Groupie |Michael Clifford|

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2. "Sabandija".

La noche va como siempre, controlada, las 3 hemos aprendido a ser como toda esta gente rica que paga tanto por eventos así, es más, nos llevamos con diferentes trabajadores de aquí, para nosotras es como estar por casa.

La verdad hay gente bastante odiosa, incluso se meten fans que tienen dinero solo para intentar ligar con sus ídolos, pero no duran la noche entera, siempre acaban echando a ese tipo de personas. Las entiendo, yo haría lo mismo si Jamie Dornan estuviera aquí.

Veo como Madelaine está hablando con uno de los jefes, mas bien, coqueteando, ellos dos llevan un rollo raro que nadie entiende, cosa que no me gustó cuando lo supe porque si llega a cagarla ya tenemos a alguien que no nos quiere aquí dentro.

—¿Quieres tomar algo?— me dice una voz detrás mío, veo a un chico moreno, que no era para nada mi tipo.

—No, gracias, estoy esperando a mi novia—miento usando la misma excusa de siempre. En ese mismo instante aparece Lily con nuestras copas y por suerte, el individuo se va.

—¿Llego en buen momento?— dice en mi oído a causa de la música tan alta. Asiento y ella ríe. Me ha traído una copa de ron con cola, mi mezcla favorita. —La verdad aún no he visto a nadie que me interese—

Veo que suspira.

—No te preocupes— respondo pasando mi brazo por sus hombros. —Vamos a dejar a nuestra pelirroja con su tortolito y damos una vuelta— 

Le guiño el ojo y empezamos a caminar. La verdad pensaba que nos encontraríamos a esos Australianos pero de momento no había rastro de ellos.

O eso pensaba.

De repente nos paramos para bailar en medio de la pista, y noto una mirada puesta sobre nosotras. Me pongo a buscarla hasta que doy con ella, era el de pelo rizado de esa banda, veo que sonríe de lado, era guapo.

—Oh oh Lily, vamos para bingo— le digo moviendo la cabeza hacia ese lado. Ella se queda asombrada al ver a lo que me refiero y a los segundos ya tenemos a ese chico al lado. 

—Hey, ¿Os apetece venir conmigo y unos amigos a la zona que tenemos reservada?— pregunta con un acento muy cerrado.

Benditos australianos. 

—¿Por qué debemos hacerlo?— contraataca Lily hacia él.

Obviamente no se lo va a dejar tan fácil.

—No voy con malas intenciones, solo os estoy invitando a que os pongáis mas cómodas, hay mucha gente aquí.— responde algo tranquilo. Obviamente no le está pidiendo matrimonio, pero Lily sabiendo que puede estar en la zona reservada, sentada y sin sus tacones ya ni se lo piensa. —Podemos charlar un rato, conocernos, acabamos de llegar aquí nos iría bien charlar con alguien. 

Para nada le queda el estilo que tiene con lo que aparenta ser.

—Si sois unos aburridos no creáis que estaremos mucho rato— contesta Lily muy segura de si misma. Yo solo hago que morderme el labio, mi amiga es buena en esto.

Entonces el chico me mira a mi y dulcemente pregunta —¿Tú que opinas?

—Podría ser divertido, pero tenemos otra amiga más, supongo nos estará buscando— 

Madelaine nos matará si sabe que nos movemos sin ella.

—Podrías mandarle algún mensaje— responde. —Hay espacio suficiente para todos allí, que venga cuando quiera.— sonríe. Puedo saber perfectamente que está pensando Lily, le vuelven loca sus hoyuelos.