Cap.11 - ANGUSTIA -

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RESPUESTAS.
Dale vida a las palabras
suspiralas, raspadas contra la lengua
dales vueltas y repiensalas,
¿es esto lo que quieres?
No tengas atisbo de duda
respondeme, con rapidez
sin dar paso al cambio en tu cabeza,
¿vives tus propias decisiones?
Martillearse la consciencia no sirve
abrirse camino es la respuesta
seguir impulsos es de imprudentes, pero
¿vivir infeliz vale la pena?
Vive como si no fueras a morir nunca
y muere
como si hubieras vivido toda una vida.

DESVELO.
Me enseñaron
que mi cuerpo no me pertenece,
que cada noche debo ovillarme del dolor
contra el cabecero de la cama.
Me enseñaron
que no valen las palabras ni los gritos,
que no vale la pena luchar
mientras me mancho las uñas de sangre.
Me enseñaron
que soy un objeto de consumo,
que soy un bien preciado
entregado a una causa que desconozco.
Entregada a placeres ajenos
aquellos que me toca vivir cada noche
sin mi permiso
y también sin compasión.
Me duele en el centro.
Me devasta el ser mujer.
Me gustaría no renacer.
¿Pero quién escoge
yo,
o quien lleva billetera en mano?

NIEBLA.
Me gusta escribir poesía,
me gusta partir cada palabra
y fundirla junto a mis pesadillas.
Me gusta sentirme libre,
lejos de una carga que exigía
arrodillarme con las rodillas molidas.
-a mi yo más rota.

~~~
Hay criminales que proclaman tan campantes: "la maté porque era mía". Así no más. Como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia el derecho de propiedad privada que hace al hombre dueño de la mujer. Pero, ninguno, ninguno... ni el más macho de los supermachos tiene la valentía de confesar: "la maté por miedo". Porque, al fin y al cabo, el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del hombre a la mujer sin miedo.
- Eduardo Galeano. La mujer sin miedo.

APOGEO - poesía, ESPINAS Vol.1 - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora