Capítulo XXVI

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Baekhyun

-Kai... Pss... Kai- susurré alejándome de mi novio y su amigo

-¿Qué pasa?

-Necesito pedirte un favor

-Dime

-Voy ir a comprar el regalo de mi Channie, pero no quiero que venga conmigo, últimamente esta aferrado a que estemos como chicle, pero necesito que no se entere de esto y que sea sorpresa ¿Entiendes Kai?

(analizando)....

-¡Kai!

-Si, si, ya entendí, Emmm, ya se, llama a su hermana para que llame a Chanyeol, el va a querer ir contigo, entonces ahí entro yo, le digo que tu te puedes quedar con nosotros y que iremos al hospital, soy bueno convenciendo, así que cuando se vaya tu te largas a comprar su regalo

-Kai

-Ajá

-Si piensas ¡No eres un pendejo después de todo!- golpeó mi cabeza cuando empezamos a caminar

-Que gracioso enano de mierda

-Sabes que te quiero negro

-Vete a la verga

Lo siento, así me llevó con Kai. Corrí para alcanzar a Chanyeol y tomé su mano. Entramos al salón, las clases empezaron, los insultos no pararon, pero ya no les tomó importancia.

A la hora del descanso esperé a que Chanyeol se parará al baño o algo así. Me alejé de mis amigos y llame a la chica que se convertiría en mi cómplice.

📱Llamando a Yoora🎀

-¿Bueno?

-Hola cuñado, que milagro que me llamas

-Lo siento, aveces me olvido, te llamaré más seguido

-Esta bien Baek ¿Necesitas algo?

-Si, hazme un favor Yoora

-Dime

-Compraré el regalo de Chanyeol, pero, sabes que con lo que pasó no se quiere separar de mi, entonces te pido que más o menos a las tres le llames y le digas que lo necesitas o algo, así puedo ir a hacer mi compra ¿Si?

-Con una condición, cuídate mucho

-Lo haré, gracias linda

-No a ti, por querer hacer feliz al chango que tengo como hermano

-Jajajaja, adiós Yoora

-Adiós Baek

Colgué, volví a la banca de madera en la que todos estábamos sentados, comiendo y riendo, Chanyeol ya había regresado, me senté a su lado.

-¿Con quién hablabas?- susurró a mi oído

-No es nada- respondí de la misma manera

Chanyeol

Baekhyun se veía un poco misterioso después de esa llamada. No podía prestar atención a la conversación de mis amigos, solo podía concentrarme en la pequeña mano que recorría y acariciaba mis muslos y mi entrepierna.

-No hagas esto cielo- volví a susurrarle

-Lo siento

Quitó su mano y me volteó a ver con una gran sonrisa.

No se cuando empezó Pero se que nunca terminaráDonde viven las historias. Descúbrelo ahora