Capitulo 3

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La cara que se me quedó debió de ser muy graciosa porque Sam se empezó a reir.

- ¿De qué te ries? No tiene gracia sabes.

- La verdad es que si la tiene, tendrías que ver tu ca...- paró de reirse en cuento se dio cuenta de que esto iba en serio - no me mires así, no le puedo hacer nada.

- ¡No te lo puedes tomar a broma! - grité.

- Y como quieres que me lo tome, hace mucho tiempo que lo se y estoy harto de que la gente se compadezca de mi asi que mejor me lo tomo con humor.

Parecía muy tranquilo pese a lo que me estaba contando. De repente caí en la cuenta, le había estado presionando todo el tiempo para que nos acostásemos e incluso para que tuviesemos algo mas y él solo había pensado en mí, tenía miedo de tener algo serio conmigo y que tuviese que soportar su enfermedad o incluso su muerte. Me sentí la persona mas egoísta del mundo, solo estaba pensado en mí y en lo que quería yo y no tuve en cuenta que le pasaba a él.

- L-lo siento mucho Sam, yo te estaba presionando para.. cuando tu decías... lo siento.. lo siento mucho - sentí como las lágrimas brotaban de mis ojos y corrían por mis mejillas, no me gustaba llorar delante de alguien, pero no pude evitarlo demasiadas noticias.

- Tenía siete años cuando me lo diagnosticaron - se acercó a mi y me limpió las lágrimas con el pulgar, suavemente - los médicos dijeron que era una especie de cáncer muy raro y que casi nadie en el mundo tiene y..

- No tienes que hacerlo si no quieres - le corté.

- Quiero hacerlo. Bueno me dieron un año de vida, ese año lo pasé en el hospital, conectado a un montón de máquinas, los médicos no sabían que hacer, las medicinas no hacían efecto y la enfermedad no tiene cura, ya me daban por muerto. Hasta que un día las medicinas empezaron a funcionar, el dolor se calmó y todo volvió a la normalidad.  A los seis meses me dejaron volver a casa, tenía que ir a revisiones todas las semanas pero por lo menos dormía en mi cama. De vez en cuando me daban ataques de ansiedad o me dolía mucho el cuerpo o alguna vez en un sitio en concreto. Pero los ataques no solían durar mucho asi que no tuve que volver a quedarme en el hospital. Los ataques me suelen dar cuando me pongo muy nervioso o estoy en tensió por eso procuro llevar una vida relajada. Quiero que sepas una cosa Helena, me gustas un montón se que te acabo de conocer, pero al hablar contigo tengo la sensación de haberte conocido desde siempre..

- Sam...

- No espera, no me cortes, no te e besado por que me da miedo enamorarme de ti y que luego me dejes solo cuando las cosas se compliquen, pero me da mas miedo que te quedes conmigo, ninguna chica de diecisiete años, guapísima y con toda la vida por delante, que anclada a un chico que no va a poder darle lo que ella de mereze, no como cualquier otro hombre, lo entiendes ¿verdad? - se notaba la preocupación en su voz, temía cual fuera mi respuesta.

- Lo entiendo Sam y lo respeto. - le respondí y vi como se relajaban sus hombros y suspiraba aliviado.

- Gracias..

Se hizo un silencio bastante incómodo, de fondo de oían los sonoros gemidos y gritos de Diane.

- Esos dos si que se lo estan pasando bien - dijo y los dos estallamos en carcajadas. Fue la primera vez que le oí reirse de verdad y me pareció el sonido mas bonito que había escuchado y aun me lo sigue pareciendo.

- Bueno y que quieres hacer para arreglar esta desastrosa noche - me preguntó.

- ¿Vemos una peli?

- Vale, te dejo elegir.

- Umm...no se..¡aah, es verdad! Ya se cual, vamos a ver Dirty Dancing

- ¿La del bar? ¿Enserio?

- Si, enserio, me lo debes, por estropearme mi noche de sexo - le guiñé un ojo y le levanté hacia su ordenador.

Una hora después estabamos los dos tumbados en su cama con el ordenador viendo el final de la película, yo ya notaba como el sueño se apoderaba de mi pero no quería dormirme por que me gustaba ver como estaba tan atento a la película, asi que me quedé mirandole no se durante cuando tiempo, era tan perfecto, le veia tan fuerte y tan debil a la vez. Al final no pude aguantar mas cerré los ojos y apoyé mi cabeza en su hombro, sentí como tu brazo me rodeaba pegándome mas a su pecho y allí me dormí, con la cabeza en su pecho escuchando los latidos de su corazón, tan y fuertes y tan debiles a la vez.

HOLAA! NO ME CONVENZE MUCHO ESTE CAPÍTULO, CREO QUE ME HAN SALIDO MEJOR LOS ANTERIORES, PERDONEN SI HAY ALGUNA FALTA DE ORTOGRAFÍA SON LAS DOCE Y TENGO ALGO DE SUEÑO. BUENO MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTA HISTORIA. BUENAS NOCHEES :)

DIARIO DE UNA ADOLESCENTE EMBARAZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora