Sakusa Kiyoomi es definitivamente un hombre amargado, la mayoría del tiempo prefiere estar en su habitación o en cualquier parte mientras pueda disfrutar de su soledad, pero si hay algo que puede hacerle sentir calidez en su pecho es la navidad. Le agradan las luces de colores, su hogar decorado de forma diferente y la satisfacción de regalar algo perfecto para otra persona sea quien sea, es un sentimiento básico y hasta banal pero, le trae buenos recuerdos de su infancia y le causa felicidad.
Es veinticinco de Diciembre ya, a las doce de la noche con dos minutos y su pequeña familia está frente al árbol de navidad abriendo los regalos; el pelinegro camina cauteloso y busca con ansias mal disimuladas un paquete que posea su nombre y grande es su sorpresa al percatarse que el de mayor tamaño es el suyo. Emocionado a tope y ya sin poder disimularlo, tira del moño rojo que recubre la caja, sacando la parte de arriba de una sola vez, encontrándose con que adentro habia un pequeño hurón completamente blanco y de ojos azules.
Se siente demasiado feliz pero de todos modos extrae al animal con el mayor de los cuidados, acariciándolo con delicadeza pues, si bien aborrece a los animales en general, siente una extraña fascinación por los hurones. Observa a sus padres con una amplia sonrisa bien oculta por la tela blanca de sus labios y agradece tratando de mantener la compostura, sin soltar a su nueva mascota y motivo de su reciente estado.
La navidad no está tan mal.
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Sakusa's Drabbles
NouvellesSerie de Drabbles sobre Sakusa Kiyoomi ---Aclaración--- Esta historia fue escrita en un periodo posterior a la liberación de parte del pasado de dicho personaje, por lo que todo lo escrito aquí está total y completamente sacado del culo.
