Stiles sintió un dolor indescriptible cuando intento abrir los ojos. Era como si las náuseas, dolor y otras cosas desagradables que jamas en su vida había experimentado lo golpearan en todos lados haciéndole difícil la tarea de respirar. Incluso semi consciente, Stiles estaba comenzando a sentir desesperación.
Trato de levantarse de donde fuera que estuviera tendiendo pero pronto unos enormes brazos lo detuvieron manteniéndolo así, acostado.
—¿Dónde estoy? —gimió adolorida y sin reconocer del todo su propia voz y sin recibir respuesta a su pregunta.
—Todo esto es culpa de ustedes —grito alguien en algún lugar de aquel espacio desconocido.
—Noah, Stiles fue quien comenzó a buscar entre mis cosas, también fue culpa suya y lo sabes.
—¿Culpa suya? —gimió su padre, está vez su voz era más clara y fácil de reconocer en la oscuridad en la que estaba sumergido—. ¿Hablas en serio Alan? Stiles tiene hiperactividad ¡Obviamente haría algo como eso. ¿Dónde estabas tú? ¿Por qué no guardas tus cosas sobrenaturales en algún lugar apartado de mi hijo?
—No vale la pena hablar de ello —contestó una voz profunda que desconoció—. Lo que debemos hacer es encontrar otra solución para hacer que sobreviva.
—Acaban de decir que la flor esta extinta. ¿Cómo pretenden curarlo? —solo entonces, Stiles se percató de la voz rota de su padre. Quería ir con él, abrazarlo y decirle que estaría bien. Pero su cuerpo no respondía y él no lo podía ver.
—Los nativos me dieron un libro Noah, y lo he estado leyendo. Podría funcionar.
Hubo un largo silencio en el que Stiles se volvió envuelto. El latido de su corazón parecía inexistente y su respiración no estaba haciendo ruido. Un sudor frío lo recorrió todo y fue entonces que sus ojos comenzaron a enfocar. El tictac del reloj que marcaba las siete y media de la noche le pareció fuera de lugar, los muebles y el pálido color de las paredes eran conocidas, pero Stiles no tenía en esos momentos inteligencia espacial. Así que se sintió aturdido.
El estómago le daba vueltas y una fina capa de sudor en su rostro lo mantenían fresco aunque por dentro podía sentir el ardor del propio infierno, calcinado sus entrañas, matándolo lentamente.
Giró su rostro hacia la izquierda, donde miro los ojos chocolate de Scott que fueron lo primero que identificó con claridad del todo el lugar, luego de ello miro a Derek Hale en una esquina de la habitación mientras discutía con el lobo Declan y Lydia junto a Isaac leían unos libros en la otra ¿Y dónde estaba su papá y Deaton?
Habría jurado haber notado a ambos adultos discutir cerca de ahí, pero en la habitación no estaba ninguno de los dos.—Hey bro, ¿Cómo te sientes?
Stiles volvió a mirar a Scott dándose cuenta que le sostenía la mano, absorbiendo un dolor que Stiles no sentía por completo. Quizás llevaba haciéndolo desde hacia un tiempo, las venas de Scott estaban casi amoratados y eso le preocupó.
—Tu cara es un asco —gimió Stiles mientras se acomodaba mejor en la mesa de metal. Si, eso era un claro indicio de que estaban en el consultorio del médico veterinario.
—Es mejor que la tuya —se burlo su amigo antes de soltar su mano.
—¿Qué paso Scottie? No recuerdo nada...
El moreno miro a los demás mientras pensaba, los otros parecían no haberse dado cuenta que Stiles había despertado antes de que continuara su charla con el castaño.
—Te desmayaste cuando llegamos a tu lado. Declan nos dijo todo Stiles. Que la sirena amazónica, que el parásito. Todo. Tu desmayo fue a causa de esta cosa dentro tuyo. Tuve que decirle a tu papá.
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Stiles, don't touch it! [Editando]
FanfictionEs muy malo para cualquier persona en el universo dejar que un niño hiperactivo este solo en una habitación y es incluso más peligroso cuando las lagrimas de una sirena están a su alcance. Sterek reescrita.