total que había varios perros cerca, pero como obvio no era un parque de lujo, los perritos eran callejeros, o quizás sus dueños andaban por ahí dándose el lote, no lo sé, y la verdad es que no importa porque fue algo bastante vergonzoso. 

Yo llevaba mi mochila de la escuela, entonces la usé como almohada y me recosté en el pasto. Mi hermana me estaba sacando fotos y yo hacía poses ridículas para divertirnos, hicimos eso un largo tiempo, pero los chicos que estaban entrenando ocupaban gran parte de la cancha. 

Eeeeeeeeen fin, la verdad es que todo pasó demasiado rápido:

- Mira, ahí viene un perrito -la cara de mi hermana no podía ser más adorable.

- Cosita tierna, quiere jugar con nosotras.

El perrito que de chiquito no tenía nada, se nos acercó  moviendo la cola. Me olfateó y lo acaricié un rato.

- Hola precioso, ¿cómo estás? ¿Quieres ser acariciado? Ay qué lindo eres, mira nada más que eres bien portadito. Qué chulada de perrito eres, quién lo quiere, po'yooo. 

Todo pasó demasiado rápido. 

El perro pescó mi mochila con sus dientes y empezó a correr. 

El entrenador sonó el silbato y detuvo el partido cuando el tremendo animal se atravesó. 

Yo reaccioné tarde y empecé a correr detrás del perro. 

J e s u c r i s t o. 

Mi hermana muriéndose de la risa y tapándose la cara.

Mi hermana alejándose de mí por la vergüenza.

Yo correteando al perro.

Yo atravesando la cancha como loca.

Todos los jugadores riéndose de mí.

Bendito sea el señor, ¿en qué momento se invirtieron los papeles?

El perro me estaba correteando con mi mochila en su hocico. 

Qué tonta, yo quiero atrapar mi mochila huyendo de él. 

Ha sido la tarde más divertida de mi vida. 

Estuve corriendo por diez minutos detrás del perro. 

El ingrato no quería darme la mochila, así que empezamos una guerra. 

Atrapé una cinta de mi mochila y tiré de ella. 

El perro no la soltaba y empezamos a forcejear.

- Perrito, esto no es divertido, ya dame mi mochila por favor, ándale ¿si, chiquito precioso? 

Sip, esa soy yo hablando con un perro. 

Después de lo que me pareció una eternidad, uno de los chicos se apiadó de mi y ahuyentó al perro, que soltó mi mochila y por fin pude recuperarla. 

- Qué oso, correteaste a un perro por tu mochila -mi hermana no paraba de reírse. 


Diario de una Chica Popular.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora