Un día como cualquier otro

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Ocho años más tarde.

Leonardo y Karai dormían pacíficamente, el pelinegro abrazaba a su esposa de la cintura y ella se aferraba mas al pecho de Leo. Por lo menos hasta que el brincó de uno de sus hijos los despertará de golpe.

Ryan: ¡levántate papá!

Leo: Ryan...

Karai: ...es muy temprano

Ryan: no es verdad, solo quedan diez minutos para llegar a la escuela

Abrieron los ojos de golpe, mirándose el uno al otro asustados.

L/K: ¡no otra vez!

Se levantaron al mismo tiempo, ropa volaba por toda la habitación mientras el pequeño pelinegro veía a sus padres apresurados.

Karai: ¡demonios Ryan!, ¿Por qué no nos despertaste antes?

Ryan: porque Liam se despertó hace poco y me despertó a , ahora el esta haciendo el desayuno

Leo: ¿el desayuno?

Una explosión sonó en la cocina, Leonardo término de ponerse una camisa y fue directo al origen de la explosión notando que su hijo tenía toda la cara negra.

Leo: ¡maldición Liam!

Leo tomó a su hijo alejándolo de la tostadora para después tomar un trapo y limpiar su cara al igual que sacudir su cabello peliazul.

Liam: lo siento (agachando su cabeza apenado) quería hacerles el desayuno pero...

Leo: no te preocupes, me alegra de que no estés herido

Liam: pero...la tostadora

Leo: ya compraré otra (con una sonrisa) ahora ve por tu mochila y vámonos

El pequeño asintió animado, cada mañana era casi igual con la misma rutina.

Los dos hermanos salieron corriendo por la puerta queriendo competir entre ellos para saber quien era el mas veloz.

Leo: ¡niños no corran, se pueden caer!

Karai: tenían que heredar nuestras malas costumbres

Leo: eso lo sacaron de ti

Karai: ¡¿ah?! (molesta)

» La Familia Hamato « •Una nueva vida• [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora