Un joven iba camino del castillo Zidemendia, hogar de la familia real y el lugar mas valioso para el reino humano, puesto que era el la fortaleza mas grande con la que contaban los humanos y por ser la capital de dicho reino. El joven mago que estaba de camino a ese reino era Altiorem, quien ya divisaba las gigantescas murallas del castillo. Una vez que desde los cielo pudo divisar la fortaleza humana decidió que era mejor bajar a tierra y llegar caminado para que no lo tomaran como a un enemigo.
- Ahí esta, el reino de Zidemendia. Será mejor que deje ver mi verdadera forma. - una vez dicho eso empezó a concentrarse. De su piel emergieron varios tatuajes, algunos no eran visibles por la ropa que llevaba, pero en su frente apareció una estrella negra de seis puntas dentro de un circulo y en centro de la estrella había un ojo rojo, cadenas negras en forma de dibujo se empezaban a extender desde la estrella, pasando por sus ojos hasta los dedos de las manos y los pies, pero solo se podían ver las marcas de cara. - Cuando dejo ver la marca que dios me puso como "El que vagará solo eternamente", parezco un demonio. - dijo suspirando y con pesar.
A Altiorem no le gustaba nada estas marcas que cubrían su piel. Cada vez que recordaba cuando aún no había aprendido a esconder esas marcas y la gente le tenia miedo le dolía, siempre, fuera donde fuera la gente lo trataba como un demonio más. Por suerte un día se encontró con una partida de caza comandada por los primeros héroes, él sabía de ellos por que de vez en cuando se colaba el algunos poblados cuando era de noche y siempre con algo que lo cubriese. En un principio no sabía que hacer, pero entonces alguien lo vio, uno de los guerreros que acompañaba a los héroes lo confundió una vez más con un demonio y se lanzaron a atacarlo. por suerte los héroes se percataron a tiempo de que no era un demonio y pararon e ataque, ese no fue el mejor inicio para conocer a los únicos que te entenderían y que te ayudarían. Cuando Altiorem les explico que venia del mismo mundo que ellos solo que él fue dejado de lado y maldito, los héroes quedaron sorprendidos, pero poco a poco se ganó la confianza de ellos y para ellos ya era como uno mas del grupo.
Para cuando al joven moreno se quiso dar cuenta ya se encontraba frente a las puertas de la muralla, sin darse cuenta se había perdido en sus recuerdos, pero este momento no era para ir distraído. Se puso la capucha de su gabardina y golpeó la gruesa puerta de metal.
- Quien va? - preguntó un hombre con armadura desde lo alto de la muralla.
- Avisen al actual rey de este reino de que "El Marcado" a llegado. - dijo calmado pero en alto para que le oiga el hombre de la puerta.
A lo largo de los años, Altiorem fue reconocido por muchas personas y con muchos nombres, pero sin duda el nombre con más fama era "El Marcado", un nombre que solo el verdadero dueño de dicho nombre se atrevería a usar por la fuerza del hombre que respaldaba ese nombre.
En pocos minutos las puertas de la muralla se abrieron, dejando ver la majestuosa ciudad que hay tras ellas. Casas pintorescas, tiendas coquetas, calles de piedra pulida majestuosas, en resumen una cuidad de ensueño y hubiese seguido así de no encontrarse con cincuenta guardias frente a él.
Los guardias eran todos idénticos en cuanto a vestimenta, armadura de hierro que cubría todo el cuerpo, casco en la cabeza y todos tenían lanzas apuntando en su dirección.
- Cual es el significado de esto? - preguntó tranquilo.
- Como sabemos que eres tu en verdad. - dijo un guarda que tenía una camisa verde que sobresalía de la armadura indicando que tenía un rango superior a los demás guardias allí presentes. - fácilmente podrías ser un demonio. - dijo mientras tomaba mejor postura para atacar.
- Y como demuestro lo contrario. - decía cada vez con menos paciencia.
- Por que no nos muestras tu cara destapada? - preguntó el jefe.
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El abandonado por dios
FantasyUn humano que fue dejado a su suerte en un mundo nuevo para él. No tenia porque aparecer pero el destino es incierto para todos y siempre le gusta jugar con la vida de otros. Quien fue maldito con la habilidad de no morir y a siempre estar solo enco...