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Suena la alarma, despierta y se levanta, aún tiene sueño, es una de las pocas veces que usa la alarma porque es un día especial. Se mira en el espejo y admira a una jovencita baja, con un cabello largo y despeinado, ojos profundos, labios finos, piel tersa y una sonrisa hermosa. Decide que se peinaría después, sentía un vacío en el estómago, tenía hambre, así que se prepara un desayuno rápido. Se siente extraña, su casa nunca había sido tan silenciosa y entonces se da cuenta: ese día era el 28 de febrero, en ese día se publicarían los ingresantes al COAR; el Colegio de Alto Rendimiento. Pero no está desesperada, se tomaría su tiempo. En eso, su madre ingresa a la sala, con un celular en la mano y los ojos llorosos.

-¡Lo conseguiste! ¡Lo has hecho! ¡Estás dentro!-

Está pasmada, no lo cree, revisa la lista por sí misma. Sí, efectivamente ahí está su nombre "Vanessa Alexandra Vasquez Altamirano, COAR Cajamarca". No puede ser, lo ha conseguido, ha ingresado y aun así no lo cree. "El examen estuvo fácil", piensa, "¿Pero cómo rayos superé la entrevista?". Recuerda las pruebas. La primera fase fue un examen de conocimiento y uno de habilidades socio-emocionales. La segunda, una jornada de convivencia y una entrevista personal.

En eso, un nombre llama su atención, uno puesto bajo el suyo estaba "Alejandro Vasquez Zamora, COAR Cajamarca". Él también lo logró, y en el mismo COAR. "Lo conseguimos los dos", medita, "Estaremos en el mismo colegio y esta vez no lo puedo evitar por siempre".

-¿Qué sucede?- pregunta su padre

-Lo consiguió- responde su madre

Esto la saca de su meditación y entonces abraza a su madre y a su padre con lágrimas en los ojos y sonríe. Este es un nuevo paso hacia una vida mejor, le abrirá nuevas puertas hacia nuevos horizontes, podrá emprender una vida mejor tanto para ella como para su familia.

-Ahora solo toca esperar a que inicien las clases- dice su madre.

-Sí, así es- responde.

-Alejo - dice su madre.

-¿Qué tiene?- dice Alexandra.

-Él también ingresó-

Ale sonríe evasiva, no debe mostrar debilidad, esa noticia no debería alterarla, sin embargo lo hace.

-¿Sandra?- pregunta su madre, la ha visto preocupada.

-No pasa nada- dice ella – bien por él-. Termina cortante.

Se va a su cuarto, con la excusa de descansar un poco, necesita meditarlo sola. Sus padres están preocupados, "¿Qué pasa entre ella y ese chico?"," ¿hay algo entre los dos?", son preguntas que pasan por sus cabezas.

No, la respuesta es no. Entre ellos tan solo hubo una "amistad con algunos tropiezos", como ellos solían llamarla, pero todo se había venido abajo el año anterior. Alejandro se había declarado por chat a Alexandra y eso lo había arruinado todo. Sus conversaciones eran algo tensas, y un día ambos se habían cansado de esto.Alejandro le comenzó a hacer la Ley de Hielo a Alexandra y ésta se había vengado de muchas maneras, la situación había ido de mal en peor. Las vacaciones supusieron un pequeño respiro, y Ale ni siquiera había tenido en cuenta que se tendrían que ver la cara de nuevo algún día. Pero pasó lo que ella temía.

Cierra un momento los ojos, no son ni las ocho de la mañana y ya han pasado demasiadas cosas. "Voy a tener que ver a ese cretino por tres años, demonios". Pero algo dentro de ella le impulsa a tomar cartas en el asunto. Divisa su celular en su escritorio, y siente la tentación de chatear. "No, es muy temprano... Aunque conociéndolo debe estar despierto".

-Hija, ¿puedo pasar?- La voz de su madre la saca de sus cavilaciones.

-Claro, pasa- responde Alexandra.

-Hija, toda la familia se ha reunido para celebrar-

-¿Celebrar qué?-

-Que acabas de entrar al COAR, hija. ¿Segura que estás bien? Hace poco estabas feliz, pero cuando te dije lo de Ale...-

-Estoy bien, voy a cambiarme- termina cortante.

"¿Qué demonios fue eso? Mi mamá nunca es así, no pensará que yo y él... No, no, no, yo nunca le he dicho nada de mi vida... Además, yo ya tengo a Fran, ¡Fran! No lo he llamada aún, demonios, se pondrá como loco". Entonces coge su celular y abre la aplicación de Chat y escribe.

AleWhere stories live. Discover now