capítulo 1

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Capítulo 1: El día que te conocí

Todos mis sentidos y mi fuerza quedaron atrapados en mi pequeño cuerpo, la rabia y el enojo me invadió en cuanto vi aquella escena lastimera, involuntariamente mis manos se hicieron puños.

Un par de idiotas bravucones sin nada que hacer mas que joderle uno la vida, la imagen ante mis ojos viajaron al pequeño é y inofensivo niño, sus pequeños ojos y cuerpo temblaba de miedo ante esos dos tipos indigentes borrachos, no puede evitar escuchar la conversación que tenían entre ellos dos y el niño de piel pálida-tal ves por el miedo- me llegaba hasta el alma como si tuviera un tipo de conexión sobre el.

Su pequeño cuerpo en manda una contextura tierna y débil.

-¿pero qué tenemos aquí?-dijo unos de esos tipos con su voz aguda alargando la ultima palabra, el pequeño no iso mas que dar un paso atras cuando el tipo quiso tocarle la cabeza.- pero si es el mismos principito de la alta realeza.

-Déjenme en p-paz-habló cuando el otro tipo trato de tocarle el rostro y lo quito de un manotazo, el hombre pareció molestarse ante tal acción del pequeño, la voz del niño sono dura pero igual en un tono agudo.

-Oh con que el niño tiene aga....- sus palabras fueron interrumpidas cuando le lanse una piedra ala espalda(que por suerte le atine) al tipo cuando vi sus claras intenciones.

-Mas vale que lo dejen en paz maricas de mierda-mis voz retumbo ante el estrecho lugar ¿quienes se creían ellos para molestarlo?.

- ¿Oh pero si tenemos ala pequeña Diablilla?- como mierda nos los reconocí antes.- ¿no te acordabas de nosotros?-mi semblante cambió enseguida si antes estaba enojada no sabría definir lo que ahorita estaba sintiendo, mis sentidos se pusieron alerta en seguida, mi sangre hervia de rabia, miles de recuerdos vinieron a mi mente con un sabor amargo se propagó en mi boca.

-Ey!! Pero si ya nos recordaste.

-Váyanse ala mierda bastardos-mis ojos se quedaron vagando entre ellos dos, imposibles olvidar sus rostros tan desagradables.

-Pero si sigues teniendo tu mismo carácter de mierda Diablilla.-seguían hablando como un par de idiotas pero entonces vuelvo ala realidad con mi atención al pequeño niño quien seguí atras de esos dos tipos.

1- les partía el culo ó
2- me partía el culo., así que claramente no me cada salida.

-Demen al pequeño-demande seriamente sabiendo a leguas que no me harían caso, pero bueno al menos intenté ser amables con ellos ¿no?

- ¿y tu quien te crees para pedir eso?.

-soy su niñera-bueno eso era mas que mentira pero si quería tenerlo y el quería salir de este embrollo tenía que echar un par de mentiras.

- ¿Pues por qué no vines por el? Así sirve que te vemos mas de serca preciosa.- sonreí apenas, mis pies comenzaron andar en cuanto pase entre ellos mi mente estaba preparada para cualquier tipo de movimiento por parte de ellos, también sabía que no me lo iban adar tan fácil, mi vista ahora estaba en el niño quien me miro con miedo quería hacerle saber que yo no le haría nada, pero mi actuación seguía en pie.

-toma mi mano y no la sueltes ¿esta bien? Si te pido que corras, corres hasta que tu lindas piernas no puedan mas.- susurro serca de su rostro inclinado mi cuerpo poniéndome en rodillas para que me escuchara mas bien mientras fingia peinar y acomodar su traje, el pequeño solo asintió viéndome con sus ojos tan hermosos, bueno si de lejos es extremadamente lindo de cercas los es mucho mas.

-Bueno caballeros, nos retiramos, fue desagradable gusto verlos de nuevo- bueno no tenía que mentir ante ese ámbito sería una gran blasfemia decir que me gusto verlos de nuevo.

