12. La verdad.

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Todos callados con la vista en TaeHyung y Jungkook, el primero con cara de pocos amigos y el último con una sonrisa.

— Tae, pero era solo a dormir, nada más —me defendí.

Sus ojos viajaron a mi y se conectaron con los míos dándome un escalofrío y un sentir tan triste. Solo pude agachar la cabeza con pena y frustración, ¿Por que me siento culpable? Es solo mi primo con un berrinche, entonces ¿por qué sigo sintiendo que lo que hice estuvo mal?

— Bueno, esto es aburrido, me largo —dijo JiJoo pensando sus rubios mechones hacia atrás, tomó su bolso, pasó por mi lado y acarició el brazo de Kook mientras caminaba hacia la salida. —Adiosito —despidió coquetamente al parecer al chico a mi lado.

— Yo igual, no tengo nada más que hacer ni hablar, contigo, ni nadie —habló fríamente TaeHyung para luego subir las escaleras.

— Yah, Tae —gritó Jimin yendo tras él.

En la sala quedábamos Kook, MinSu y yo. MinSu pareciera que quería ser tragada por la incomodidad que reinaba en la sala.

— ¿Por que tuviste que decir eso? —le pregunté a Jungkook mirando al piso.

— Chae, solo jugaba y en realidad es verdad-

— Lastimaste a TaeHyung —le corté a punto de llorar por frustración — Era completamente innecesaria esa información.

— Lo siento, no pensé que lo heriría, si quieres que me vaya, puedo hacerlo. —su voz sonaba arrepentida.

— Veámonos después, va? —le sugerí tomándole su mano delicadamente. —pero necesito que te vayas ahora. —alcé la mirada y vi como asintió.

— Nos vemos entonces, adiós estrellita. —me besó la frente — MinSu. — hizo una reverencia en su dirección y salió por la puerta principal.

Sabía que quedaba MinSu conmigo, así que tenía que reprimirme un poco, pero lo malo es que cualquier pensamiento en mi mente me daban ganas de querer explotar de frustración. ¿Por que reaccionó así?

— Aish, si que eres un libro abierto. —dijo MinSu acercándose a mi llamando mi atención— ¿Quieres un abrazo de una no tan extraña? —preguntó regalándome una tierna sonrisa haciéndome soltar una risita pequeña, así que asentí.

Me sorprendió la fuerza con la que me abrazaba y lo rápido que fue para mi explotar en su hombro, pero agradecí tenerla ahí en ese momento. Intentaría confiar más en los demás y en mi.

[...]

— Toma, aún tienes moco por ahí. —dijo MinSu pasándome otro pañuelo.

Reí y tomé el pañuelo limpiándome el resto de suciedad, enjuagué mi rostro y me volví a mirar al espejo del baño. Oh, tan hinchada.

— Mira nada más, eres un pez globo. —soltó con una carcajada.

— Aish —me quejé riendo.

Pasamos un rato conversando, anécdotas de infancia, datos curiosos de cada una hasta que oímos un ruido que nos hizo girar.

— Knock knock —habló Jimin mientras se apoyaba en el marco de la puerta abierta— Interrumpo, MinSu, ¿nos vamos? —MinSu me miró y luego lo miró.

— Ve, estaré bien —le calmé.

La fui encaminando hasta la sala donde se encontraba su bolso. Presto atención a Jimin, quien nos seguía por detrás con cierto apuro pero con una máscara relajada en su rostro. Regresé mi vista a MinSu, quien pasó por el comedor hasta llegar al sofá, tomó y revisó sus cosas, y me miró.

— Mándame un mensaje si pasa algo, ¿bien? —me sonrió. Asentí. —Cualquier cosa eh —aclaró, mi mente sucia se avergonzó, pero solo reí por lo bajo.

— Adiós. —canturrié— a ti igual Park. —quien me regaló una sonrisa y se despidió haciendo una seña con su mano.

Al cerrar vi la sala completamente vacía y con algo mínimo de desorden aún por la fiesta de anoche. Suspiré con cansancio para luego volver al baño donde había dejado personalmente un desastre un poco más pequeño comparado al del primer piso.

Comencé por el mesón ordenando todos los productos de belleza que había dejado encima. El inodoro que por accidente le había salpicado agua del lavamanos. Solo me quedaba el lavamanos y todo volvía a estar en su lugar. Estaba tranquila pasando un paño por el mármol hasta que sentí unos brazos alrededor de mi cintura en un fuerte abrazo. Observo el espejo buscando al dueño de esos brazos y veo como Tae esconde su cara en mi cuello.

— TaeHyung, qué haces? Déjame limpiar, me queda poco. —traté de hacerlo reaccionar.

Silencio.

— Tae, que suce-

— Chae, lo siento por cómo te traté hace unos minutos. —me interrumpió— No quería reaccionar así. —suspiré exhausta por el tema.

— Si, estuviste mal. —dejé el paño y lo miré fijamente por el espejo.— en serio que no sucedió nada, no tienes porque ponerte así siquiera.

Tae tomó un respiro y lo exhaló duramente. Pareciera que el nudo que comenzaba a formarse en mi garganta ni se comparaba a las cosas que debían estar pasando por su cabeza para estar en su estado que parecía indescriptible.

— Es solo no soporto la cercanía que tienen, Jungkook y tú —silencio— no soporto como te mira y como tú lo miras a él. —soltó el abrazo alejándose casi medio metro de mi.— y quien sabe que más ha estado pasando entre ustedes dos. —se calló y me giró a verlo cara a cara.

— ¿TaeHyung? No pareciera que estuvieras bien.

Mi mente quedó en blanco, no sabía cuál era la reacción correcta que tenía que tener en aquel momento que me giró en busca de algo que solo él sabía, pero sin saberlo bien esto iba de mal en peor.

— ChaeGi, la verdad es que nosotros no somos primos de sangre y tampoco, nunca te quise ver como una. Nunca.

Sus ojos miraron mis labios y con aún más sorpresa yo miraba sus ojos, buscando alguna pizca de gracia. Nada.
Abrí la boca para pronunciar un gran "¿Qué?" pero nada quería salir. Respiré con el corazón a mil y traté de calmarme.

— Tae, yo, esto debe ser una broma. Tiene que serlo. Tú no me dirías algo tan importante de esta manera.

Tae comenzó a acercarse a mi rostro hasta quedar a pequeños centímetros de el.

— Lamentó decir que no lo es —sentí su respiración, pero mi cuerpo no reaccionaba. Hasta que sentí sus labios. Y cerré los ojos.

Sentí sus labios en mi mejilla.

— Si pensabas que iba a besarte en los labios estás mal —soltó una pequeña risa que no contenía gracia en ella.— tampoco haré algo así para que luego me odies. —sonrió con tristeza.— pero quiero que tengas en mente que siempre te voy a querer de la manera más sincera que existe. —tomó mi mano y dulcemente acarició el dorso de esta.

— No podría odiarte aunque quisiera. —admití con tristeza.

Alzó la mirada chocando con la mía. Mi corazón iba a mil por segundo, no sabía porque exactamente latía, pero algo de mi quería escapar a mi habitación y poder respirar normalmente. Su cabeza ladeó la cabeza haciendo que algunos de sus mechones de cabello se ladearan con el. Sonrió.

— Gracias por no espantarte tanto, pequeña —desordenó mi cabello dejándome sola en aquel baño.

Entonces las bromas terminaron convirtiéndose en la verdad.

Hola holaaa
No sé si algunos creerán si en serio existen personas así de sensibles y créanme que si jajaj Quería aclarar eso por si algunos dudaban de la personalidad rara de ChaeGi❤️
Ah si, vayan acordándose de la forma de la isla en si ya que se podrá poner algo confuso próximamente. Sin más que decir, nos leemos❤️

Atrapada en una isla ➵  j.jk ➵ k.thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora