Harry
El chico se encontraba en casa viendo televisión tranquilamente, era un sábado por la noche y no tenía mucho que hacer; además de que su madre estaba de visita y actuaba cómo si el fuera un adolescente de nuevo, no era un gran problema para él porque simplemente adoraba a su madre y le encantaba complacerla aunque tuviera que ser siguiendo sus reglas en su propia casa.
–¿Qué quieres, Zayn?–preguntó mediante el teléfono celular después de haberlo descolgado luego de tantas llamadas insistentes.
–Bueno hoy es sábado, estoy aburrido y Liam estará en una fiesta.–Contestó el morocho.
–No. No iré contigo, sabes que no puedo ni quiero ir a esa fiesta.–el ojiverde negó con la cabeza aunque él no lo pudiera ver.
–Oh vamos, te conseguiré boletos para ver a Drake o a quién quieras; en primera fila.–Dijo casi rogando el chico al otro lado de la línea.
–Está bien, pero más te vale cumplir o patearé tu trasero.–Se rindió y se levantó de su cómoda cama.
–Nos vemos luego, paso por ti en media hora, estaré esperando frente al árbol de siempre.–Dijo el moreno.–Ah y te conseguiré una follada.–Gritó antes de colgar y Harry simplemente rodó los ojos, seriamente pensando en cambiar de mejor amigo.
Caminó hasta el baño, encendió la regadera y aún con el agua fría se adentro a esta disfrutando la sensación del agua relajante en su cuerpo, la verdad era que tenía un cuerpo atlético y aunque podía considerarse popular por ser un buen jinete y ganar demasiadas carreras de caballo; realmente no le importaba y vivía una vida tranquila y casi aislada solamente acostándose con cualquier chica o chico que llamara su atención. Salió del baño con gotas de agua cayendo de los mechones rizados ahora aplastados sobre el piso de madera con una toalla alrededor de su cintura, se cambió rápidamente con algo simple aunque de cualquier manera, el chico seguía viéndose elegante y varonil.
A la hora de salir de su hogar no fue tan dificultoso al hecho de su madre estar dormida ya que era un poco tarde, aunque si esta se diera cuenta que salió tan tarde por la noche le daría un pequeño regaño y luego pastillas para la resaca y este le daría un beso en la mejilla y un abrazo y ella olvidaría que salió. El castaño subió rápidamente al auto de su amigo y no dijo nada, y este tampoco, simplemente un simple saludo y se dirigieron al lugar de la tal fiesta, obviamente era grande pues aún dentro del auto y no tan cerca podían escuchar el sonido de la música movida; habían muchos jóvenes tirados sobre el césped de la gran casa vomitando o prácticamente sacándose cada prenda de sus hormonales cuerpos. La imagen era tan graciosa cómo asquerosa.–Bien, entremos.–Estacionaron el auto no tan lejos de la casa y entraron a esta, el olor a drogas y marihuana tanto cómo alcohol invadió sus fosas nasales y rápidamente les sirvieron alcohol.
–Iré en busca de Liam, vuelvo en un rato.–Zayn dijo.
–Está bien, iré a la barra improvisada.–Dijo burlonamente el rizado y se dirigió hasta ahí.
Comenzó a beber tranquilamente, realmente no conocía a muchas personas que estaban ahí y estaban tan idas en alcohol o drogas que tampoco quería hacerlo, luego de un rato sintió a alguien pararse a su lado.
–Vaya, Harry Styles.–La voz del chico sacó a Harry de sus pensamientos y lo observó en silencio.–Hasta que al fin te unes a los mortales y bebes de nuestro alcohol.–Se burló, Harry lo siguió observando, era considerablemente más bajo que él, era difícil saber el color de sus ojos pero sospechaba que eran un azul profundo, y realmente era bastante hermoso.
