CAPITULO - 1

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Podemos observar una habitación oscura, sin luz alguna, sin sonido excepto por una débil respiración. En dicha habitación había una gran cantidad de objetos: mapas, papeles llenos de notas, extrañas figuras así como dibujos, tubos de cristal, diversos cristales, mesas, pizarras y una cama. 

La respiración que se oía por la habitación provenía de un joven que aparentaba dieciocho años, el joven estaba tumbado en la cama dormido, su cara mostraba tranquilada, pero sus ojeras mostraban otra cosa, su pelo era oscuro como la misma noche, su altura era de metro ochenta y cinco. 

Vestía un traje de cuero negro como el de un aventurero y a su lado una gabardina del mismo color, justo apoyado en la cabecera de su cama había un bastón de mago, con la peculiaridad de que dicho bastón era que parecía más un arma de medio alcance a un arma de un mago, puesto que la cabeza tenia un borde afilado asemejándose al de una espada y terminaba con el otro extremo lleno de pinchos, el bastón medía metro y medio y otra de sus peculiaridades era que podías separar el medio para así tener dos armas.

Pronto el sueño del joven mago se vio sacudido por unos temblores. 

- Que pasa ahora. - dijo relajadamente. - Es la primera vez en quinientos años que dormía tan bien. - dijo un poco irritado. - Más vale que quien quiera que sea merezca la pena. - dijo más molesto que antes al percatarse de que los temblores no cesaban la sacudida de la habitación.

Ya completamente de pie se puso la gabardina y se puso en marcha a averiguar que ocasionaba tantas sacudidas a su casa, cuando salió pasó por un pasillo rocoso, el suelo era como el de una cueva, así como las paredes y el techo. Continuó recto por el pasillo y en unos minutos se encontró con un otra habitación. la habitación era una cueva, una cueva enorme con un gran agujero como salida y entrada.

 Una vez cruzada la cueva y su entrada se podía apreciar todo el paisaje que rodeaba la cueva. la cueva se situaba en una montaña, cerca de los mil metros de altura, la montaña se extendía hasta el cielo mismo, no se podía divisar la cima gracias a las nubes negras que cubrían el cielo. Desde aquel gran agujero en la gigantesca montaña el mago tenía vistas a una explanada desértica y rocosa, pero algo no andaba bien, en cuanto el joven salió los temblores pararon. El muchacho bajó la vista y contempló lo que solo podía ser una pesadilla hecha realidad.

Miles y miles de monstruos, solo eso se podía divisar desde lo alto de su cueva. Tantos de ellos que casi se asemejaban con un mar, un terrorífico mar. En cuanto los demonios se percataron de su presencia empezaron a gritar, los gritos eran ensordecedores y el conjunto de todos ellos era un sonido que solo se podía comparar al de las almas suplicantes del mismo infierno, almas que clamaban por sangre, sangre y carne humana.

La montaña donde se hallaba la cueva del joven mago era lo que llaman "La Frontera", conocida en todo el mundo por ser, no solo la cordillera con las montañas más altas del mondo, también estaba el hecho de que era una barrera natural que divide el el continente demoníaco del resto del mundo. Para los demonio la única forma de acceder al resto del mundo era por aquel conjunto de montañas, pero desde que hace más de dos mil años, cuando dios otorgó a los humanos la capacidad de atraer a otros humanos de otros mundos para que peleen con el "rey demonio", los demonios no pudieron volver a pasar. La razón de ello era simple, el joven mago no les permitía el paso. 

Gracias a él los demonios mas fuertes y temidos que vagaban por el continente demoníaco libres, no podían pasar. Estos demonios eran fuertes, pero no muy inteligentes, no eran más que bestias con poder corrupto. Los verdaderos demonios, aquellos que eran parecidos a los humanos, a excepción de los cuernos, cola y alas, ellos residían en el sur del continente demoníaco y ellos no se atrevían a pelear con el mago que custodiaba "La Frontera", ellos ya conocían su poder. Pero por otro lado aquellas bestias solo sabían destruir y arrasar a su paso, con lo cual cada cierto tiempo se congregaba una gran cantidad de estas bestias e intentaban atacar la cordillera para así arrasar con lo que halla al otro lado.

El abandonado por diosWhere stories live. Discover now