Capítulo 2

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Me quedé pasmada y no porque algo malo sucedió, la persona que habló era un chico muy lindo, tenía unos ojos marrones con un brillo especial, su cabello también era marrón aunque más oscuro, labios bien definidos, era perfecto

—No te preocupes, puedo hacerlo —se sentó en el asiento que estaba a mi lado. Yo en tanto volví a cargar mi maleta con mis mejillas rojas a causa de aquel chico,traté de subirla y cuando estaba lograndolo se quiso caer, puse mis manos en esta, pero otra mano estaba encima de la mía, era el mismo chico

—lo haré por ti— dejó la maleta en su lugar— está listo

—gracias —le sonreí y me senté en mi lugar—

—¿Irás a Seul por mucho tiempo? —preguntó sin dejar de mirarme—

—mis padres quieren que me prepare para la universidad y quieren que me adapte en una escuela que esté por ahí

—ya veo. Y ¿vivirás sola?

—no, estaré viviendo con mi tía, es soltera y aceptó con gusto que me quedara con ella. ¿Que me dices de ti?—quise saber mas de él—

—solo vine a visitar a mis abuelos, quise quedarme más tiempo pero ya empieza la escuela y no debo faltar

—es verdad —di un suspiro— la escuela, espero que me vaya bien

—por cierto mi nombre es Jeon Jung Kook —me extendió su mano—

—Yung Mi... Han Sung Mi —tomé su mano, pero al hacerlo Max salió de su escondite—

—es un gatito —bajó la voz sabiendo que no estaba permitido los animales en el autobús, luego se acercó— ¿Puedo agarrarlo?

—claro —se lo di y estuvimos hablando por el camino—

Jungkook si que era una agradable persona, me habló mucho sobre su vida, sus amigos y lo que le gustaba hacer.

El autobús hizo una parada para que pudiéramos comprar comida, Jungkook fue a comprar comida para ambos, mientras yo fui a comprar comida para Max y también fui al baño, puse papel de periódico en el suelo para que haga sus necesidades. Luego subí al autobús y seguimos, la verdad no me cansaba de hablar con Jungkook, aunque sabía que luego ya no podría verlo.

Cuando llegamos a la parada nos despedimos con un fuerte apretón de manos, sentía tristeza el saber que tal vez ya no podría volver a verlo.

—veo que hiciste un amigo —una voz femenina se hizo presente a mis espaldas, di la vuelta y ahí estaba ella—

—tía Yang —la abracé muy fuerte, a pesar de que dejé de verla por mucho tiempo aún la recuerdo como mi tía favorita—

—mi pequeña Sumi, cuento tiempo sin verte

En el camino a casa le comenté sobre Max, pensé que podría negarse de tenerlo y por suerte no fue así, es más lo abrazó y besó; al parecer también ama a los gatos.
Ya cuendo llegamos me mostró mi habitación y dejó que descansara, ya era muy tarde. Llamé a mis padres  y les dije llegué bien y que mi pequeño travieso estaba conmigo, luego cambié mi ropa y me recoste, admito que no pude dormir y a decir verdad el culpable tenía nombre y era Jungkook.

A la mañana siguiente me di una ducha y bajé a desayunar, luego iríamos de compras con mi tía, había pedidos unos días libres para enseñarme la ciudad, vivía aquí cuando era pequeña por lo que no recordaba bien las calles. Compramos útiles, uniforme, ropa y algunas cosas para Max y ahora nos encontrábamos cenando.

—te he notado un poco distraída estos días, ¿Qué pasa cariño? ¿Extrañas a tus padres? —mi tía se notaba preocupada—

—no es eso, ¿Recuerdas al chico que estba conmigo? —traté de abrirme con ella— la verdad es que me gusta, ¿Suena tonto verdad? Solo pasé un viaje con él y ya me enamoré

—claro que no, a eso se le llama amor a primera vista y puede pasarle a todos, algunas veces se realiza y otras solo queda como un bonito recuerdo

—me gustaría volver a verlo, tendría mucha suerte si volviera a encontrarlo —di un gran suspiro—

—sería el destino. Ahora ve a dormir señorita que mañana empieza la escuela —ya se había hecho tarde—

—de acuerdo, buenas noches —me puse de pie y subí a mi habitación—

Espero que me vaya bien en el primer día, hacer amigos y tener muchos recuerdos en este último año de escuela.

Desperté a causa de los gritos desesperados de mi tía

—Sumi me quedé dormida, despierta ya es muy tarde, tendré que llevarte a la escuela rápido —vi la hora de mi celular y eran 7:25—

—me ducharé rápido —me paré sobresaltada y me dirigí al baño—

Ya duchada me puse mi uniforme, até mi cabello en una cola y bajé a tomar un poco de jugo y una tostada, subí al auto de mi tía y me llevó a la escuela

—que te vaya bien, nos vemos en la noche —piso el acelerador y se marchó a toda prisa—

Mientras tanto yo me quede parada en la entrada tratando de ubicarme hacia la sala de profesores, mi tía me dio las indicaciones pero al estar apurada lo olvidé. El timbre sonó y todos corrían a sus salones, traté de preguntar a algunos alumnos pero no me tomaban atención, no quedó de otra que seguir mi instinto caminé un poco por los pasillos

—hola hermosa ¿Estás perdida? —no le hice caso y seguí caminando— debes de ser nueva, no te había visto antes

—pierdete —hablé —

—que ruda, me gusta —habló cerca de mi oído—

—vete al diablo —lo esquive y seguí caminando—

—me gustan los retos, haber si puedes alcanzarme —me dio una palmada en las nalgas y salió corriendo—

—te mataré —lo seguí furiosa, le daría su merecido de eso no había duda—

Corrí lo más rápido que pude para alcanzarlo, hasta que paró y esa era mi oportunidad

—eres un madito pervertido —le grité enojada—

—tranquila cariño, solo te traje a la sala de profesores. Por cierto soy Jimin y no tienes porque agradecerme te traje con mucho gusto y vaya que gusto —puso una cara pervertida—

—déjame agradecerte —le dije planeando mi venganza—

—ya que insistes —me acerqué a su rostro, puse mis manos en sus hombros y cuando menos lo esperaba le di una patada en su pie—

—y no me vuelvas a tocar pervertido porque te irá peor

Entré a la sala de profesores, me presenté y mi tutor me llevó a mi salón. Me presentó con todos y pasé, fue ahí cuando lo vi...

CORAZONES CONECTADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora