Pasaron unos minutos y los amigos ya estaba agotados.
-Jaja, pero ya enserio. Me iré a bañar estoy hecho un asco.- dijo el de verde-
-Si, yo también me iré a cambiar. ¿Vienes Tom?.- preguntó el narcisista-
-Yo iré luego.-sonrió-
Los dos amigos se retiraron del lugar, mientras el bajista estaba recostado en el suelo. Él pensaba como pasar la navidad con la pequeña, él no sabía aún que regalarle.
-Uhm... ¿Qué podría regalarle a __?.-pensó-
El bajista pensaba y pensaba pero luego bostezó.
-Tal vez lo sepas en la mañana, Tom.- mencionó el castaño con una toalla al rededor de la cintura-
-.... Vete a vestir...- ordenó el castaño claro serio-
-¿Y si no quiero qué?.- dijo con un tono desafiante, mientras sonreía-
-... Si no lo haces veamos si tu ropa va soportar ser quemada
En eso el castaño se asustó y sonrió.
-B-bien me iré a vestir, jeje. Adiós.- se retiró corriendo-
El bajista rió levemente, y se levantó del suelo. Él se dirigió a su habitación y se acostó en la cama.
Él miraba el techo algo cansado y cerró sus ojos causando que se durmiera.
A la mañana siguiente el castaño claro se levantó por los culpa del despertador, se sentó en la orilla de la cama, y se limpió la boca, la cual tenia llena de baba.
-No lo sé pero hoy dormí como nunca.-sonrió y se levantó de la cama-
-¡Tom a desayunar!.- gritó el peli rojo-
-Te dije llámalo. ¿No podías ir a su habitación y llamarlo?.- mencionó serio el castaño-
-Perdón...- se disculpó-
En eso el bajista bajo.
-Buenos días, bello durmiente...- el castaño se burló del muchacho-
-Jaja que gracioso.- dijo sarcástico-
-¿Quieres panqueques?. Yo ayude a Edd a hacerlo.- sonrió el peli rojo-
-... A.... prefiero el pan tostado. Pero gracias.- negó los panqueques-
-Más para mí..- dijo comiendo dichos panqueques-
El bajista tomó una rebanada de pan tostado y empezó a comerla.
En eso alguien tocó la puerta, llamando la atención de los muchachos.
-Yo iré....- anunció el bajista-
-¿No notas que Tom está más amable que de costumbre?.- preguntó el castaño-
- Aprovecha el bug...- dijo el peli rojo-
Al abrir la puerta se encontró con unos de los guardias de la pequeña.
El bajista trago saliva y preguntó.