Capítulo 5

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A/N: Al Guest que me dejó una review preguntando si esta idea era mía o una traducción: la idea del fic es mía. El concepto de los relojes que descuentan tiempo hasta que conozcas a tu alma gemela es un tópico que mucha gente ha usado, igual que los fake dating, o enemies to lovers, y una lista interminable. Por eso puede ser que tengas la sensación de que has leído una historia muy parecida. Pero la trama en sí es idea mía. 

*** 

Previously on "00:00:00":

Unas manos aparecen a su lado sobre la superficie de madera, la derecha curvada alrededor de un botellín de cerveza de la misma marca que estaba bebiendo antes la morena, y un cuerpo cálido se apoya junto a ella sobre la barra

Al mismo tiempo, la persona hace un comentario en tono ligeramente burlón que va dirigido a Beca sin duda alguna:

- ¿No era que no cantabas?

Y sabe que va dirigido a ella porque conoce esa voz.

Beca siente como si el suelo hubiera dado una sacudida bajo las suelas de sus deportivas y su estómago se encoge igual que si estuviera en caída libre desde metros de altura. Despacio, gira la cabeza y...

Efectivamente. Ahí está.

Chloe.

***

Mierdamierdamierdamierda.

Su diálogo interno da vueltas en bucle por su mente y Beca siente su cabeza seguir el mismo recorrido. Sus dedos se crispan de forma involuntaria en el borde de la barra, tratando de convertir eso en su punto de equilibrio.

Coge una profunda y disimulada respiración y se obliga a sí misma a actuar indiferente. Mejor no dejar ver que la repentina aparición de Chloe en ese bar ha sido como si le hubieran quitado la alfombra de debajo de los pies de un brusco tirón.

- Y no lo hago – responde, orgullosa cuando su voz se mantiene estable y neutra.

Azul bebé reluce en la relativa oscuridad del bar y su sonrisa se tuerce hacia un lado, llena de curiosa diversión. La pelirroja se coloca de costado a la barra para poder mirar a Beca sin necesidad de girar la cabeza.

- Ah, vaya – guiña los ojos y ladea la cabeza –. Entonces debo de haber soñado verte subida en ese escenario hace menos de cinco minutos – murmura en tono lleno de falsa incertidumbre.

Beca siente las comisuras de sus propios labios tensarse en un intento de rebelarse contra ella y sonreír. No puede evitarlo, le gusta que la gente le siga el juego cuando decide ser una toca narices.

Tuerce la boca hacia un lado y arquea las cejas, emitiendo un "hhhmm" pensativo.

- Deberías hacértelo mirar – comenta.

Chloe ríe y Beca queda cautivada por su belleza en ese momento.

La musicalidad de su risa, y la forma en que atrapa la lengua entre sus dientes. Cómo se guiñan sus ojos y la curva de sus pómulos. Los destellos cobrizos cada vez que su pelo se mueve y capta las luces amarillentas del local.

Aparta la mirada rápidamente cuando Chloe le pilla, y la sonrisa de la pelirroja se vuelve un poco más secretiva. Se recoge un mechón tras la oreja mientras su mano derecha juguetea con el botellín de cerveza que sujeta en la barra.

Beca se distrae, observando los dedos adornados con anillos que hacen girar el cristal sobre la madera.

- Has estado increíble ahí arriba – la voz de Chloe suena sincera, sin ningún tipo de adorno ni disfraz. Hace que la morena trague saliva y acepte el cumplido con una torpe inclinación de cabeza –. La canción me ha gustado especialmente – continúa –. La has escrito tú, ¿verdad?

00:00:00Where stories live. Discover now