Cherik

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Peter iba enfurruñado y de brazos cruzados, Wanda por su parte iba con la mirada fija en la ventana, los gemelos Lehnsherr iban indignados, no podían creer que pasarían navidad con su padre, Erik Lehnsherr.

– Niños por favor – pidió Erik ya frustrado mientras golpeaba el volante – ninguno de nosotros quería pasar esto juntos – en ese momento se dio cuenta que su elección de palabras había sido errada, sólo se confirmó cuando Wanda soltó un fuerte sollozo.

– Padre eres un Arschloch – soltó Peter mientras lamía uno de sus caramelos – lo que sea que eso signifique, pero mamá siempre lo dice – explicó el niño mientras levantaba los hombros pues no entendía mucho. Erik estaba seguro de que en esos momentos sus mejillas estaban rojas de ira, tendría una conversación muy importante con Magda respecto a como se expresa delante de sus hijos.

– Wanda, amor. Se que preferirías estar con mami, pero ella tuvo algo muy importante que hacer – "como viajar en último momento con su novio diez años menor" pensó de forma irónica – así que esta noche la pasaremos todos juntos, prometo encargar la comida que ustedes quieran.

– Pero...pero como santa sabrá que tiene que ir a tu casa y no a la nuestra – al parecer ese el origen de todo el malestar en sus hijos, Peter miraba a su hermana asistiendo, al parecer él tenía la misma duda.

– Santa es un – "viejo gorda moralista" pero nuevamente guardo sus más oscuros pensamientos – una persona muy inteligente, además, de seguro alguno de sus duendes ya les contó donde pasaran la noche, así que no se preocupen que si se han portado bien tendrán sus regalos bajo... – en ese momento se quería dar un golpe, él no tenía ningún árbol navideño y ya era lo suficientemente tarde para ir por uno, sabía que le esperaba una nueva batalla, ya tendría que inventar algo con los niños.

- Oh rayos, creo que sólo recibiré carbón, al menos podré hacer una barbacoa – expresó Peter de forma calmada mientras seguía comiendo caramelos, Erik no pudo evitar soltar una carcajada, su hijo era realmente ocurrente.

Los gemelos corrían por el lujoso edificio, juntos saludaron con una gran sonrisa a Alex el conserje quien les regaló algunas galletas navideñas que había dejado la señorita Frost para los habitantes del lugar.

– Summers, ¿Cuánto por el árbol? – pidió Erik en un susurro mientras apuntaba la decoración navideña de su edificio.

– Lo siento señor Lehnsherr pero no está a la venta, el dueño me mataría si lo llegase a vender – Erik asistió con la cabeza, mientras seguía buscando alguna solución. Aunque su cabeza sólo habían palabras de odio dirigidas especialmente a su ex esposa, quien había tenido la desfachatez de avisarle el día veinticuatro al medio día que no se iría de vacaciones y debía quedarse con los niños, gracias a las hechos imprevistos él no se había preparado para pasar su primera navidad con los niños.

Peter y Wanda corrían riendo cuando se frenaron junto a puerta llena de adornos navideños, Erik estaba seguro de que en la mañana no estaba así de decorada, el pensaba que su vecino Charles viajaría a ver a su familia.

– Papi te luciste – explicó Peter con una amplia sonrisa.

– Eres el mejor – ahora fue Wanda quien lo alabó y Erik en esos momentos no quería romper las ilusiones de sus pequeños hijos.

Estaba pensando en que explicación dar cuando la puerta fue abierta de golpe, dejando ver a un hermoso Charles con harina en la cara mientras portaba un lindo delantal con motivos navideños.

– Erik... ¿y quiénes son estas hermosuras? – se agachó para mirar mejor a los niños mientras revolvía sus cabellos.

– ¿Tú eres nuestra nueva mami? – preguntó Peter inocente.

Colección Oneshots Marvel: Marvel Christmas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora