Eran las dos y cuarto caundo Dani y Sam salieron de trabajar. Salimos juntos del Carpe Diem y nos dirigimos a otra discoteca cercana, los porteros no querían dejarnos pasar pero como el jefe de aquel lugar le debía un par de favores a Dani conseguimos entrar. Diane y Dani conectaron muy rápido, son los dos iguales les gustan las mismas cosas y están igual de locos. Nada mas entrar se fueron ellos dos a la pista de baile y no se separaron en lo que quedó de noche. Sam y yo fuimos al bar a pedir una copas, como no nos iba eso de bailar a ninguno estuvimos de acuerdo los dos.
- Esos parecen que se llevan muy bien - me dijo refieriendose a Diane y Dani que en ese momento estaban bailando tan pegados que parece que se iban a unir.
- Si muy bien. No parece que te vaya mucho este rollo.
- Es que no me va. ¿Y tu qué? No veo que este sea tu rollo tampoco. ¿Qué haces aquí?
- Es el cumpleaños de Diane y sabía que a ella le encanta esto, por eso estoy aquí. Es un poco raro que trabajes en una discoteca y no te vaya esto ¿no crees?
Soltó una pequeña carcajada que a mi me pareció adorable - si es verdad, en realidad fue mi hermano quien me metió en ese trabajo, le ofrecieron trabajo de camarero y pensó que me vendría bien hacer algo.
- Parece que a los dos nos han arrastrado hasta aquí... pero vamos ya que estamos aquí y no podemos hacer nada vamos a disfrutarlo, ven bailar. - Le cogí de la mano y le arrastré al centro de la pista.
- Umm... Helena...No se bailar - Se ruborizó un poco y noté su incomodidad asi que le cogí las manos y las puse y mis caderas, me puse de puntillas y me acerqué a su oído.
- Yo tampoco se - Le dije mientras le daba un pequeño beso cerca de la oreja.
En ese momento empezó a sonar una lenta ´´Time of my life´´.
- Me encanta esta canción - susurré pensando que nadie me oía.
- Yo nunca la había escuchado - me respondió.
- ¿Enserio? ¿Nunca has visto Dirty Dancing? Es una de las mayores películas románticas del cine.
- No, lo siento, no la e visto.
- La tienes que ver, te obligo - le dije divertida.
- Entonces tendré que hacerlo.
En ese momento aparecieron Diane y Dani, se notaba bastante que entre esos dos había pasado algo. Los dos tenía el pelo revuelto, la ropa destrozada y la cara y los labios muy rojos, aparte de que la cara y el cuello de Dani estaban llenos del pintalabios rojo que Diane llevaba.
- Vamos pareja esto ya empiza a aburrir vamonos de aquí - nos dijo ella.
Salimos los cuatro de la discoteca, Dani nos ofreció ir a su casa y tomarnos algo allí pero todos sabíamos que no íbamos a tomar nada. Era muy tarde y el camino a su casa lo hicimos andando. Diane y Dani iban delante y no paraban de reirse y meterse mano, y Sam y yo íbamos detrás intentado mirar a otro lado que no fuesen ellos.
- Sabes como va acabar la noche ¿no? - me dijo al cabo de un rato.
- Me hago una idea, no tiene que pasar nada si no quieres.
- No, no es eso, es ue no acostrumbro a hacer estas cosas.
- Yo tampoco. Nos mantuvimos callados el resto del viaje. Llegamos a su casa, ¡y que casa! Joder era mas bien una mansión.
- No hay nadie en casa, mis padres están fuera y los sirvientes ya estarán en sus casas, tenemos la casa para nosotros solos- explicó Dani.
- Bueno tampoco es que vayamos a utilizar toda la casa, a mi con una habitación me vale - Dijo Diane y ella y Dani se empezaron a reir otra vez.
Entramos en la casa y ¡Madre mía! El salón era mas grande que mi casa entera, tenía dos escaleras para subir al mismo piso y montón de habitaciones.
- ¡Dani, Dani! Y tu habitación quiero verla.
- Claro princesa es por aquí.
Hizo el ademán de subir y seguir a mi amiga pero bajó otra vez y le dijo algo a Sam que no alcanzé a oir, este solo asintió y le dijo que se fuera. Nos quedamos solos en el salón, ninguno sabíamos que decir.
- ¿Te apetece ver mi habitación?
- Claro.
Su habitación era enorme podría ser mi habitación multiplicada por tres, y estaba muy ordenada y limpia no como la habitación de cualquier chico de dieciecisite años.
- Es muy bonita.
- Gracias.
- ...... ¿puedo utilizar el baño?
- Claro claro esta siguiendo este pasillo la tercera puerta a la derecha.
- Gracias.
Salí de la habitación y me dirigí al baño. Entre en él y me eché agua en la cara, estaba muy nerviosa, no sabía que hacer. Me mire en el espejo y me dije:
- Vamos Helena ni que fuese tu primera vez, vas a ir allí, le vas a besar y vais a follar como nunca lo has hecho, es fácil esta muy bueno y le tienes en su habitación sin nada que hacer, vamos lánzate.
Dicho esto me arreglé y salí del baño, llegué a la habitación y allí estaba él de pie mirando unos libros de su estantería, me acerque a él sin que me oyese y me abrazé por detrás, se tensó durante un segundo pero luego se relajó. Le di la vuelta y le senté en la cama, me puse encima suyo y empezé a besarle el cuello, le empujé levemente y quedó tumbado en la cama. Seguí dejando un rastro de besos y mordiscos por su cuello, su oreja, su cara llegando a la parte que mas deseaba explorar. Me acerqué a su boca, podía sentir su aliento en la cara y oir sus dulces gemidos; estaba a milimetros de él cuando se aparto de mí.
- No - dijo.
- ¿No? - repetí perpleja.
- No, lo siento, no es por ti, eres una chica muy guapa, y me gustas un montón y creeme que me a costado mucho decirtelo pero no puedo hacerte esto.
- ¿Hacerme el qué?.....Ah, entiendo ¿eres virgen verdad?
-.......
- Mira si eso no me importa, puedo enseñarte y ayudarte, para mi ese no ese el problema.
- No es eso... bueno por una parte si pero eso no es lo que me preocupa.
- Entonces, ¿que pasa? no lo entiendo ¿de que tienes miedo?
- Tengo miedo de que si me acuesto contigo, me empizes a gustar mas y quiera algo mas contigo que tu no quieras.... Tengo miedo de enamorarme de ti.
- Pero eso no es malo, a mi también me gustaría intentar algo, yo no soy de líos de una noche soy más de relaciones, quiero tener a alguien al que querer. Podemos intentarlo Sam. - Me acerqué un poco más a él pero se alejo más. No entendía que le pasaba, estaba muy raro y yo ya me estaba desesperando.
- No puedo hacerte eso, ni a mi ni a ti, no soy una pareja fiable, no puedo salir con nadie.
-¿Cómo que no puedes salir con nadie?- grité - Me acabas de decir que podemos tener algo juntos y ahora me dice qu..
- Estoy enfermo Helena - me cortó.
- ¿Qué quieres decir?
- Que me estoy muriendo.
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DIARIO DE UNA ADOLESCENTE EMBARAZADA
Teen FictionDos amigas, dos hermanos, una noche en una discoteca. Pero que pasa cuando Helena se enamora de uno de ellos y si ese chico está enfermo, si accidentalmente se queda embarazada.