Narra Normal:
Un día sin igual donde todos esperan lo mejor, reuniéndose con la familia y celebrar toda unida, igualmente en nanimori donde en una casa de una pequeña familia toda reunida para celebrar, guardando en lo más profundo de si, cada recuerdo que vive junto en esa fecha tan especial.
La joven castaña cocina con esmero y alegría, tarareando una suave melodía que era seguida amenamente por la vos de sus dos hijos, un rubio de 12 años y un castaño de 13 años, que decoraban de arriba abajo el gran árbol, mientras un péquelo garo de negro pelaje dormía frente a la chimenea con un sombrerito que a todos alegra, calentando su piel y esperando que la comida este (Seamos sinceros este por nada dejara de dormir). Si, una buena familia que siempre buscaba resaltar lo bueno y olvidarse de capada peso que llevan, olvidando el pasado y dejando el mal atrás envolviéndose en esa inmensa calidez que el castaño dispersaba , esparciendo alegría y buena voluntad en ese día de paz.
Un día donde la familia Sawada no duda en festejar, cenando reunidos y cantando villancicos, calentando su corazones y pidiendo por los que lejos están, sin dejar de sonreír porque no hay rasaron para menguar la dicha que sienten. Pero cuando la hora llega y la cama cada uno pliega, la celebración corpórea acaba y los sueños son los que mandan, reviviendo la felicidad para nunca dejarla atrás.
Execto al joven castaño que acompañado de su amigo fin, sale a cumplir con lo que no desea hacer, ese era un día especian y trágicamente, ni ese día podía descansar, el mar no para y es su debes finalizarlo, aun con el dolor de mancha la nieve blanca de ese carmesís color, era lo que él decidió para cuidar a su familia, esa noche tenía que manchar donde el único que lo presenciaba era el alma que de un cuerpo escapaba.
Lágrimas y lágrimas rojas de sus ojos caramelo brotaban, no se podía detener el dolor no menguaba y su sonrisa se rompió, después de todo aun con cada responsabilidad que decidió cargar esa solo un niño frágil y sin más, que en las noches dejaba escapar toda la agonía que sentía. Pero esa noche no con un suspiro de reclinación se animó y acerco al pequeño que lloraba cascadas, tomándolo en brazos pasar saltar a una azote y sentándose hay con el pequeño sobre sus piernas cubriéndolo con su chaqueta, para que no supriora más frío.
Lo pudo sentir, como después de unos minutos este se recargaba en su pecho dejando de temblar y con un poco de pena acarició con suavidad ese manto castaño como el pequeño lo hacía con él, trasmitiéndole tranquilidad mostrándolo que no tenía que llorar, era un buen niño y en su corazón no había oscuridad. Hay en la soledad de esa fría noche ambos disfrutaron la calidez, que uno al oro daban sin decir nada porque no lo necesitaban, tantos años de soledad prácticamente solos quedaron atrás, ahora se tenían uno al otro y ya no habría porque estar solo, esa hermosa noche la nieva cubrió el carmesí y la brillante luna fue la única en presenciar esa muestra que calidez y cariño que ambos se tenían, mirando las estrellas sin nada de qué preocupar.
-kuro- llamo suavemente el castaño sin moverse de su posición.
-Mmm- Vocifero el peli celeste bajando la mira y viendo al pequeño que mantenía en piernas.
-Feliz navidad- Dijo volteando la cabeza y dedicándole una brillante sonrisa, sin mentira o falsedad, sincera y brillante como el corazón que guardaba. Tan sincera que le cauno al mayor una sensación cálida que lo hizo sonreír de igual manera.
-Feliz navidad Tsuna
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!! Como el !!
Fiksi PenggemarTsuna a la edad de 7 años, se mancho las manos, se prometió cuidar y proteger a su hermano Giotto que es menor que el por un año y a su mama, no importa que método, que trampa, que situación las utilizaría. Con todo eso a los 12 años, nunca imagin...