Stiles, don't touch it! [Editando]

Capítulo 7

Declan estaba un poco mas apartado de toda la manada en realidad, escondido detrás de una de las tiendas que doblaba a la esquina de los baños de aquella plaza y en realidad, aunque Declan no se escondía bien, Stiles tuvo que detenerse para asegurarse que no lo estaba confundiendo con alguien más, dejando Lydia confundida luego de haber caminado apenas unos cinco o seis pasos más

Y después de darse cuenta que él no la seguía, Lydia se detuvo igual mirando hacia los lados para fijarse en lo que había detenido a su compañera, sin tardar de encontrar el motivo aparente, Lydia no pudo evitar intercalar miradas entre el hombre que le había llamado la atención y Stiles, con una sonricilla pícara cómo sabiendo a donde iba todo eso. ¡Y por todos los Dioses del Olimpo! Stiles no querías siquiera imaginarse que clase de pensamientos sucios tenia su amiga con respecto al estúpido Lobo y él. Ser una mujer ya era de por si muy fastidioso cómo para imaginar lo que otras personas imaginaban de “ella“ y otros chicos.

—Tenemos que hablar —murmuro Declan saliendo de su escondite para acercarse a ambas chicas, pero con la única excepción de que sus almendrados ojos lo miraban a él exclusivamente. Con el ceño fruncido y una mueca en los labios que le recordaba a un lobo que había dejado en el área de comida junto a sus otros amigos.

—No quiero hablar contigo —contesto recordando su encuentro anterior, deseando regresar con Derek y los demás.

Se giró sobre sus talones con la  intención de continuar su  camino junto a Lydia, pero supone que debió haber advertido que las dejar las cosas con un lobo no sería tan fácil porque luego de sólo dar un paso Declan las alcanzó y con un movimiento que le pareció ser muy rápido como para anticiparlo bien, Declan atrapo la muñeca de Stiles y lo jalo hacia donde estaba su musculoso cuerpo, una forma muy agresiva, si le preguntaban a él, de llamar la atención de todos. Esto, de alguna forma halagadora, provoco que Lydia se pusiera nerviosa.

—¡Oye! No puedes agarrarla cómo si fuera un trapo —trato de defenderlo y Stiles juraría que estaba muriendo de amor en esos momentos por Lydia Martín cómo en los viejos tiempos de no ser porque él también tenía miedo de lo que pasaría.

—Mira, cállate —refunfuño Declan sin soltarlo—. Yo puedo hacer lo que quiera, tenemos asuntos que hablar así que vete y no te metas en lo que no te importa.

Stiles temía la repentina violencia en Declan y pronto comenzó a forcejear, temía por la seguridad de Lydia y él seguía siendo un hombre aunque  no lo pareciera, pero para  su mala suerte también continuaba en su cuerpo de mujer, por lo único que logro con ello fue lastimarse su muñeca. Declan apretó mas fuerte haciendo que el hueso de Stiles tronará cómo una nuez y eso fue suficiente para que el castaño detuviera su lucha.

—¡Sueltame Declan! —lloró desesperado. ¿Porque lloraba? Por el estúpido dolor en la muñeca, por sentirse débil e inútil, aunque siendo sincero consigo mismo y cómo hombre, Stiles lamentaba decirse que tampoco era bueno a la hora de defenderse, no su bate.

Declan miro a Stiles a los ojos, manteniendo esa batalla un par de segundo antes de jalarlo lejos de Lydia, quien tampoco sabía que hacer ante tal escena. Stiles miro a su amiga sacando el teléfono y llamando a alguien con el ceño fruncido y corriendo en dirección a donde los demás estaban, Stiles se preguntó si estaría llamando a Derek o si su miedo la habrían conducido a llamarle a su padre, pero tan pronto giraron en una esquina, Stiles la perdió de vista impidiéndole saber a quién Lydia pedía ayuda. Declan lo había acorralado en lo que parecía un almacén sucio y maloliente de la plaza comercial, Stiles veía las cajas abandonadas y el polvo acumularse en ellas con relevancia, por si tenía que recordar más tarde donde estaba, y luego piso desafiante su mirada en la de Declan.

—Lo siento —murmuro Declan refiriéndose a la muñeca, mostrando una expresión más relajada que desorientó  a Stiles un segundo de esa batalla—. Las cosas se han complicado. Tenemos que hablar de esto Stiles, no hay tiempo.