Tenías que ser tú

Capítulo 25

Hoy es Noche Buena y la celebrare como siempre con mis padres y mi hermano, al igual que todos los años, pero esta vez Nico invito a alguien, aun no sabemos ni mis padres ni yo quien puede ser ya que mi hermano nos lo habido en el último momento. Esta noche quede con las chicas, a pesar de que ya no pasamos tanto tiempo juntas.

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Ya eran las 21:00 de la noche, yo ya me había arreglado, llevaba puesto un vestido color vino de manga corta, junto a unos botines de tacón negros y el peinado, bueno el peinado no me hice nada solo me lo desenredar y ya, ya que solo sería cenar y salir con mis amigas.



Ya habían pasado 30 minutos ya que me duche y maquille, solo me puse la máscara de pestañas un poco de rubor y los labios me los pinte de rojo vino a pequeños toques con el dedo ya que no quería llamar la atención.

Baje las escaleras cuando llamaron al timbre, fui yo ya que la puerta estaba frente a mi, cuando fui a abrir la puerta, vino mi hermano y me aparto para abrir la puerta le iba a gritar por haber echo eso pero al ver quién atravesaba la puerta me calle, en casa se encontraba una chica castaña de ojos azules, alta y aún más con los tacones que llevaba, era guapísima, ha sé por qué mi hermano casi me mata.

La chica en cuanto me vio me sonrió.

- ¡Hola!, tú debes ser Samantha, encantada soy Hanna, Hanna Jonhs.-dijo la chica frente a mi con una gran sonrisa.

- Eh...si soy yo, encantada Hanna.-la saludé de la misma manera.

Saludo igual a mis padres, me sorprendió que se supiera mi nombre y el de mis padres, aún sin saber nosotros nada de ella.

- Bueno Sam, me dijo tu hermano que hoy cantabas en la fiesta de navidad.-asenti a lo que ella dijo- me gustaría saber...¿Qué canción vas a cantar?

- Pues la verdad, no lo sé, no pensé mucho en eso, tuve estos días mi cabeza en otro sitio.

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Ya habíamos terminado de comer, me levanté para dejar el plato en la cocina.

- Espera Sam, voy contigo para dejar el plato.-me aviso Hanna.

Una vez llegamos a la cocina Hanna me llamo, y en acto volteé hacia ella.

- ¿Es por alguien?- me pregunto ella.

- Eh...¿el que?- la dije yo ya que no sabía a qué venía eso.

- Que si es por alguien, que no prepararas la canción de esta noche.- y claro dio justo en el clavo.

- Bueno más que por alguien, por algunos cuántos.- la respondí yo.

- ¿Me quieres contar?- pregunto ella segura, no la conocía apenas de nada, pero...

- Sí, pero aquí no, aquí puede entrar mi hermano y no quiero que se preocupe.

Ella asintió, nos dirigimos hacia el comedor y avisamos a mis padres y mi hermano que estaríamos ensayando una canción para esta noche.

Una vez llegamos a mi habitación le conté todo lo que había ocurrido estos últimos días.

- Creo que tengo una canción que te vendría genial.- dijo Hanna cuando termine de relatar estás últimas semanas.

Estuve practicando con ella la canción hasta que sonó el timbre, baje pensando que serían las chicas quienes estaban esperándome fuera, y efectivamente eran ellas.

Sky, llevaba un vestido verde con los hombros descubiertos y unos finos tirantes sobre estos y unos tacones beige, el pelo lo tenía recogido en una media coleta.

Kat, llevaba un vestido azul marino, de manga larga y espalda abierta que destacaba con su pelo rojizo, junto a unos botines blancos, y el pelo recogido en una coleta de caballo.

Y por última Mack la cual llevaba un vestido negro de manga larga con los hombros descubiertos junto a unas botas altas de tacón cuadrado negras, su pelo iba suelto al igual que el mío.

Las tres estaban increíbles.

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Estábamos en el coche las cuatro de camino al pabellón, pero cuando pasamos junto a él no se serían y seguían hacia delante.

- Chicas nos pasamos el pabellón, deberíamos dar media vuelta.- dije yo preocupada- debo cantar en nada.

- Sam lo de cantar era una excusa, no vamos a la fiesta de navidad.-dijo Kat relajada.

- Tranquila tus padres lo saben y Nico también.- respondió Sky para que yo me tranquilizara, pero no funcionaba.

El resto del viaje se me hizo eterno no sabía donde íbamos, pasado un tiempo Sky cogió un pañuelo negro y me lo puso delante de los ojos dificultando me la visión, utilizándola como venda.

- La venda es para que no veas tú sorpresa.- hablo ahora Mack.

Eso no sirvió de nada ya que cuando aparcaron el coche y me bajaron de el, bueno "bajaron" me sacaron tirando de mis brazos ya que yo me negaba a salir del coche.

Pero al pisar la tierra y hojas en el suelo me dijo que la caminata hasta donde me quisieran llevar iba a ser larga, y no me equivocaba, creo que llevábamos 30 minutos andando, y andar por tierra mojada, sin ver y con el frió que hacía esa noche se hizo eterno.

Pero por fin sentí madera, que supongo que sería un puente, pero hoy el rechinar de una puerta y me di cuenta de que estaba dentro de una casa, además de que al pasar se sintió un calor acogedor, y al quitarme la venda de los ojos......

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¿Quieres ver lo que ocurre?
Te espero en el próximo capítulo.♥️