Si ahora me estaba aguantando las ganas de golpearlos era por el niño tenía pinta que nunca había visto una pelea de serca y a parte porque en realidad ami me importaba una mierda si ami me lastiman, golpes ya había recibido muchos así que cuándo me metía en algún lío ya sea mio o no ya ni sentía los puñetazos que me daban aveces, pero el maldito problema era el niño algo podría salir mal de esto y saldría lastimado así que no me quedaba de otra mas que actuar con serenidad y sacarlo lo mas pronto posible.

-No preciosa, aun no acabamos de hablar.-cuando sentí que me toco el hombro di por echo que empezaría la Guerra bueno literalmente.

-Yo creo que sí-entonces paso todo de golpe solte la mano del niño para pegarle un puñetazo en el estómago al mas alto de ellos quien se encontraba a mi derecha a decir verdad era muy buena para los derechazos porque ni de broma lo alcanzaría al rostro media dos cabezas mas grandes que yo.-Correeee!!!-grite tan fuerte que pense que hasta yo me podría dejar sorda y lo iso corrió tan rápido, bueno todo lo que sus pequeñas piernas le permitían correr, pero entonces paso lo que tenía que pasar, el otro tipo me dio en la mandíbula tan fuerte que pense que me la había quebrado, el sabor metálico en mi boca no fue de lo mas agradable, toda mi maldita boca estaba llena de sangre mientras estaba tirada en el suelo de pronto sentí la necesidad de escupir pero me fue imposible cuando el otro tipo se recupero y me tomo por el cuello y me lanso tan fuerte ala pared que pense que me había quebrado el cuello, mi maldita cabeza dolía demasiado y mis ojos no podían enfocar, de echo miraba borroso. Con mis pocas fuerzas que me quedaban fui levantando todo mi cuerpo gracias ala yuda de la pared.

-Malditos bastardos.-oh bueno tenía que aprender a callarme si no quería recibir mas golpistas como estas, uno de ellos pareció molestarse o pensándolo bien estaba molesto, parecía un maldito toro echando vapor por su fosas nasales y con sus ojos clavados en mi sangrienta boca.

-pequeña putita, ya es hora de que te enseñen buenos modales

Bueno estoy jodida.

Sin pensarlo mas el tipo grande que hace rato le había tirado un golpe me dio un rodillaso en el estómago, santo cielo que alguien me ampare senti todo mi maldito cuerpo arder, necesitaba aire, mi maldito cuerpo necesitaba aire mucho aire, por inercia mi cuerpo se doblo, agarrandome el abdomen con mis manos y brazos, mis piernas perdían las fuerzas, mis ojos se sentían llorosos sin embargo supe que hera porque me había dolido.

Me levanté nuevamente con mis pocas fuerzas y dije lo siguiente:

-Jodete Han.

-¿Que dijiste?-su aliento chocó en mi cara, a pesar del ambiente asfixiante y del miedo le vante mi rostro, fue ahi cuando pude apreciar lo cuán jodido estaba el, porque antes de mostrarme débil y inútil preferiría me golpeara y me diera en la pared.

Lo mire con rabia y con coraje, ¿Tenía miedo? Si, pero ya me había golpeado antes así que otro no sería la diferencia o tal vez si.

-Te dije jo-de-te-apesar de no poder enfocar bien el rostro del otro chico me pareció ver miedo.

Y bueno aquí es donde yo me doy por muerta, un dolor explotó en mi rostro, con sabor metálico nuevamente, su puñetazo fue tan fuerte que hizo azotar mi rostro en la pared, con mi vista nublada supe que este fue mi fin.

No hasta que escuche un par de voces, no las escuchaba con claridad porque mi cabeza dolía y mi oídos tenían un chillido pero sin embargo pude escuchar algo o solo tal vez lo confundí.

-Ya llegue princesa mía.

DIOSES EN GUERRA °¬·kim Seok Jin°¬·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora