Un beso tuyo, querida; ¡es todo lo que me falta para vivir la vida!
Y es que en el anhelo se pierde la mirada, buscando lo que más deseo
donde todos los puertos de luz convergen y la dulzura se reúne.
Doy hachazo al sonrojo, ¡y ante ti de todo pudor me despojo!
Pues yo sólo sueño que con tus manos, mi rostro alcanzas
y tus besos calman el deseo y llenan mi boca de dulces danzas.