Los muchachos hicieron lo mencionado, los tres se dispersaron por el almacén.
—Uhm... ¿Qué le gustará a ___?— se preguntaba el pelirrojo tomando su mentón mientras esté pensaba.
De pronto observo a unas niñas decir.
—¡Ahhh!, ¡Lady brillantina es la mejor muñeca de todas!— mencionó la pequeña mientras tenia la cajera de dicha muñeca.
—¡Si!,¡Lo sé!— coincidió con la otra.
El pelirrojo se dijo a el mismo.
—Lady brillantina,¿Eh?
Mientras tanto el castaño buscaba un regalo al igual que los demás muchachos.
—He escuchado que las niñas les gusta las cocinitas, y bueno, veamos si a __ le gusta— mencionó el castaño al tomar una cajeta.
El castaño caminaba hacia la fila de la caja, él al observar el tamaño de la fila dijo.
—Voy a tardar un poco— dijo serio.
En cambio el castaño claro veía las cosas, mientras decía el nombre de la niña múltiples veces.
—___,___,___,¿Qué te podré regalar?
El chico miró un cajeta la cual estaba llena de peluches.
—¿Qué tal, un peluche?— dijo al buscar.
El pelirrojo vio que solo quedaba una cajeta con aquel juguete, el pelirrojo coloco su mano para tomar el juguete, pero al hacerlo una chica también coloco su mano en aquel juguete. Los dos jalaban el juguete disimuladamente, con una sonrisa, pero poco a poco las sonrisas desaparecieron y aparecieron rostros de enojo, ambos traban de quitarse el juguete de las manos.
El castaño estaba aún en la fila, de repente vio un peluche con forma de una lata de Coca cola, a él le pareció intrigante.
—Uhm... Solo será un segundo— dijo al salir de la fila y mirar el precio de aquel peluche.
Cuando termino pudo observar que la fila era más larga que antes.
—¡No!,no,no,no— decía desesperado.
No tuvo más opción que firmar la fila nuevamente.
En cambio el bajista estaba buscando un peluche, encontró miles, pero ninguno era tan interesante.
—Recuerdo que a __, le gustaba mi tommie bear— dijo recordando.
El chico aún seguía buscando.
El pelirrojo estaba peliando con la contraria, ambos trataban de quitarse la cajeta de la muñeca.
—¡Dame la muñeca!— ordenó la muchacha
—¡No!,¡Es para mí querida sobrina!— negó el pelirrojo.
El castaño estaba en la fila, en eso el bostezo y un chico se metió al frente de él.
—¡Oye!,¡He estaba esperando aquí por un siglo!— ordenó el castaño.
—¿Y si no quiero qué?— preguntó el chico.
—¡AHHH!— gritó enfadado al abalanzarse hacia él y atacarlo.
El bajista se rindió y se dirigió a su hogar, fue caminando por él no sabía conducir. El tenía las manos en el bolsillo de su sudadera, al llegar a su casa saco un botella de vodka, la cual esconde ya que posiblemente Edd se molestaría con él por estar tomando.
El de ojos oscuros tomaba en el sofá, para él cada sorbo daba más y más placer.
El no pudo aguantar la ebriedad y se quedó profundamente dormido.