El yin y yang son dos conceptos del taoísmo, que exponen la dualidad de todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas.
— Recuerdame de nuevo porqué te estoy obedeciendo. — Le preguntó con voz cancina de nuevo intentandose hacer a la ídea, no podía simplemente negarsele a hacerlo; ella tenía ese poder sobre él era su debilidad ¿Desde cuando? Simplemente desde siempre una parte de su corazón siempre lo supo, ese ''capricho'' que tenía Draco Malfoy por molestar a Hermione Granger no era simplemente por ser una sangre sucia de las muchas que había conocido en hogwarts, él tenía una admiración oprimida bajo la coraza de hielo de su corazón necesitaba cada día molestarla más, necesitaba su atención ya sea por miradas de odio o insultos bien formulados como ella sola podía lograrlos, sin duda fue la peor forma de hacerse ver en la vida de la muchacha solo que lo descubrió después de años, cuando el daño se creía irreparable. Sus ojos estuvieron cubiertos por mucho tiempo bajo un velo de prejuicio sin lógica inculcado por su familia, su sangre. Aún después de tanto tiempo siendo adulto se atormentaba de las veces que la había hecho llorar y mufado sobre eso, le dolía haberle probocado tanto dolor en la infancia a la mujer que ahora ama con todo su corazón, por eso quería recompensarla sácandole cada sonrisa por el resto de su vida y más allá si era posible.
Fue en sexto año cuando por una desagradable casualidad - para esa etapa de su vida - la gryffindor fue elegida como prefecta de su casa como para su gran desdicha él de la suya, desde ese mismo momento nada volvió a ser igual ella empezó a colarse más en los pilares de hielo de su corazón; con simples gestos cada día ''Granger'' como en ese momento la llamaba en ese entonces logró ayudarlo en los momentos más dificiles.
A mitad de año cuando se había hecho mortífago su relación con Hermione había avanzado notablemente, ya tenía sentimientos hacia a ella y con su gran astucia se había percatado que ella hacía a él pero sabía que lo suyo era imposible poco a poco se encargó de poner distancias entre ellos, él tenía una misión que cumplir y se atormentaba cada día por ello.
No fue hasta una fría noche de diciembre que se coló en su habitación para arroparla como lo hacía de costumbre todas las noches sin que ella se percatara - o eso creía él- fué esa noche en la que descubrió que ella estaba despierta, esperandolo.
Esa noche fue el comienzo de una desiquilibrada relación sin pies ni cabeza, esa noche la misma cuando ella descubrió la marca tenebrosa en su antebrazo al levantar su camisa, la misma que se decidieron amar sin más tapujos al fin, esa noche, esa gran noche que dejaron sus disfraces cotidianos de frialdad y se dedicaron a demostrarse lo mucho que se amaban desde hacía tiempo en secreto.
Luego a fin de curso cuando Draco no mató a Dumbledore, no había sabido más de ella hasta la batalla final cuando enmedio de maleficios y hechizos sus miradas se cruzaron fue solo un instante pero en ese instante sus ojos reflejaron los mismos sentimientos. Añoranza, miedo, amor, dudas y necesidad.
Una vez terminada la batalla Draco Malfoy fue encarcelado hasta su juicio donde se lo declaró en inocencia dejandolo libre de una condena en Azkaban, pero como castigo por sus servicios como mortífago se le fue destituída su varita y obligado a exiliarse en el mundo muggle como le hacían a todos los mortifagos que no habían ascesinado.
Fue en ese entonces cuando Hermione Granger la heroína del mundo mágico tomó una gran elección.
Escapar para ya nunca volver con su Yang, Draco Malfoy.
— No podemos seguir ocúltandonos, como si fueramos criminales. Además tus padres necesitan tú ayuda. — Dijo la perfecta Hermione Granger, anúdandole su túnica más costosa, ella no quería volver pero era de suma importancia que lo hagan. Ya había pasado el tiempo y a la castaña se le notaba, su cuerpo no era más el de una niña ahora tenía 24 años. Habían pasado 5 años exiliados en el mundo muggle, Draco por obligación; ella escapando de todos y de todo.
Cuando escuchó el castigo del Slytherin no dudó ni un momento en seguir a su Príncipe Verde, hacía tiempo que ya no se sentía agusto en el mundo mágico.
La fama la afixiaba en todos los sentidos, apesar de que todos seguían siendo los mismos con ella, la chica no era idiota se daba cuenta que ya nada era igual tras la muerte de Fred la Madriguera tenía un aspecto fúnebre todo el tiempo, George casi ni hacía bromas era como uno de los arapos de la Molly para limpiar las mesadas por algún sillón de la sala, Percy se había ocupado en desaserce de su familia y estaba en unos de los ultimos peldaños del ministerio, Ginny intentaba sobrellevarlo con la ayuda de Harry pero había veces que se dejaba llevar por el sufrimiento que con tanto esmero escondía en su alma y Ron comía más que nunca, Hermione había llegado a la conclución del comportamiento de unos de sus mejores amigos como algo a lo que se le llama ''Comer emocionalmente'' lo había sacado de algún libro de psicología muggle que alguna vez leyó.
Harry era caso aparte se lo notaba tan completo emocionalmente que parecía que nunca había pasado ninguna guerra ni ningún mounstro llamado Voldemort, por eso muchos de los afectados por la guerra se recargaban en él. Era el más entero de todos. No porque no le afectaran las miles de muertes que hubieron solo que no lo demostraba, nunca.
Cuando apenas acabó la guerra y encarcelaron a la familia Malfoy, la noticia corrió como pólvora por la prensa y como no a los oídos de Hermione, que había llegado a su tope de recistencia física, emocional y espiritualmente entrando en un estado de shock. Sabía que eso iba a pasar, Draco iba a ser juzgado por sus actos pero al no tener a su tabla de contención que era cierto rubio, no supo como manejarlo. Se encerró en su habitación de Grimmauld Place por una semana sin ver a nadie ni hacer nada más que llorar, se sentía perdida ¿Que haría si era sentenciado al beso del dementor? ¿Cómo seguiría? Había pasado un año sin verlo, pero en su corazón él seguía presente todos los días de campamento en su corazón él le daba fuerzas para no quebrarse y ser fuerte junto a Ron y Harry, por eso cuando sus miradas se conectaron luego de tanto tiempo en la batalla de hogwarts se dió cuenta que su amor hacía a él no tenía remedio, Draco Malfoy había entrado a su vida para quedarse.
Pasaron estos 5 años recorriendo el mundo ocultos con nombres falsos y descubriendo que no había límites para amarse. Hermione por su parte sentía que podía despertar junto a ese rubio toda la vida, lo amaba con cada parte de su alma y no tenía dudas que él también.
Hasta que una desafortunada mañana de invierno recibieron una lechuza, era extraño, ya que nadie sabía de ellos ni ellos sabían nada del mundo mágico. Habían tomado las precauciones necesarias para que nadie los encuentre jamás, no pasaban más de dos noches en el mismo lugar y no hacían magia ni mucho menos tenían amigos.
La cara de estupefacción de la pareja fue brutal al darse cuenta que era un vociferador.

ESTÁS LEYENDO
Yin y yang. (Dramione)
FanfictionA veces el amor se esconde en la última persona que esperarías, en aquella que representa todo lo que siempre has evitado, aquella que te llevará a sacar lo peor que hay en ti… para dejar solo lo mejor. Bien dicen que del odio al amor hay un solo pa...