VORÁGINE.
Hubo un momento en mi vida
en el que no pude dejar de pensarte,
respirando de tu existencia
y viviendo de tus sonrisas.
Fuimos amigos
y la amistad llegó al amor,
pero ya no te brillan los ojos
y a mí me agotaron tus besos.
Lamento tanto no amarte como antes,
no nos merecemos estos estragos,
pero quiero pensar que serás feliz
con alguien más besando tus sonrisas.
Está bien, te deseo lo mejor,
tuvimos nuestro momento
y vivimos un perfecto caos,
que nos marcó
y nos enseñó a amar.
SILENCE.
Un teléfono iluminado a la distancia
aquel ardiente café entre las manos
y las mejillas enrojecidas.
Tu mensaje me llama la atención,
pocas letras en un mar de palabras
pero tuyos son los únicos dígitos
que me aceleran en el interior.
Me siento viva al verte
me estrangulas la respiración
y me avientas al mar del amor.
Es simple pensarte como algo más
al igual que es difícil confesarme.
Hace tiempo que dejé de luchar
y te me hundiste en el pecho
estancándote fuerte.
No estoy segura de hablarte
y estallar mis sentimientos
en frente de ti.
No estoy segura de callarme
dejar que los días pasen
y que poco a poco
consiga olvidarme de ti.
DULCE.
Te veías tan hermosa,
bañada en luz de luna
y esa traviesa sonrisa
escondida bajo tus labios.
¿Que te parece besarnos
mientras las prendas caen?
Tu brillo labial
con el sabor a ti
me pide en secreto el morderte.
¿Te importaría mucho
enamorarnos dulcemente?
No importa la manera
si consigo atraerte.
Perfectos aquellos besos
de amargo sentimiento
y dulce corazón.
