Epilogo.

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Diciembre 1952, San Francisco, California.

Charles y Erik habían vivido juntos desde aquel día que se reencontraron en Washington, ambos habían decido empezar desde cero, habían tomado la nacionalidad estadounidense, Erik había decido adoptar ''Magnus'' como segundo nombre en honor a su difunta amiga de infancia, Magda. Charles y Erik disfrutaban mucho viajar juntos y tenían pensando seguir recorriendo muchos lugares, sin embargo, pasaban largas temporadas en Washington y Londres, pues Charles no podía dejar de lado a sus dos amigos Edward y Margot, quienes habían decido quedarse en Londres y establecer su familia ahí, de hecho, tenían un pequeño hijo llamado Keith, quien había nacido en 1948.

Erik estaba encantado con el pequeño Keith, Charles adoraba ese lado del otro chico.

Mientras no estaban viajando, pasaban el tiempo en un pequeño departamento en San Francisco, era el lugar perfecto para ellos pues era la ciudad donde su relación era un poco más aceptada, había muchos lugares que podían recorrer, había personas con las que habían formado amistad, la pasaban muy bien asistiendo a diferentes fiestas y clubes. Ambos se dedicaban al arte, Erik era pintor y Charles era escultor, de vez en cuando los dos participaban en obras de teatro, se sentían muy agradecidos por poder vivir bien con ello.

Ellos no olvidaban lo que eran y lo que habían vivido por eso sabían que aún tenían que luchar por defender su identidad, sabían que la mejor protesta que podían hacer era por medio del arte, pinturas, dibujos o escritos. Serian la voz de todos sus similares que no tenían voz.

Participaban en congresos y participaban en protestas callejeras, Erik era un poco más intenso con ello, ya había sido arrestado un par de veces por desorden social o por peleas callejeras o en bares con personas intolerantes, Charles prefería ser un poco más pacifista, veía un futuro mejor y pacífico. Sus ideales chocaban en ciertos momentos, pero se complementaban.

-¡Erik, cariño! ¡Los chicos están aquí!

Los recién llegados eran sus amigos, Lucien, Allen, Jack y William, habían coincidido gracias a que Charles había ido a la escuela con William cuando recién llego a Estados Unidos en 1939. Allen y Lucien inmediatamente repartieron cigarros entre todos.

-Charles me golpeara si te acepto el cigarro, Lu.

-¡El doctor ya ha dicho que tiene que cuidarse!

Erik sufría las secuelas de la guerra más que Charles, sus vías respiratorias habían quedado dañadas de por vida, por lo que los cigarros no eran una opción. Lucien rodeo los ojos pero acepto y fue a sentarse junto a Allen, Jack y Charles se adentraron en la cocina.

-Lucien sigue coqueteando con Allen, ¿No es así? –pregunto Charles.

Jack asintió, mientras fumaba un cigarrillo.

-Allen no entiende, es imposible para el estar lejos de Lucien, debes entender Lucien es un maldito bastardo y está loco, pero es imposible que no te seduzca y Allen es muy frágil. Se complementan.

Charles asintió, pronto hubo música resonando muy fuerte por todo el departamento y mucho alcohol también, Charles se encargaba de revisar y dar su opinión sobre los libros que sus amigos escribían, pero eso no era un obstáculo para que bailaran y cantaran por todos lados, sobre todo Jack quien era siempre el más alegre, de vez en cuando invitaba a bailar a Charles entre risas, Erik fingía molestarse pero no le molestaba, ellos sabían perfectamente que engañarse no estaba en sus planes.

Erik y Charles tenían un espíritu muy rebelde, sentían que tenían que hacer todas aquellas cosas que no pudieron hacer cuando eran adolescentes debido a la guerra. A veces había momentos muy difíciles en los que peleaban o lloraban de frustración por la época en la que habían crecido, pero siempre sabían resolver las cosas, juntos.

Por la noche, la joven pareja tenía preparadas sus maletas para emprender un nuevo viaje, esta vez sería un lugar desconocido para ellos, pero muy conocido para sus amigos, México, primero se hospedarían unos días en la famosa colonia Roma y después viajarían por todo el país. El grupo de chicos viajaba en dos coches, donde se habían agregado Neal y Peter, pareja de Allen.

El camino estuvo lleno de caos y diversión, algo característico de ellos, el alcohol y algunas drogas no hicieron falta. Aunque todo eso era divertido, Charles y Erik sabían que tendría que haber un momento en que se establecieran como la mayoría de sus viejos amigos, como Nathan, el ex líder de tropa en la que Charles estuvo, efectivamente se había establecido en Berlín pero esta vez con su esposa y su hijo o como los propios Edward y Margot que llevaban una vida muy hogareña.

-¿Sabes, cariño? –Dijo Charles, Erik lo miro.- cuando seamos mayores, quiero que tengamos una vida con la de Margot y Edward o la de Nathan.

-Solo que sin los hijos ¿Cierto?

-No –respondió Charles, Erik lo miro con confusión- Quiero regresar a Inglaterra un tiempo, estudiar genética en Oxford para ayudar a los chicos con habilidades como nosotros, estudiar genética era mi idea desde antes de la guerra.

Erik sonrió.

-Bien, yo te sigo a donde quieras.

-Gracias, cariño. –Dijo Charles- ¿Recuerdas la vieja mansión de mis padres?

-Sí, está en Westchester

-Así es. –Sonrió Charles.- Creo que es un buen lugar para envejecer, me gustaría remodelarla y establecer una escuela para chicos como nosotros o chicos que simplemente no son aceptados.

-Me parece una idea espectacular, amor.

Con esa idea para el futuro, Erik decidió comenzar a realizar esos planes, con la ayuda de sus amigos consiguió esa noche unos anillos, esta vez reales, por la noche todos se reunieron en la playa, fue ahí donde realizaron una ceremonia simbólica, Jack fue el encargado de unir a la pareja en matrimonio, matrimonio que esperaban algún día pudiera ser totalmente legal.

A principios de los años 70s, Charles y Erik decidieron comenzar una vida más hogareña, dejaron atrás los viajes y San Francisco, no sin antes participar en las protestas de 1970 en Los Angeles. En 1973, la Escuela para jóvenes con habilidades especiales de Charles Xavier fue oficialmente abierta, Charles tomo inmediatamente el cargo de Director, Erik de sub director y además ambos impartían clases, los nombres de los primeros alumnos fueron Raven Darkholme, Angel Salvatore, Alex Summers, Darwin y el más joven, Sean Cassidy. Además contaban con la ayuda del joven profesor Hank McCoy y la elegante Emma Frost.

Desde aquel momento, la historia no fue la misma, a partir de ese momento la esperanza realmente comenzó.


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