Mira su celular "¿Será posible?". No quiere arruinar su día, después de la piscina no ha hecho más que celebrar con su familia. No cree que alguien más de su antigua escuela haya ingresado. Revisa su celular y ve otra vez "Alejandro Vasquez Zamora, COAR Cajamarca". "Sí, aún no me han borrado, no es un error". De pronto, un nombre le llama la atención "Vanessa Alexandra Vasquez Altamirano, COAR Cajamarca". "Lo que faltaba... ¿en serio?", piensa; y a al mismo momento, miles de recuerdos asaltan su mente.
Deja vù
Un timbre suena, se separan todos los grupos y cada uno regresa a su casa. "Libertad" de la opresión del auxiliar escolar para regresar bajo el control paterno. Abre el chat, está enojado, se ha enterado de lo que ella dice a sus espaldas. Ha creído totalmente en la historia que le contaron sus amigos. Hablan, discuten, todo por chat. No solucionan el problema, ¿pasó? ¿Fue una mentira?, nunca lo saben.
Abre el chat, lee de nuevo las conversaciones. Duele, más aún sabiendo que la volverá a ver. "Ambos nos portamos como idiotas" piensa, "tenemos que resolver esto". Coge su celular, revisa su chat y ve el apodo "BFF" en una conversación. Siente la tentación de escribir, un escalofrío en la yema del dedo, no sabe si hacerlo o no. Escribe "Nessa..." no sabe si presionar el botón de enviar. Duda, su dedo está a escasos milímetros de la pantalla.
'Videoconferencia de KAPPA'
La pantalla es ocupada por la llamada entrante. KAPPA "¡Me olvidé de ellos! No es posible, hombre ¿Qué me pasa?". Se regaña mentalmente por haber olvidado la fraternidad creada por él. Kappa comenzó como una pequeña broma de niños junto a su amigo Nicolás (Nick para los amigos), una supuesta secta secreta dentro del colegio. Conforme más y más gente se unían a las filas, se solidificó como una fraternidad, con un cuartel y con ritos para cada ocasión. Su vínculo más fuerte al colegio con actualmente seis miembros.
-¡Negro!- La voz estridente de Fred le recuerda su apodo en el grupo. Sí, puede sonar racista, pero deja de ser molesto una vez que ves su lado gracioso.
-¡¡¡Ratas!!!- gritos, insultos estridentes que resaltan el vínculo. No, no solo es una fraternidad, se convirtió en una hermandad hace tiempo.
-Oye negro, ¿qué fue?-
-¿Qué fue de qué?-
-De tu mamada de colegio- Dice Franco, el miembro más reciente.
-Aaaa, esa cochinada-
-Mira como finge el gran imbécil- Detecta Mario, responsable de las bromas más pesadas.
-Calla tarado-
-Ya, fuera de tonterías, ¿entraste?- pregunta Rafa
-Si mamón-
-Jaaaaa Franco, Mario me deben veinte-
-No mames ¿apostaron?-
-Simón perro-
-Perfecto, ahora ya tenemos quien ponga la comida en la siguiente reu-
-¿Va a haber una?-
-Claro, mereces una despedida sopenco-
La última frase cae como agua fría, silencio sepulcral entre todos. No es el insulto, es la recién llegada noción de un adiós. "Despedida..." un término desconocido para ellos. Nunca se plantearon estudiar en lugares diferentes siquiera por más de medio año.
-¿Negro?-
-Aquí estoy-
-No te me pongas sentimental, hicimos un pacto de sangre-
Todos recuerdan el rito de iniciación, no tan doloroso, pero significativo, una promesa de amistad eterna. Inquebrantable, en teoría, claro

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Ale
عشوائي¿Qué pasa cuando conocemos a una personita que nos mueve el piso? ¿Qué pasa si esta personita siente que no puede vivir sin nosotros? El resultado siempre es un pequeño desastre o "una amistad con tropiezos de la que no se puede escapar.