Condenado (2min)

Capítulo 5

-Ming, no me odies. Por favor. Sé que debe ser molesto lo que te pido. Discúlpame.

- No, tu perdóname a mí. No quiero incomodarte. Si quieres me voy después de hoy no quiero molestarte con las decisiones que tomes y con quien decidas estar.- le digo apena mirando sus ojos.

-No, ¿qué te tomaste? No quiero que te vayas.

-Pero no te dar cuenta… te dije que no me gusta verte besar a una chica. ¿tu qué entiendes por eso?- este bajo la mirada al suelo soltando mi brazo.

-Oh, ahora entiendo.- El silencio incomodo nos invadió de nuevo. Se podía sentir la tensión en el aire. Por lo que decidí irme por el pasillo al baño. Me mire al espejo y me dije: “jodidamente condenado a un amor no recíproco”.

Cuando salí del baño encuentro a Tae en la puerta. Estaba con la cabeza gacha. No sabia que queria por lo que salí y me corrí de la entrada del baño. Camine al comedor para limpiar el desastre que hice dentro del lavabo cuando unos brazos rodearon mi cintura. Me asuste. ¿Por qué Taemin lo hacia? ¿Se sentirá mal por mis palabras?.

-Tae… - libero con su cercanía.

-Lo siento.

-No lo sientas. Sabia cual iba a ser tu respuesta. Sé desde el comienzo que no sientes lo mismo. Por lo que no te culpo. Se que te gustan las chicas desde que nos conocimos. Solo que no planeaba sentir esto que siento por ti… es algo que no puedo controlar.- le digo.

-No te he dicho nada aún.- frunzo el ceño, giro desarmando el abrazo y apoyando mis manos atrás sobre la mesada. No entendía. ¿Por qué se disculpara entonces?

-Entonces… ¿por qué dices esto?

-Me disculpo por no haberte visto antes.- este se acerca más y sellas sus labios con los míos dejándome tieso. No podía moverme. Pero no podía negarme a ese beso. Deseaba tanto tocar sus labios de nuevo que le correspondí tomando su nuca para que el beso permaneciera. Era tan perfecto este momento. Podía sentir su respiración golpeando con el mío y como nuestros labios se rozaban tomando cada sabor y suavidad de ellos. No entendía que era lo que queria decir con eso pero beso me ayudaba a saciar a mi codicioso corazón. Si esto era la única vez no lo iba a desperdiciarla. El menor abrió su boca mordiendo mi labio inferior. Parecía que leía mi mente porque eso era lo que queria hacer yo con él. Tenia unos jodidos labios carnosos que me encantaban.