Recuperarte → jenlisa

Verdad o reto.

— ¿Perdón? —pregunté realmente creyendo que había escuchado mal lo que Minho me había dicho.

Minho era un sujeto amigable, cuando empezó su relación con Jisoo hace como mil años, ella nos lo presentó a mí y a mi hermano y nos cayó bastante bien, no es un amigo cercano, pero aun así podemos seguir considerándolo de esa manera. Incluso había acompañado a Jisoo y a Jennie a verme a mis partidos de fútbol.

—Lo que escuchaste, Lisa. Quiero que te alejes de la prima de mi novia —me repitió esta vez con la voz más firme y yo menos podía creerlo. Sin embargo, una vez que salí de mi lapso de incredulidad, le respondí.

—Mira, Minho, por muy novio que seas de Jisoo, no creo que eso te de algún derecho de decirme si puedo o no acercarme a Jennie, sobre todo porque si ella pasa tiempo conmigo es porque así lo quiere.

—Es que no te lo estoy pidiendo como el novio de Jisoo, sino como el amigo de Kai y aunque no lo creas también como el tuyo —su voz se suavizó un poco, pero aun así yo ya estaba bastante irritada—. No me gusta que te andes metiendo entre ellos dos, llevan tres meses juntos y tú ahí en la mitad haciendo mal tercio.

— ¿Qué dices, Minho? Yo no estoy haciendo mal tercio. Además, tres meses tampoco es mucho que digamos.

—Precisamente, Lisa. Piénsalo un poco. ¿No crees que si Jennie tuviera intenciones de dejarlo ya lo hubiera hecho? Como tú dices, son sólo tres meses y es por eso que te lo digo como tu amigo también. No quiero que ninguno salga lastimado o que rompamos el grupo que tenemos sólo por sus líos de faldas —explicó su punto y antes de que pudiera responder, Jisoo y Jennie se acercaron.

Todos se empezaron a subir a la camioneta y yo me quedé ahí un momento, recargada en la parte trasera del vehículo, porque aquella última pregunta de Minho había logrado hacer eco dentro de mi cabeza.

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La camioneta de Minho es una Toyota Hilux roja, así que se divide en tres, los asientos de adelante, los asientos de atrás, y el baúl que es descapotado, muy grande y al aire libre. Se suponía que Minho sería el conductor y Jisoo cargaría a Seungeon en el asiento del copiloto, mi hermano, Jennie y yo iríamos en los asientos traseros y Rosé y su novio irían en el baúl junto con las cobijas y las almohadas —la mejor parte del auto si me lo preguntas—, el resto de las cosas, como dije antes, iban amarradas en el techo. Cuando abrí la puerta, Jennie estaba sentada en el centro y le daba golpecitos al asiento donde ella quería que yo me sentara, el cual estaba obviamente a su lado. Yo miré hacia afuera de la camioneta y Minho me estaba viendo de forma inquisitoria, así que solo podía decirle una cosa a Jennie.

—No, así está bien, yo me voy atrás con Rosé y Nick —ella me miro extrañada.

— ¿Qué? ¿Por qué? Ven, siéntate aquí conmigo —insistió ya que habíamos quedado en pasar juntas todo el viaje.

—No, yo me voy atrás —dije, ladeando la cabeza y arrugando la nariz ligeramente, era una señal que teníamos Jennie y yo cuando algo pasaba y no podíamos decirlo en ese momento, señal que ella entendió.

— ¡Oh! Vale, vete atrás, no hay problema —me sonrió y luego me senté atrás en el baúl.

Cuando Minho me vio subirme en la parte de atrás, dejo de mirarme y finalmente arrancamos.

El viaje tardó poco menos de dos horas y llegamos al sitio que habíamos elegido para acampar a eso de las diez de la mañana. Todos estiramos las piernas y empezamos a bajar el equipaje y a armar las tiendas de campaña. Cuando ya estaban casi armadas, no pude aguantar más, tenía que hablar con Jennie, ese comentario de Minho me dejó pensando. ¿Y si él tenía razón y sólo estaba perdiendo mi tiempo? ¿Y si Jennie a quien quería era a Jongin? Definitivamente teníamos que hablar.