JENSEN

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"Jared, tengo miedo" su mano se apodero de la mía, podía oler sus temores, sus inseguridades y eso me impulsaba a acercarme a él, rodear su cuerpo y atraerlo al mío, apretando sus músculos, asegurando de aquella forma que lo cuidaría de todo lo que sucedería, de todos los peligros,

El estruendo fue enorme, las ventanas de su casa a sus espaldas explotaron con la onda expansiva de la explosión, sus cuerpos a pesar de ser fuertes fueron empujados unos pasos hacia atrás, los gritos y el ruido del pueblo se silenciaron en un segundo, siendo eclipsados por algo más grande, cubiertos por el fuego hasta convertirse en ceniza.

No lo decía en voz alta, pero también tenía miedo.

Desperté de golpe jalando aire con fuerza, todos mis músculos entumidos por la descarga, mi vista estaba neblinosa pero no la necesitaba, olfateó y mi corazón se calma cuando lo siento, a mi lado, el omega que había tomado a la fuerza y que ahora mi cuerpo reclamaba con intensidad, anhelo. Era más fuerte que la marca del Alfa, incluso era agobiante la necesidad con la que mi cuerpo lo buscaba. Carraspeó alejando el sabor metálico de mi boca girando el rostro para intentar adivinar donde estaba. Ahí estaba la pelirroja, sentada a mi lado, con un enorme arma entre los brazos, Nos movíamos, a gran velocidad, los baches lastimaban mis costillas pues su transporte me hacía saltar e impactarme contra la superficie donde me tenían

—Despertó—proclamo la pelirroja mirando sobre nuestros cuerpos hacía el conductor que respondió a gritos.

—¡Mantenlo quieto o noquéalo! — su voz era extraña, cortada, con esfuerzo, estaba sumamente agitado. —Dispárale a esa cosa maldita sea Misha.

El auto giro empujando mi cuerpo contra una de las paredes, todos mis sentidos reaccionaron, mis brazos atraparon al Omega y lo acunaron contra mi pecho, aunque el impacto nunca llego, abrí los ojos al darme cuenta que los tenía cerrados, todo en el auto flotaba quizá el auto también pues no nos habíamos estrellado.

—Bien hecho Daneel—el conductor grito y con un fuerte golpe el auto se volvió a mantener derecho, el techo se abrió y la pelirroja asomo la cabeza, comenzó a mover sus manos y las explosiones llegaron, una tras otra con cada movimiento de sus dedos

—¿Quién mierda son ustedes?—escupí cuando ella volvió a bajar al interior del auto y las puertas se cerraron, solo eran tres personas, el copiloto miró sobre su asiento hacía nosotros.

—No podemos—sus ojos azules se posaron en los verdes de Daneel, que me miró se encogió de hombros.

—Somos los que no cabemos en la sociedad de tu familia Padalecki, los extraños sobrevivientes que no tienen que estar vivos, la basura que no pudieron incinerar los de tu familia—cada palabra era como veneno, Daneel puso un mechón rojo detrás de su oreja antes de continuar— Soy una Bruja telequinética, Misha es un vampiro y Tom, bueno, es un Alfa como tú, de los pocos razonables de tu especie.

Mi especie. Suspire y miré hacía el techo, ese día había sido el peor, agotador, agobiante, aún podía sentir el dolor en sus huesos de esa extraña transformación, miro sus manos con terror, no se reconocía en absoluto, era Jared Padalecki, el prodigio de su familia, tan eficiente en todo lo qué hacía que incluso todos creían que iba a heredar la compañía por encima de su hermano mayor, Joshua, un Beta.

Y todo había cambiado por su aroma, el aroma achocolatado de aquel Omega en el pasillo soltó un gemido de sorpresa, y de terror de si mismo. Lo había violado, su mente gritaba al lobo que lo dejara en paz, quería susurrarle que estaría bien que siempre lo cuidaría pero no podía frenar su cuerpo, no pudo detenerse, ni siquiera cuando vio sus lágrimas, cuando vio esos hermosos ojos esmeralda brillar con miedo al finalizar todo su corazón se partió, quiso dejarlo escapar, pero no podía, todo su ser deseaba estar cerca del Omega, besarlo, abrazarlo, lamer la marca del vínculo.

Si, lo había marcado, ahora era solo suyo, y el júbilo de eso casi eclipsaba los sentimientos de culpa, pero estos eran más grandes, nunca me lo perdonaría. El rubio se removió junto a mí y cuando Daneel estaba por acercarse un gruñido involuntario salió de mi garganta, la mujer se alejó de un salto y sostuvo su arma apuntando hacia nosotros.

—Yo te cuido te todos y de todo, nada nunca te pasará—susurré hacia el Omega que abrió los ojos de par en par, las pupilas se dilataron, el tono esmeralda fue cubierto por el negro que se extendió por todo su ojos, casi parecían dos cuencas vacías de no ser por los números, las letras. Subían por sus ojos como los créditos de una película, eran secuencias, codigos, intente verlos todos pero iban demasiado rápido.

—¿Qué le pasa? —gritó sintiendo el terror subir por mi garganta, su Omega, no podía pasarle eso, no, yo lo cuidaría ¿Pero cómo?

—Tom, esta pasando—Daneel grito y me empujo, un extraño artefacto y lo apunto a los ojos del Omega, gruñí y la empuje de nuevo, no iba a dejar que le hicieran nada —Apartate estúpido Alfa—grito y me empujo sin siquiera tocarme, todos mis músculos se pegaron al techo en un segundo, gruñí al igual que el conductor, mis huesos comenzaron a tronar, uno tras otro, la transformación estaba sucediendo de nuevo.

El cuerpo del Omega comenzó a convulsionar, el auto dio un giro y todo se puso oscuro, salíamos de la ciudad, nos estaban sacando de la ciudad, grité con fuerza, sintiendo mi espalda empujar el techo del auto con mi transformación. La bruja volvió a acercarse a mi Omega y a apuntar aquella cosa contra sus ojos, los números se registraban, aparecían en la parte trasera del artefacto, grabados conforme subían por sus ojos.

Respire, calmando mi instinto, repitiéndome que no le hacían daño, tan solo querían los estúpidos números, pero estos terminaron de repente, en la pantalla del artefacto solo parpadeaban ahora letras, que formaban un nombre, un solo nombre.

Jensen Ackles. 

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⏰ Last updated: Dec 23, 2018 ⏰

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