𝘆𝗼𝗼𝗻𝗺𝗶𝗻|| donde jimin y yoongi se conocen en una peculiar y divertida situación.
un chico popular, jimin, tiene que utilizar viagra para poder tener sexo con chicas. un día, una chica bastante linda se acerca a él y le ofrece divertirse. jimi...
Luego de terminar de leer los mensajes, busco el número de mi amigo y le marco, espero unos segundos y al segundo tono me responde.
—Espera un segundo... Vuelve~ —Escucho una voz adormilada y sonrío cuando se que es Kook.
—Ya regreso, bonito. —Frunzo el ceño cuando escucho el chasquido de su beso. No sé que es más incómodo, verlos besarse o escucharlos haciéndolo.
—Dile a Jimin que lo odio por hacer que te vayas de mi lado y ponte un bóxer, Kim.
—Ya lo escuché. —Digo una vez que escucho que cierra la puerta.
—Eres un maldito, Park. —Es lo primero que dice. —Estaba súper preocupado. Pensé que te habían secuestrado, casi me pongo a llorar cuando fui al baño a buscarte y no te vi. Eres como un hermano para mi, no quisiera perderte... Pero vaya sorpresa que me llevé cuando Min también estaba desaparecido. Eres un cochino, niño.
—No lo soy. Y-y, además, me lo encontré afuera del baño, me dijo que estaba borracho e insistió en llevarme a casa. Dejé que lo hiciera cuando me aseguro que ustedes llegarían seguros a casa.—Suspiro— Siento mucho que se hayan preocupado por nada.
—Y supongo que fueron a tu humilde morada y follaron en todos lados hasta el amanecer.
—Nop, me desmayé después del quinto orgasmo y esta mañana ya no estaba.
—Oh, entiendo... Supongo que fue a trabajar, pero apuesto a que dejó su número en algún lado.
—No he salido de la habitación, y no, no lo creo.
—Bueno, ve y búscalo... Te dejo, mis vecinos del otro edificio no dejan de verme y Jungkook suena enojado llamándome. Apuesto a que los vio desde la habitación. —ríe.
—Vale, te llamo más tarde.
—¡Kim Taehyung, te dije que te colocaras un bóxer! ¿Estás provocándolo? Porque puedo... —la línea se corta y río, Jungkook siempre ha sido tan celoso.
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Apago la televisión cuando suena el timbre, reviso que mi suéter rosa pastel esté limpio, sacudo mis manos llenas de palomitas, escondo el tazón debajo del sofá y corro abrir la puerta.
—Buenas tardes, oppa. —dice Lisa, apenas abro la puerta.
—Oh Lisa, hola. Pasa. —Me hago a un lado y pasa sonriendo. ¿Cómo se me pudo olvidar que ella venía?
Será por que estabas buscando desesperadamente el número de Yoongi en tu apartamento.
—¡Guao! Esta muy lindo para como estaba tu primer día de mudanza. —Ella ríe de manera coqueta y yo sonrío asintiendo. — Traje unas pastillas para tu dolor de cabeza.
—Oh, no tenías por qué hacerlo. Gracias. —Las tomo haciendo una pequeña reverencia. —Siéntate, iré por mis cuadernos y bolígrafos.
Entro en mi habitación, dejo las pastillas en mi mesita de noche, busco mi mochila y saco solo lo que necesito. Me devuelvo a la sala y veo que Lisa ya está sentada en mi peluda alfombra, y sus cuadernos están afuera.
