—Hay miles y millones de cosas que nunca te dije.
Stiles abrió los ojos encontrándose con un espacio en blanco estaba tranquilo y los pájaros cantaban una melodía rítmica no tan natural ¿Estaba en el cielo? Lo sabe pero es como si estuviera ahí, parecía un conjunto de nubes sin suelo que lo mantenía a flote, sin nada mas allá, ni una sola persona y las aves que cantaban no estaban en realidad ahí. Stiles, no temió levantarse del lugar para ver por si mismo el espacio era Stiles Stilinski después de todo y además la vida es un riesgo, aunque tal vez ya no había “vida” que arriesgar.
Miro sus manos y contó sus dedos solo para asegurarse de que los tenía completos y no le sobraban ni le faltaban ninguno de ellos. Sólo entonces se dio cuenta de algo muy importante, ya no era una mujer.
Sorprendido ante ese hecho, sonrió ampliamente.
—Pude haber dicho lo mucho que me gustaban tus lunares, y otras partes de ti.
Stiles se giró sobresaltado, no había prestado atención a la suave, cálida y tierna voz tan... Familiar. Una voz que le hacia sentirse seguro y débil al mismo tiempo.
—¡¿Quién eres?! —grito Stiles mirando a la nada y esperando a que alguien respondiera a su pregunta pero no hubo nadie que pudiera contestarle.
El corazón comenzó a bombear mas rápido en su pecho. Las ganas inmensas de llorar o gritar intentaban apoderarse de su increíble fuerza de voluntad. Quería sentirse escuchado, no importaba si estaba ahí, en un lugar solitario y con alguien hablándole desde quien sabe donde. Stiles quería que su voz le llegará a la otra y que dejase de hablar como si estuviera perdiendo algo importante.
—¿Dónde estás? ¿Quién eres? —siguió insistiendo, buscando con la mirada en un espacio en blanco que no tenía nada.
—Stiles, solo por favor, no me abandones.
Una suave brisa acaricio sus mejillas, con el sabor salado de las lágrimas y el frío que no había sentido calándose por los huesos. Volvió a girarse en búsqueda del vientre, pero no lo encontró.
—No te dejare —prometió a la nada y sin pensar.
Entonces la voz dejo de pronunciar palabra alguna en el lugar vacío donde estaba y Stiles sintió una fuerte opresión en el pecho que le lastimó acompañado de una fuerte corriente eléctrica que paso por todo su cuerpo y que se repitió un par de veces, dejándolo desorientado. Stiles tuvo que sujetarse a si mismo, y sintió que caía en un pozo sin fondo.
No sabía lo que pasaba, pero deseaba despertar pronto.
(...)
Deaton salió del cuarto donde estaba hablando con Noah al escuchar pánico en la sala continúa y al ver al joven Stiles tuvo que improvisar un poco e hizo algo súper loco, con una jeringa llena de acónito puro inyecto en la yugular a Stiles para detener las convulsiones.
Con el potente veneno circulando por las venas de Stiles, ninguno de los lobos pudo aguantar estar tanto tiempo en la misma habitación.
«Es un tratamiento temporal por ahora» Dijo Deaton antes de cerrarle la puerta en las narices cuando intento acercarse de nuevo.
Lydia miro a Derek de manera comprensiva y luego le dijo que ella se encargaría de avisarles si había algo nuevo manteniéndose dentro de la habitación.
Derek envidio mucho a la pelirroja en esos momentos.
—No podemos salvarlo —murmuro Declan aun afligido por toda la situación.
—Cállate, cállate —grito Scott sentado en la banqueta, pasándose las manos por el cuero cabelludo pensando en todo lo que sus jóvenes habían visto con su único amigo. Derek no tenia que ser lobo para saber que el hispano estaba dolido por todo aquello y estaba desesperanzado—. Tendrá que haber alguna forma de salvarlo, siempre hay una forma ¿Verdad, Derek?
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Stiles, don't touch it! [Editando]
FanficEs muy malo para cualquier persona en el universo dejar que un niño hiperactivo este solo en una habitación y es incluso más peligroso cuando las lagrimas de una sirena están a su alcance. Sterek reescrita.